Ganador de los dos cetros en las galas adultas de Santa Cruz de Tenerife desde su estreno en 2012, este artesano de la fantasía admite que apuesta de cara al espectáculo que se celebrará el 23 de febrero por un traje no tan arriesgado como ‘Mararía’ (2020) y más convencional dentro de su línea.
«Para mis fantasías yo quiero a alguien que tenga mucha ilusión por participar en el Carnaval, que ame esta fiesta». Es la máxima que siempre ha aplicado el diseñador de McDonald’s y EL DÍA-La Opinión de Tenerife a la hora de elegir a sus candidatas, como ocurre en esta nueva edición con Marta González Pérez, a quien conoció sobre la pasarela de Tenerife Moda, en 2018, y quien lo cautivó cuando le planteó en la primera conversación por whatsapp. Solo con intuir lo que le iba a proponer, ser su candidata a reina el próximo febrero, le bastó para sumarse al proyecto. «Sabía de Dani por el Carnaval», admite la joven palmera.
Daniel Pages, que se inició en la gala de Santa Cruz de Tenerife en 2012 de la mano de McDonald’s y La Opinión de Tenerife, presenta esta edición su décima candidata en representación de estas firmas, a las que suma la guardiana del cetro del año pasado en el Carnaval Virtual de la capital chicharrera que sirvió de transición para sortear las medidas sanitarias por el covid.
Tras ese paréntesis, que se tradujo en unas dimensiones más ajustadas –de un máximo de 3,5 metros–, regresan los volúmenes grandes, con lo que ello conlleva, admite Pages, para añadir su agrado por el formato que se adaptó de forma puntual en la pasada edición, dado el movimiento que permitía, sin renunciar a las imponentes fantasías de reinas, con los trajes más grandes del mundo. Mayor volumen se traduce en mayor inversión y también más trabajo; si bien en el traje de dimensiones más reducidas trabajó más el detalle y, como le gusta decir a este diseñador palmero, las pijadas. Será la vuelta a los trajes grandes con una propuesta más segura y convencional dentro de la línea del propio artista. «Mararía, la fantasía que patrocinó McDonald’s y EL DÍA-La Opinión de Tenerife en 2020, era menos convencional al tratarse de un traje tétrico, aunque en una gala de la reina todo puede pasar y puede sonar la campana y ganar con esa propuesta», explica.
«Volvemos a las reinas de gran formato, lo que se traduce en más inversión y trabajo»
De cara al próximo febrero, el creador reconoce que no será tan arriesgado. «Es un traje de reina».
En más de una ocasión el artista ha reconocido que almacena en su mente las ideas sobre las diferentes fantasías hasta que decide que ha llegado el momento y afronta el trabajo. En esta oportunidad ha variado la metodología, pues la propuesta artística la finalizó en octubre y antes incluso de que lo diera por acabado ya estaba trabajando en las piezas que
iba a llevar el traje que se presentará en febrero. «Ha sido otra forma de plantear la fantasía, porque se han ido haciendo variaciones sobre la idea original», precisa.
Al igual que ocurriera en los años 2012 y 2013, Pages vuelca todo su arte en su única apuesta para la próxima gala de la reina, pues no realizará doblete, lo que le ha permitido centrar todos sus esfuerzos en la creación de la fantasía que se desarrolla en su taller desde poco octubre, con todas las medidas sanitarias para garantizar la seguridad a su equipo, formado por una docena de personas, al que en esta ocasión se ha sumado Sofía. Este nuevo valor participó en el taller de reinas del Carnaval que impartió meses atrás Pagés, una incorporación que, llegada de El Médano, ha militado en la comparsa Tropicana y en otros grupos de cuerpo de baile y parranda.
Distanciamiento social, mascarillas, pistolas de silicona y material individualizado para miembro del equipo conforman el día a día de la labor artesanal con la que se confecciona el traje de Marta González. Otro factor a sortear esta edición es el notable incremento en los precio de la materia prima, lo que fomenta la originalidad, más si cabe.
Pages vive inmerso en su nueva fantasía de Carnaval con la ilusión de aquel niño que se enamoró de la fiesta por los trajes que veía en su casa de Los Llanos de Aridane en las galas televisadas de Santa Cruz –como los de su admirado Leo Martínez–, hasta que con el aliento de su abuela se ha convertido en uno de los referentes y grandes favoritos.
