Viernes 27 de mayo. Trajín en la calle de La Noria. Las terrazas de verano a rebosar y en la Casa del Miedo un continuo entra y sale que tutela Manolo Peña. Están el diseñador y la maquilladora.
«¿Qué hacen ahí fuera esperando?. Siéntate ahí que te voy a contar», invita Manolo Peña, el presidente de la Casa del Miedo. Arranca así la entrevista con la maquilladora de Mamelucos, Alexandra Pérez, que vuelve a la Casa del Miedo por el Carnaval de junio, murga adulta en la que recaló por primera vez en 2017 y al siguiente continuó con Zeta-Zetas. Ha colaborado hace tres años con Golisnionas, Twitys y Nietos de Sarymándhez. Aunque sus inicios en el Carnaval los vincula a Caraduras, luego siguió con Chinchosos y hasta ha ayudado a la comparsa Valleiros y la murga infantil Rebobinados. Pero lo de Mamelucos, admite, es otra cosa por el grado de exigencia que demanda Manolo Peña. Este año vuelve para la presentación a los componentes –que se celebró el viernes–, pero el día del concurso estará con Zeta.
El trabajo de Mamelucos asegura que es supercomplicado y distinto, pues tiene el reto de compaginar lo llamativo y lo carnavalero con un maquillaje sencillo. Cuando se le pregunta si el peor enemigo puede ser la calidad del disfraz, Alexandra le da la vuelta a la tortilla y aclara: «El disfraz puede ser el peor enemigo del maquillaje o el mejor aliado». Para ello, la clave, en el particular de Mamelucos, es trabajar con los diseñadores, algo que con Manolo Peña es una condición. Nada que ver en el caso de Zeta-Zetas, que le dan vía libre. «Les mando una fotografía y casi no se hacen modificaciones».
La elaboración de un maquillaje es cuestión de meses desde que recibe el boceto de Josué Quevedo, el diseñador de la murga; es un parto que comienza en octubre o noviembre para aquel Carnaval que se celebraba en febrero. Hasta el mismo día de la presentación del disfraz –o sea, el viernes pasado– no se ve el resultado final, porque se trabaja en paralelo la fantasía y el maquillaje. Alexandra Pérez no oculta su fe ciega en Josué Quevedo, de quien destaca su ingenio y originalidad. Tiene magia. Y ella hace partícipe del éxito a su equipo. Siempre trabaja con Janet y Sandra, entre otras, y, en el caso del Carnaval de Tenerife, ha sumado en concursos a hasta 35 estudiantes en prácticas del IES Las Indias.
El sello de Alexandra quedará plasmado en este Carnaval de junio en los rostros de Zeta-Zetas y marca las pautas en Mamelucos, Mamelones y la colaboración en la infantil Retorciditos, de Granadilla. «Les preparo un vídeo tutorial para que ellos sepan cómo tienen que hacerse el maquillaje», explica, para admitir que el principal reto de la convocatoria del Carnaval en junio es evitar que se derrita por el calor.
Nacida en Santa Cruz, en 1987, esta carnavalera que heredó su pasión por la fiesta hasta de su abuelo –quien en la época prohibida promovió y costeó el certamen de rondallas–, Alexandra lleva 14 años dedicada a este oficio que aprendió en la academia Nuevo Stylo e Imagen, de la que hoy es profesora. «Estás en continua formación por materiales y técnicas», advierte.
Alexandra se entrega durante la mayoría de año al maquillaje y caracterización de actores que participan en Tenerife en la grabación de producciones de Netflix, HBO, Amazon, Cuatro... «En el Carnaval no gano dinero», advierte esta maquilladora, que llegó a ensayar, aunque no se estrenó, en la ausente Triquikonas y antes dirigió un año a la infantil Melositos, cuando hasta hizo alguna letra.
El reto de Josué Quevedo
A la conversación se suma Josué Quevedo, el diseñador de Mamelucos y Mamelones desde 2020. El creador de Las Palmas de Gran Canaria lo ganó todo entonces –en las dos Islas– y este año advierte que la fantasía de Mamelucos «es de transición». Media Alexandra: «Pero confío plenamente en su ingenio». «Estamos en una época de transición; en 2023 espero ir subiendo y en 2024, que llegue el esplendor. Ya están diseñados esos disfraces», dice Josué.
«La clave del éxito es la grandeza y la constancia. Aunque no tengas economía, tienes un grupo de trabajo como el de Mamelucos». Se suma al diálogo el nuevo director de la murga adulta, Airam Bazzocchi. «Apunta: suena la máquina de coser mientras se realiza la entrevista». «Con el presupuesto que hay, no sé cómo se ha logrado», destaca Josué, que hace partícipe del éxito a Juliano Serrana. «Es artista y el Carnaval de Tenerife tiene en ella una joya».
De nuevo habla Airam, mentor de Josué en el Carnaval de Tenerife cuando lo trajo para Distraídos, donde permaneció dos años. «Josué le da continuidad a Mamelucos y mantiene el buen hacer de los disfraces. Es pasión y da importancia a las fantasías. Es una bocanada de aire fresco. Haga lo que haga, da tranquilidad y a mi –dice Airam– me aporta su amistad».
¿Y de qué van Mamelucos este año? «Cuando se decidió el Carnaval en junio parece que ya lo presagiábamos», admiten Airam y Josué sin desvelar más detalles. Eso sí, no serán los grandes cabezudos del duende: no pasarán tanto calor.
Manolo Peña sentencia: «Mamelucos no presentará este año, sino que irá directamente al concurso. En la Casa del Miedo decimos que vienen los Reyes, porque un día pensamos que los componentes son los que pagan las cuotas y hacen su esfuerzo y había que tener una deferencia con ellos, y se les prestó el disfraz el miércoles anterior a la presentación. ¿Y por qué no el jueves? Para tener tiempo para corregir detalles». Al año siguiente se hizo también la presentación a Mamelones, en lo que desde entonces se institucionalizó como la Noche de Reyes, que ellos repetirán en la Casa del Carnaval.