El pleno del ayuntamiento de La Laguna aprobó en la tarde de ayer apertura de los expedientes de honores para reconocer la labora desarrolla en favor tanto del Carnaval de Tenerife como de las tradicionales y manifestaciones cultural y sociales del diseñador Luis Dávila y del murguero y presidente fundador del Aula de Cultura del Carnaval, el fallecido Luis Hormiga Suspi.

Luis Dávila recibirá el nombramiento de Hijo Predilecto de su ciudad natal donde, precisamente, nació un 14 de septiembre, fiesta del Cristo de La Laguna; mientras que el fallecido Luis Hormiga Suspi recibirá los máximos honores, como anunciara el alcalde de Aguere, como se anunció hace dos semanas la propuesta que ayer formalizó en el pleno de la Corporación.

Inicialmente, el PSOE solicitó los reconocimientos para el destacado murguero de Bambones, también involucrado en el impulso de la romería de San Benito, mientras que CC hizo lo propio con el diseñador lagunero. Finalmente, ambos reconocimientos han prosperado en forma de sendas mociones institucionales, con el avala unánime de todos los grupos con representación municipal.

Devolver el amor lagunero

Junto al amplio currículum con el que justificó el reconocimiento la concejala Ateneri Falero, de CC, que fue secundada por toda la Corporación municipal, intervino el presente del colectivo Santiago Darias, de El Coromoto, y que realzó no solo los valores aportados por Luis Dávila al Carnaval sino desde un punto de visto etnográfico y a las tradicionales de La Laguna, Tenerife y Canarias.

Pero el representante vecinal no se quiso ceñir a la lectura de “lo que ha hecho Luis Dávila”, porque a su juicio eso no permite descubrir lo más importante: “quién es”. Puso de ejemplo el afecto que siente un padre o una madre cuando se le pregunta por los logros conseguidos por su hijo; lo mejor, destacó: es que sea honrado, trabajador y que se haya ganado el cariño de cuantos disfrutan de la amistad de Luis Dávila, que recibirá el nombramiento de Hijo Predilecto de la ciudad de La Laguna.

Santiago Darias casi dejó en una anécdota que Dávila comenzara haciendo alfombras para el Orfeón La Paz, bajo la metodología del diseño, porque “lo más importante que es Luis siempre actúa pensando en La Laguna”, como cuando realizaba los escaparates de Almacenes Gámez, movido por su anhelo de convertir su ciudad natal en un referente para los visitantes.

También recordó que Dávila es el primer artesano muñequero reconocido por el Cabildo de Tenerife, y el ponente tocó el corazón cuando recordó en una oportunidad un empresario le ofreció comprarle toda la colección de sus muñecas. Pero Luis Dávila lo rechazó porque dijo que esas muñecas no estaban hechas para que una niña jugara y las muñecas se rompieran... Años después estas piezas integran la colección que se expone en el Museo Iberoamericano de Artesanía.

Igual ha ocurrido en su aspiración de que las fiestas no tengan una fotografía por cartel sino una de sus obras cada vez que se le ha pedido la colaboración por la que se ha distinguido, para incidir en que Luis Dávila a vestido a la mayoría de las modalidades de los grupos del Carnaval, haciendo énfasis en su murguita: Bambas. Toda una labor altruista y autodidacta para la que Santiago Darias dijo: “voten si apoyar o no este honor pensando si se mere que La Laguna quiera a Luis Dávila como él quiera a su Laguna”. No hubo resquicio de duda: apoyo unánime, porque Luis Dávila es Cultura y amor al arte, como destacó el alcalde, el socialista Luis Yeray Gutiérrez.

Suspi, el murguero solidario

El pleno de La Laguna hizo otro guiño al Carnaval para reconocer la labor de Luis Hormiga Suspi o Siso, como se le conoce en su ciudad natal. A propuesta de la concejala de Cultura, Yaiza López Landi, también se impuso la unanimidad en el reconocimiento de máximos honores para el murguero solidario de Bambones y el Carnaval, referente de la fiesta y del amor que profesó por La Laguna, Tenerife y Canarias, como lo ensalzó el presidente del Aula de Cultura del Carnaval, Pedro Mengíbar, que intervino en el turno de palabra a los vecinos. Mengíbar destacó su aportación al Carnaval, sus valores humanos y solidarios y su afán por unir al colectivo murguero y la proyección en el exterior. También ahondó en la preocupación por los valores solidarios, con cuantas recogidas de alimentos realizó; o el mimo por la Romería de San Benito, cuando creía que estaba languideciendo, sin perder de vista su pasión el Carnaval, logrando unir a las murgas primero en la Federación Tinerfeña y luego a todos los amantes de la fiesta bajo el marco del Aula de Cultura del Carnaval. No le hizo falta ser director o letrista para desde la fila engrandecer la fiesta y cuanto se proponía.