Mucho había tardado El Gago en aparecer por mi cantina. Pepe es de esos incondicionales que nunca falla en mi negocio, viene por aquí, se pone hasta arriba de garbanzas de las de mi madre y nos echamos conversas de carnaval que, aunque duran más de lo normal, son una gozada. Por cierto, que este año está asombrado con las garbanzas rellenas de bacalao que prepara mi viejita.

El Gago es muy activo en redes sociales y venía el hombre que no salía de su asombro porque, hace días, supo de un problema interno de una murga en la que, por las típicas discrepancias que surgen en cualquier grupo de carnaval, un destacado miembro decidió darle puertas a la murga para siempre; pues ese problema, que debe quedar en el interno de la asociación, fue elevado por nuestra televisión canaria a la categoría de «noticia de última hora» y abordaron, entrevista incluida con el susodicho, todos los detalles de semejante novedad. ¡De locos! Si la tele pública, que sufragamos con los impuestos de todos los canarios, comentó Pepe, le va a dar la misma importancia a cualquier problema que surja en cualquier murga, cualquier comparsa, cualquier agrupación o cualquier rondalla del Carnaval, van a necesitar ampliar los magazines de tarde a sábados y domingos para poder dar cobertura a todos los problemas que suceden, y que son normales, sean o no grupos del Carnaval. Una de cal y otra de arena, pensé yo, recordando la enorme labor que hicieron informando de la erupción del volcán Cumbre Vieja en La Palma, algo por lo que fueron merecidamente premiados.

Honestamente, yo me mantuve callado barruntando que quizá, solo quizá, la intención de ese magazine es contratar a Jorge Javier Vázquez y emitir un buen programa de sálvame Carnaval.