El alcalde de la capital tinerfeña, José Manuel Bermúdez, precisó esta mañana en Cope Tenerife que “en junio, en principio, el Carnaval en la calle no está planificado”, en referencia a los actos tradicionales como los bailes o desfiles como la Cabalgata o el Coso.

El regidor municipal advirtió que los actos en la vía pública no se contemplaban ni en la convocatoria de febrero, que se desestimó ayer, y tampoco está en los planes de Fiestas para junio, “salvo que se den unas condiciones sanitarias seguras”.

De forma el primer edil deja claro que el traslado de fechas y al recinto portuario, posiblemente al lugar donde tradicionalmente se celebra el concierto de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, no implica el retorno de los bailes y desfiles, como se conoce el Carnaval de la calle.

La organización de la fiesta de la máscara, encabezada por el propio Bermúdez, el concejal de Fiestas, Alfonso Cabello, y el director artístico del Carnaval, Enrique Camacho, anunciaron la tarde de ayer lunes que el programa se aplaza de febrero a junio ya que la incidencia de la pandemia, con Tenerife en nivel 4, impide retomar los ensayos y, por tanto, no se dan las garantías sanitarias para planificar con plena seguridad los concursos y galas en febrero.

Inicialmente, el alcalde explicó a los grupos que el nuevo calendario comenzaría el 4 de junio y los actos se prolongarán hasta el 26 del mismo mes en el recinto portuario y sin bailes ni actos multitudinarios en la calle.

Como ejemplo del estado en el que se encuentra la incidencia de la pandemia, el alcalde explicó que interlocutores de la Consejería de Sanidad no descartan incluso revisar al alza el nivel en el que se encuentran otras Islas, una posibilidad que podría afecta a Gran Canaria, donde la organización del Carnaval de Las Palmas confirmó la semana pasada que aplazaban dos semanas el inicio de los actos,  del 25 de febrero al 20 de marzo, para celebrarlo con mayores garantías sanitarias.

En la previsión anunciada ayer por el alcalde de Santa Cruz, la organización prevé que Tenerife no vuelva al nivel cuatro hasta finales de enero o comienzos de febrero, y se calculan otras dos semanas como mínimo, si no hay contratiempo, para bajar a la fase 3 en la crisis sanitaria. Esta previsión hace imposible celebrar el Carnaval en febrero o marzo, porque los grupos no podrían ensayar.

En los cálculos de Fiestas, de retomarse los preparativos a finales de febrero o marzo, ya la celebración de los actos coincidirían con Semana Santa. De ahí el cambio a junio de los concursos y galas, con la vista puesta en que murgas, comparsas, rondallas, agrupaciones... regresen a los locales el 18 de abril con la vista puesta en el primer Carnaval que se desarrolla a las puertas del verano; el único antecedente, los desfiles organizados em mayo de 2000, cuando Santa Cruz fue sede de la convención de la Federación de Ciudades Europeas del Carnaval (FECC).