La nueva ordenanza del ruido garantizará la celebración del Carnaval en la calle

El edil de Medio Ambiente aboga por compaginar la fiesta en la vía pública y el derecho al descanso

Carnaval de día en la edición de la fiesta celebrada el pasado mes de junio. | | ANDRÉS GUTIÉRREZ

Carnaval de día en la edición de la fiesta celebrada el pasado mes de junio. | | ANDRÉS GUTIÉRREZ / Humberto Gonar

Humberto Gonar

Humberto Gonar

«Hay un apoyo técnico y también político absoluto para la nueva gestión del ruido en Santa Cruz. Vamos a garantizar que se cumpla la normativa medioambiental respecto al descanso vecinal, pero por otro lado también queremos competir en materia de eventos y, por supuesto, asegurar nuestras fiestas, entre ellas la más importante, el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife». Esta es la hoja de ruta que se ha trazado el concejal de Medio Ambiente, entre otras áreas, de la capital tinerfeña, Carlos Tarife, quien confía en que la nueva Ordenanza Municipal de Protección del Medioambiente contra la Emisión de Ruidos y Vibraciones se apruebe antes de que finalice el año y que garantiza dejará a salvo la fiesta de la máscara.

«Esto es un avance para Santa Cruz. Apostamos por el descanso de los vecinos, pero también apuesta por ser una ciudad que compita por traer los grandes eventos y, sobre todo, también conservar el gran evento que tenemos en Santa Cruz, y tenemos que protegerlo. Y para ello hay que actuar con cabeza. Una de las cuestiones que he pedido a Fiestas es que aquellos promotores que soliciten barras o un escenario específico y que durante el Carnaval se salte la normativa, lo que hay que hacer es sancionar y duramente para que no se vean perjudicados justos por pecadores, como ha ocurrido en otros casos, en el particular de las calles Teobaldo Power o Callejón del Combate», asegura Tarife.

«Estamos ante un avance histórico que protege el Carnaval y pone a Santa Cruz como municipio pionero en Canarias a la hora de celebrar eventos y siempre cumpliendo la normativa, y cuando no se cumpla, porque se ha justificado de forma oportuna, ya sean organismos públicos o agentes privados, esgrimiendo los correspondientes motivos de impacto económico o de proyección exterior para la capital», añade Tarife.

Con respecto al Carnaval, se garantiza la fiesta en todas las calles del cuadrilátero, donde siempre ha habido fiesta; nosotros adoptamos las medidas de ruido que incluye el borrador de decreto que tenemos previsto aprobar en un plazo máximo de diez días.

Con esta normativa, aún como borrador, la fiesta queda cien por cien garantizada, a falta de que el organismo autónomo establezca la zona de grandes escenarios, que va a haber más decibelios. «Ya le hemos planteado a la organización que incluya a El Orche entre los grandes escenarios, lo que permitirá el ruido máximo».

Antes era Medio Ambiente quien rubricaba la dispensa del ruido en Santa Cruz y «ahora queremos que el promotor del evento sea quien asuma esa responsabilidad, ya sea Fiestas, Cultura, Sociedad de Desarrollo o los privados justifiquen ante Urbanismo el por qué se quiere saltar la Ley del Ruido, aportando el impacto económico y la repercusión; eso llevará un informe de Medio Ambiente. En el caso de la iniciativa privada, será Urbanismo el órgano habilitante de la celebración.

«El Carnaval quedará en manos del organismo autónomo, que tendrá la potestad de establecer los grandes escenarios y con qué características». «Las calles más pequeñas se tiende a unificar la música; los condicionantes técnicos para mejorar el sonido, sin que se traduzca en más potencia sino en un mejor reparto», dice Tarife.

«En el nuevo decreto del ruido no se establecen limitaciones a ningún barrio, como ocurrió en el pasado con el Barrio de La Alegría, Cabo Llanos o, incluso, en el mercado Nuestra Señora de África, donde los eventos estaban suspendidos determinados días», explica el edil de Medio Ambiente.

Zonas de Carnaval

El borrador de la nueva ordenanza del ruido establece tres zonas dentro del Carnaval, en función de su nivel de emisión máxima o volumen: grandes escenarios del Carnaval –en donde también se da cabida a grandes conciertos y fiestas populares tradicionales–, con hasta 105 decibelios autorizados; general, con hasta 96 decibelios; y otros de nivel reducido que también protege al público infantil de hasta 12 años, donde no se podrá superar los 85 decibelios.

Ya sea el Carnaval como otras fiestas está supeditadas a se adopten las medias correctoras con el fin de minimizar la incidencia del ruido en el descanso de la ciudadana, ya sea mediante el establecimiento de limitaciones horarias, ubicaciones adecuadas, establecimiento limitaciones al índice de decibelios admitidos, establecimiento medidas que reduzcan los niveles de ruido que inciden en las fachas de las viviendas próximas... La ordenanza ratifica los condicionantes técnicos que estaban en vigor desde el pasado en el particular de la fiesta de la máscara, con la salvedad de que ahora la organización tiene la posibilidad de delimitar y actualizar los grandes escenario, donde se permitirá el máximo de sonido, 105 decibelios. Ahí es donde Tarife ha propuesto al organismo autónomo que incluya la zona de El Orche.

Se mantiene el requisito de que «se planificará para que las zonas más ruidosas se concentren en la zona de la plaza de España y aledaños, así como en las nuevas que se generen hacia la zona portuaria, alejando en lo posible los actos de mayor incidencia de ruido en las zonas residenciales», en una clara apuesta por desplazar la fiesta en la calle del centro de Santa Cruz y avanzar hasta la zona portuaria. De hecho, en el nuevo borrador es una constante la llamada de atención para que «se establezcan medidas para minimizar el número de viviendas afectas por los ruidos».

Otro condicionante: procurar que la orientación de las fuentes sea opuesta a las zonas de viviendas existentes y causen las mínimas molestias, apostando además por una única instalación de sonido donde las distancias sean menores a los 20 metros, a lo que se sumará la adopción de medidas correctoras adicionales donde existan viviendas próximas, como reducir potencias, orientación de emisores, reducción de niveles máximo o apantallamientos...

Apoyo a los barrios

Entre las novedades que incorpora el borrador de la ordenanza del ruido, en este documento que defiende Carlos Tarife se suprimen las limitaciones que hasta ahora están en vigor en Cabo Llanos, donde no se pueden sobrepasar los 96 decibelios y los actos deben finalizar antes de las 23:00 horas, excepto en las zonas donde no se cause molestias a los vecinos, caso de la plaza de los Alisios, en la trasera del Auditorio.

También se suprime la negativa que está en vigor de desarrollar actividades ruidosas o molestas antes de las once del mediodía, así como aquellas actividades musicales que superen los 80 decibelios; limitando su celebración desde las 18:00 y condicionando la finalización hasta las 4:00 horas. Esta redacción se suprimirá en el nuevo borrador y se igualará la celebración al resto de fiestas patronales de barrios chicharreros.

El borrador dará cobertura también a los eventos y espectáculos públicos que se proponga celebrar en la zona del Mercado Nuestra Señora de África, que hasta ahora estaban limitados a la víspera de sábado, domingos o días festivos y con un horario máximo de hasta las once de la noche, lo que permitirá también celebrar eventos con respeto al descanso vecinal.