La euforia y el orgullo que dejó la gala de las guardianas contrastan con el tono reflexivo de su director, que no lanza las campanas al vuelo sino que prefiere quedarse con el buen ambiente y la aportación de los grupos, la mejor medicina frente a los ‘negacionistas’, en un formato que renovó las galas de Tamayo.

¿Satisfecho con la gala?

Sí. Después de mucho nerviosismo y sufrimiento, porque se ha sufrido mucho este año con todo.

¿Bajo ese todo incluye la politización del Carnaval?

O se quita la política de por medio y empiezan a pensar un poco más en la gente y los profesionales del Carnaval, en vez de estarlos utilizando como una herramienta política; si no se cambia esa tendencia, esto estallará algún día.

¿El resultado de la gala viene a callar bocas?

No, para nada. Con el resultado de la gala hemos demostrado que el Carnaval va mucho más allá de otras cosas, que hay un amplio número de profesionales en Tenerife con capacidad y con ganas de hacer las cosas por y para el Carnaval y, después de muchos días de intenso trabajo, nos hemos encontrado con un día, como el domingo, para saborear. Hemos podido ver juntos la gala, con los diseñadores, sus equipos y las reinas y después hacer el final. Ha sido un cúmulo de cosas. Sobre todo: el orgullo de que tanto esfuerzo ha merecido la pena.

Una de las frases más repetidas: “esto ha venido para quedarse”.

(Silencio.). Hay muchas cosas que se han planteado para probarse; llevo años diciendo que el formado de la gala es antiguo y caduco y que tiene que actualizarse. Hay muchas cuestiones que se han planteado este año para un programa de televisión y que tienen difícil cabida en un programa en directo, como la gala de la reina, hay otras muchas que pueden ser un buen experimento para plantear un espectáculo dando unos pasitos para adelante y actualizando el formato, dejando atrás un formato que tiene 30 años.

"El resultado de la gala no es para callar bocas sino que demuestra la capacidad para hacer las cosas bien"

¿Es partidario de mantener el formato del directo?

El formato del directo hay que mantenerlo porque hay gente que va a estar sentada en un patio de butacas y ha pagado una entrada y va a disfrutar el espectáculo en el recinto. Para obtener un buen resultado en televisión, indiscutiblemente necesitamos contagiar de la magia del espectáculo a quien lo está viendo en primera persona. En los últimos años hemos empezado a hacer una cabecera de gala que se veía en vivo en el recinto. Hay muchas cosas interesantes a nivel de análisis para ver su adecuación a nivel de un espectáculo como la gala en directo y sobretodo se ha demostrado que es posible traducir a lenguaje televisivo lo que hasta ahora ha sido muy complejo de tragar en televisión.

¿De qué está más satisfecho?

De la unión que se ha podido mostrar en el espectáculo; no hay nada que sea mentira de cuanto se vio. La unión de los grupos ha sido real tanto en agrupaciones como en rondallas, murgas adultas o infantiles, comparsas, grupos coreográficos... que se ha unido y han trabajado conjuntamente; se ha respirado los días de grabación un ambiente de compañerismo brutal y emocionante por el reencuentro. Eso también se ha trasladado a las reinas, que muchas de ellas estaban más nerviosas que la primera vez que se presentaron, hace ya años; todos los días de grabación ha habido mucha emoción. Y la noche del domingo, en especial, que se dejaron a un lado muchas riñas y se sentaron todos a disfrutar y ver el espectáculo, apoyándose los unos a los otros. Estaba en la torre de control y empecé a escuchar aplausos y fui para atrás y vi un público inesperado y muy deseado: los propios participantes viendo su propio espectáculo; fue muy bonito.

¿Este es el escenario ideal para las galas y concursos?

La disposición dentro del recinto ferial, sí. Este es un escenario que está planteado para un formato cien por cien televisivo y lógicamente es un formato que tiene que adaptarse a esa disposición dentro de un Carnaval más convencional. Llevo años diciendo que esta es la fórmula necesaria para poder dar pasos adelante tanto en la parte escénica como técnica para poder conseguir un mayor lucimiento de parte de los grupos en sus puestas en escenas. Las reuniones con los grupos en ese sentido han sido muy satisfactorias y han podido comprobar cómo funciona el escenario, lógicamente todavía hay que hacer muchos ajustes y es necesario trabajar codo con codo si es que esta disposición ha venido para quedarse. Como siempre, intentando sumar con el objetivo de ir mejorando poco a poco.

¿Nos enfrentamos en el futuro a dos galas: una en directo y otra para televisión?

No creo que tengamos que llegar a ese límite, o al menos de momento. La gala de la reina tiene entidad y peso suficiente para poder ser un buen producto televisivo sin perder la esencia del recinto y de lo que es. Pero hay que trabajar y encausar los caminos de otra manera e ir todos a una. Los cambios nunca son fáciles de hacer. Lo primero que necesitamos es probar. El Carnaval tiene que seguir probando y hacerlo sin miedo, tiene que arriesgarse.

"El Carnaval tiene que seguir probando y debe hacerlo sin miedo; tiene que arriesgarse"

¿Es partidario del uso de estos escenarios de pantalla led?

Tal cual está concebido este año es una posibilidad porque el nivel resolución y de contenidos, planteados para que haya realce absoluto de lo que está ocurriendo delante, es un paso, sobretodo teniendo en cuenta que la profundidad de este escenario nos permite trabajar con el led como no se había hecho hasta ahora. Tal vez hace falta un poco de corpóreo para dar oxígeno en todo el conjunto.

¿Echó de menos el corpóreo?

No, porque estábamos haciendo un programa de televisión que requería el plató que creamos. Ahora mismo hay que pensar un escenario para acoger concursos, galas... y para que haya un común denominador y todos puedan funcionar bien. Utilizamos el escenario que requería el espectáculo que permitió que los propios participantes que no estaban fueran los protagonistas en el escenario.

¿Qué fue lo más complicado de montar artísticamente?

La idea de que el artista invitado estuviera en el opening la tengo en la cabeza hace mucho tiempo porque aporta mucho, sobretodo teniendo en cuenta la complicidad que Carlos Rivera con el Carnaval. Lo más difícil ha sido la lucha contra los elementos. Nos hemos encontrado que hemos tenido que tomar decisiones vinculadas con la pandemia pero también vinculadas a no generar problemas. Nos hemos encontrado con un movimiento que no quería que esto ocurriera bajo ninguna circunstancia y nosotros lo único que queríamos era trabajar en orden por nuestro Carnaval cumplimento con la normativa.

¿Sintió rechazo?

Hubo un momento que se generó mucho rechazo y los grupos ayudaron a mitigarlo cuando empezaron a responder a ese rechazo porque se estaba escuchando más el no que el sí. Me ha dado mucha pena porque se mezclan las cosas y se llevan a un punto al que nunca hay que llegar y hay batallas que se tienen que librar donde se tienen que librar y no incluir algo que representa tanto como es el Carnaval; ha sido lo más difícil: sacar fuerzas todos los días para no perder la creencia en el proyecto. Siempre ha habido mucho apoyo, aunque sea en el silencio, desde el respaldo de grupos al del Ayuntamiento, que ha sido fundamental.