El Carnaval de la capital tinerfeña resolverá una deuda histórica con sus reinas, título que comenzó a otorgarse en los años 1935 y 1936 como Miss Carnaval –de la mano del Círculo de Amistad XII de Enero– bajo la denominación de soberanas, y con la tutela municipal, desde 1965, cuando resultó elegida María de los Ángeles Gimbernat Hernández.
El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, y el concejal de Fiestas, Alfonso Cabello, celebraron la semana pasada una reunión con la comisión artística, dirigida por Enrique Camacho, en la que se acordó encargar al artesano Juan Gil la elaboración del cetro que en cada gala se entrega a la reina.
Nacido en 1972, este creador goza del reconocimiento por los dos estilos que caracterizan su obra: la apuesta por retomar e impulsar la tradicional argolla canaria, desde su concepto artístico, y por su producción más contemporánea.
Este chicharrero admite que el Carnaval corre por sus venas, mucho más allá del tópico. Antes incluso de su faceta como padre de dos niños a los que lleva a disfrutar de Cabalgata y coso, así como otras actuaciones propias de la fiesta, Juan Gil militó en dos murgas infantiles: Moco–Nocos, que tenía su sede en Muelle Norte, y otra histórica y aún presente en la fiesta, El Cabito, de Ángeles González Ledesma.
Juan Gil se define como autodidacta, un arte en el que se inició acudiendo al taller de su hermano político Oscar Fraiz en Lanzarote. Con el pretexto de disfrutar de la conversación, empezó a adquirir los conocimientos del manejo de ‘las cuatro herramientas básicas’, como cuenta, hasta que en 1999 logró el título de artesano, un reconocimiento oficial a una labor que ya venía desarrollando, por lo que no es ajeno a diseñar y crear.
El devenir de los años pone en valor sus joyas artesanales, con el impulso de la firma Tenerife Moda o la apuesta de diseñadores como Juan Carlos Armas por su creación o el respaldo de profesionales de diferentes sectores que buscan su complicidad. Con la misma responsabilidad de un diseñador de reina que guarda el secreto hasta el día de la gala, Juan Gil se entrega a los preparativos del prototipo de diseño del cetro que elaborará con varios materiales –entre ellos madera y plata–, en un guiño al Carnaval desde la artesanía popular canaria, y con la colaboración del lutier David Sánchez.
