Nacida en Tazacorte, la candidata de la firma Oroterapias en la gala que se celebrará el domingo 12 de junio repite la experiencia de hace 51 años, cuando representó a la murga local Sin Ton Ni Son. En aquella edición, la fiesta fue anterior a la erupción; en esta oportunidad, cuando ya ha finalizado otra.

Cincuenta y un años han transcurrido desde la erupción de Teneguía, en La Palma –que se registró entre octubre y noviembre de 1971– y el nuevo acontecimiento de la Naturaleza que mantuvo en jaque a la Isla Bonita desde septiembre al pasado diciembre, mientras su población está inmersa en la vuelta a la normalidad.

En aquel año, antes de la erupción, Tazacorte celebró las Fiestas de Invierno de 1971, en la que participó Mary Carmen Ramos Quintero. Esta bagañeta, que estudió en el colegio del pueblo y luego en el Instituto de Los Llanos de Aridane, recuerda que participó entre un grupo de jóvenes de la localidad en un baile, en donde fue designada reina de las carnestolendas; en su caso, representó a la murga local Sin Ton Ni Son, como acreditaba la banda que portaba, luciendo un traje de fiesta. «Te voy a pasar la fotografía para que veas cómo era la corona de la época», comenta con buen humor.

Mary Carmen Ramos como reina de las Fiestas de Invierno del año 1971. E. D.

Ya al día siguiente, la fueron a buscar para participar en un desfile junto a la murga que representó y que recorrió las principales calles de su localidad, portando la bandera en la que se podía leer el nombre del colectivo crítico.

Aquella experiencia le quedó grabada hasta el punto que ya antes de la pandemia tenía la ilusión de volver a repetirla. Ahora que residente en Los Realejos, y aprovechando un amigo común –Jonás, de Gran Canaria– recibió la llamada del diseñador Alfonso Baute, quien le planteó la posibilidad de volver a una gala del Carnaval, 51 años después, a aspirar por el cetro de los mayores en representación del Centro de Terapias Alternativas Oroterapias.

Ya en Tenerife, trabajó como guía turística en el Parador y el Hotel Botánico

Tardó más Alfonso Baute en decidirse a presentar candidata que Mary Carmen Ramos en darle el sí, quiero a su diseñador. El creador, que después colaborar en tres fantasías en los años noventa inició su trayectoria en solitario a partir de 1997, explica que mientras colaboraba en la elaboración de un traje de otro creador, Antonio Santos Arteaga, los mismos miembros de aquel equipo lo animaron a presentar candidata, una posibilidad que ya había descartado cuando no prosperó su proyecto con una aspirante infantil.

Mary Carmen Ramóns como candidata a reina de mayores del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife. María Pisaca

Entre el apoyo del equipo de Toño y la llamada del amigo común, Jonás, así comenzó la andadura a la gala de los mayores del tándem formado por Mary Carmen Ramos y Alfonso Baute. No se trata de una participación aislada en el Carnaval, pues su carácter alegre la ha llevado a salir en la fiesta en la calle en el grupo de Las Carmen Miranda, como comenzó a participar desde cuatro años antes del covid o, ya en el ámbito del folclore, desde hace nueve años es componente de La Guanchería, de Los Realejos, que compagina en los últimos cuatro, con Chimaque, de Santa Úrsula.

De La Palma a Tenerife

Nacida el 11 de abril de 1954, Mary Carmen es hija única, y agradece a su madre la dedicación y entrega para sacar adelante la familia trabajando entre tomateras y en la agricultura en general en La Palma de mitad del siglo XX. «De día íbamos al campo y por la tarde-noche al almacén de empaquetados», apostilla su madre, después que Mary Carmen precise que su padre se marcó a Venezuela cuando ella tenía tres años y no tuvieron más noticias; «ahora me acabo de enterar que tengo cinco hermanos por parte de padre», cuenta.

Tras culminar sus estudios en La Palma, conoció a un policía nacional que estaba destinado en la Isla, con el que contrajo matrimonio y se trasladó a Murcia, su tierra natal, donde permaneció durante diez años hasta que se divorciaron. Fruto de esa unión nacieron dos niñas. Tras la separación, Mary Carmen se traslada a Puerto de la Cruz, donde vivía su madre y tres años después conoció a su actual esposo, un madrileño que se había instalado en la ciudad turística, de cuya unión nació su hijo hace 36 años.

La aspirante a reina con la murga Sin Ton ni Son. E. D.

Nada más afincarse en el Norte de Tenerife, Mary Carmen comenzó a trabajar en el sector turístico, primero como guía de las guaguas de visitantes hasta que comenzaron a exigir la titulación y cambió la actividad por la de camarera en el Parador Nacional de Teide, el Hotel Botánico o el Club de Golf de Guamasa. Ya en Tenerife, se estableció en Los Realejos, donde ahí ha crecido su familia; de hecho allí nació su hijo, para precisar que solo durante unos años, de forma puntual, se trasladaron en el municipio de La Orotava.

En La Palma reside una de sus hijas, en la carretera de San Nicolás, cerca de Tacande, a la que espera visitar cuando pase el Carnaval de junio. «Ella vivió la erupción de ahora; se compró una caravana para vivir mientras ahora espera que le arreglen el techo». Mary Carmen admite la experiencia del Teneguía, en 1971, la vivió con la novelería de una niña. «Era una novedad y acudíamos a ver salir la lava, casi como una fiesta; no fue como ahora, que también ha durado mucho tiempo más esta segunda erupción y que hemos estado muy preocupados por lo que acontecía y ahora en la recuperación», explica.

«Mi hija vive en una caravana en Tacande hasta que le arreglen el techo de la casa»

Mary Carmen pone de ejemplo el testimonio de su propia hija, que fue destinada de Gran Canaria a La Palma. «Está convencida de continuar viviendo allí con su niña de 7 años porque dice que la Isla necesita ayuda para salir adelante entre todos». A la espera de regresar a su tierra, la candidata del Centro de Terapias Alternativas Oroterapias está inmersa en los preparativos de su fantasía desde febrero, donde aspira a encarnar su fantasía, «Rozando el cielo», disfrutando de la segunda experiencia como candidata a reina del Carnaval, 51 años después.