La apuesta de la Consejería de Desarrollo Económico por convertir el Carnaval en el eje central de la feria de los tres continentes permite adentrarse en la cultura de manifestaciones reconocidas por la Unesco como Pasto. Arlex Ortega y Ricardo Andrés Maiwail explican que las carrozas acaparan el protagonismo allá, junto a murgas, comparsas y disfraces individuales, en una fiestas para ir de público.

La IV Feria Tricontinental de Artesanía que abre este mediodía y que se prolongará hasta el próximo domingo en el recinto ferial de la capital tinerfeña es una oportunidad de oro para que los amantes de la fiesta de la máscara se adentren en las características de otros carnavales del mundo, como los de Negros y Blancos, de Pasto; y Barranquilla –ambos de Colombia; Oruro, en Bolivia, o Callao, en Venezuela, con el añadido de la muestra que protagonizará Venecia en el templo de galas y concursos de Santa Cruz.

Entre los primeros artesanos en llegar a Tenerife para preparar su stand, Arlex Ortega, maestro carrocero; y Ricardo Andrés Maiwail, diseñador de disfraces, ambos de Pasto, en Colombia, que con el incondicional apoyo de la entidad CorpoCarnaval y de su gerente en particular, Andrés Jaramillo, se han convertido en embajadores de Pasto en Tenerife.

«El aliciente de ganar no son los 7.000 euros del premio, es salir fuera en nombre de Pasto»

Arlex Ortega - Maestro carrocero

En la cuidada programación elaborada por Juan Carlos Camacho, del área insular de Desarrollo Económico que dirigen Carmen Luz Baso y Ermita Moreira, Arley Ortega explica que las características del Carnaval de Pasto atienden a una manifestación histórica a la medida del visitante. Allí las carnestolendas nacieron para anular las clases sociales e imponer el principio de igualdad de una fiesta que se desarrolla desde el 28 de diciembre al 7 de enero; una fecha fija que se mantiene de forma anual.

El protagonismo en el Carnaval de Pasto recae en las carrozas en las que se establecen dos categorías: veinte con motor y otras diez con arrastre que ponen en valor decoración tallada en materia prima básica que recrea magia y color para dar esplendor a figuras colosales, desde una visión más tradicional de elementos casi mitológicos a personajes de vanguardia, propios de Disney.

Chicaiza, Sambrano, Ordóñez u Otero son algunos de los maestros carroceros de referencia en Pasto que han abierto el camino que siguen nuevas generaciones que participan en un proceso de selección que arranca seis meses antes cuando se presentan las maquetas entre las que se eligen las 20 con motor y las diez con arrastres que se elaboran. Para facilitar su ejecución, el Ministerio de Cultura y el Departamento de Nariño contribuyen a la aportación económica; el coste de una carrozas asciende a 30.000 euros, cuenta Arlex Ortega, un maestro carrocero que siempre ha estado en los tres primeros premios desde que gana. Sin embargo, su mejor recompensa al trabajo es la oportunidad que le brinda la organización para participar en otras manifestaciones carnavalescas, como es el caso de esta Feria Tricontinental.

En rango de importancia, siguen las comparsas, que se limitan a treinta y cada una con siete personas que bailan cargando figuras artesanales al ritmo de San Juanito. En murgas, tres clasificaciones: cada una acotada a un máximo de treinta y siete componentes y cuya diferenciación viene marcada por el tipo de instrumento: los de metal, acordeones o fuelles o otros de corte andino, de viento, como flautas.

«Los esclavos negros tenían un día libre en Carnavales y los sastres salían empolvados»

Ricardo Andrés Maiwail - Diseñador de disfraces

Junto a carrozas, comparsas y murgas, el disfraz individual tiene un especial protagonismo, como explica otro máximo exponente de esta modalidad presente en la Feria Tricontinental, caso de Ricardo Andrés Maiwail.

Mientras Arlex Ortega es natural de Ancuya, en Mariño, donde nació en 1984 y cursó maestría y artes visuales, siendo profesor en varias universidades, Ricardo Andrés Maiwail (Pasto, 1985) pone en valor de los disfraces. Explica que el Carnaval de esta localidad se identifica como de Negros, porque a los esclavos se le daba el 5 de enero como día libre, para ser libres y participar en el carnaval, frente a los blancos, referencia que define a los sastres que, en estado ebrio, salían con sus rostros empolvados a participar en la fiesta, explica este ganador de disfraces desde 2011, que presenta un Carnaval que es para vivir como público.