Las nuevas tecnologías se han convertido en la tabla de salvación para sortear el distanciamiento social que se ha impuesto como medida sanitaria para evitar el Covid. Este año no habrá concurso de murgas, pero el equipo de dirección de Enrique Camacho reunirá a representantes de todos los grupos críticos, que formarán la murga de todos. Desde hace ya quince días están ensayando, solo que el local, “escenarios de mil fantasías” (Bambones), es la casa de cada uno.

Una vez Fiestas decidió emprender una programación virtual para un Carnaval que no va a salir del televisor, el equipo de dirección de Enrique Camacho afrontó el reto de preparar actuaciones inéditas para el espectáculo Santa Cruz, corazón del Carnaval, que emitirá Televisión Canaria y para toda España y por el Canal Internacional, Televisión Española.

Nació la murga virtual o la murga de todos. Sin el calor del local de ensayo, habría que preparar un tema, aprenderlo, corregir vicios, interpretarlo, montarlo y empastar las voces de los componentes de las 23 murgas adultas y 21 infantiles. Pieza clave en este engranaje para unir equipo de dirección y murgas es Raquel García, letrista y directora musical en su época de Clónicas e inmersa en decenas de proyectos murgueros, con la experiencia de haber realizado montajes con Camacho.

Primeros pasos

Los preparativos para conformar la murga virtual se iniciaron en septiembre u octubre del pasado año, cuando Raquel García se reunión con Enrique Camacho y juntos acordaron la actuación conjunta de todas las murgas. Esta experiencia se llevará por igual en la modalidad adulta y en la infantil. Con los mayores, el director musical Pablo Moreno –alma mater de ese apartado en Zeta-Zetas, en su esplendor, y desde el año pasado en las filas de Bambones–, y con los niños, Lolo Tavío, componente de Bambones y director musical de Triquikonas, Klandestinas y Retorciditos, entre otras.

Con Raquel García al frente y ya decididos los directores musicales, era preciso conformar la mesa de letristas, que, bajo la premisa marcada por Camacho, quería combinar el contenido mágico de cada uno de los estilos de los grupos críticos y su idiosincrasia.

Después de invitar a participar en el proyecto a Víctor Asensio, de Diablos Locos; Javi Nóbrega, de Bambones, o Airam Bazzocchi, de Mamelucos, finalmente la mesa de letristas para la canción de la murga virtual adulta quedó conformada por David García (Burlonas y Triquis), Santi Martel (Zeta-Zetas) y Gara García (Tras Con Tras). Un tres en uno que permite unir la crítica con el sello de David García, el sentimiento que incorpora y caracteriza el trabajo de Santi Martel y la frescura y la visión más comercial de Gara García, que demostrara en su Canción tuiteada. Estaban las bases para armar la estructura de la letra, solo había que sazonar para conseguir de cada uno lo mejor de sí, máxime porque trabajaban juntos, sin el espíritu competitivo ni la necesidad de lograr un premio, pero con la responsabilidad de elaborar una canción de murgas que toque corazones y sea la tarjeta de presentación de la murga y el Carnaval donde se vea. Y en un tiempo récord, pues los letristas no contaban con el mes que se suele tardar en elaborar una canción, sino que había que dar forma en cuestión de días de una semana, después de seleccionar juntos, incluso, las melodías musicales.

En la primera reunión se realizó una tormenta de ideas que permitió definir la estructura de la canción de cuatro minutos de duración. Así, Raquel García emplazó a los letristas a hacer cada uno un tema. Se fueron al rincón de pensar, con tres músicas marcadas.

Quién es quién

Al regreso, cada uno presentó su trabajo y Raquel se limitó a coger la estrofa que más le gustó de cada uno y armar el tema, que aúna crítica, sentimiento y frescura. Se dio la anécdota de que Gara García no recordaba la tercera música, lo que no fue obstáculo para ella, e hizo su mejor versión, con esa invitación a la gente para que se disfrace y se asome a sus balcones anunciando Carnaval.

En paralelo, se trabajó en la letra infantil, una labor desarrollada por Yone Expósito, no sólo director de la adulta Trabachones que se estrenó con gran éxito en 2020 sino por su aportación a la cantera desde Castorcitos; el propio David García e Idafe González, letrista de Diablos Locos y de Mamelones.

No han venido los Reyes Magos, el pasado 6 de enero, y el grupo trabaja con frenesí. Por una parte, la elaboración de las letras, para luego ensamblar en paralelo la guía de la percusión que permitirá a los murgueros seguir el compás. De nuevo, Raquel García, en su condición privilegiada de ojeadora después de tantos años vinculada a la fiesta, pide la aportación de Josito, de Burlonas, y de Aythami Aguilar, que demuestra magisterio en baquetas tanto en Burlonas, su murga, como en Zeta-Zetas. ¿Por qué estos letristas y no otros? Simplemente por el grado de complicidad y conocimiento de ellos con Raquel: una mirada de ella bastará para retomar el compás. Hay letra y el compás está marcado con la melodía que han adaptado desde su estudio doméstico –envidia de algunos profesionales– que tienen Pablo Moreno y Lolo Tavío, uno en la modalidad adulta y otro, infantil.

En la semana del 11 de enero, ya Raquel ha hablado con los representantes de las murgas adultas e infantiles para solicitar, siguiendo las necesidades que establecen Pablo Moreno y Lolo Tavío, que cada formación crítica envíe a dos componentes en el caso de adultas y uno, en niños, que deben de atender a una tesitura: bajo, barítonos, tenor primero o segundo...

La murga adulta

Ya en la segunda semana de enero está configurada la murga virtual adulta: Juan Carlos y Jose El Rubio, de Arremangados; Pedro El Chino y Juanmita, de Bambones; Arecida y Yelén, de Burlonas; Javi y Kevin, de Chinchosos; las hermanas Yazmina y Rut, de Desatadas; Foche y Andresito, de Diablos Locos; Vito y Yuli, de Diabólicas; Tamara y Mónica, de Klandestinas; Ruymán y Ramón, de La Traviata; Lucas y Xanny, de Mamelucos; Gisela y la mismísima directora Keila Jerez, de Marchilongas; Elena y Natay, de MasQLocas; Arantxa y la histórica directora Laura Sierra, de Ni Muchas-Ni Pocas; Sergio, de Ni Pico; Richard y Figueroa, de Tiralenguas; Jazael y Tino, de Trabachones; Diego y Dani, de Trapaseros; Tatty y Ani, de Tras Con Tras; el director musical Javier Suárez Plaza y Alberto Bonilla, de Triqui-Traques; la percusionista Cassy, en labores de canto, y Joselyn, de Triquikonas, y Anisu y Toño Sometimes, de Zeta-Zetas, son los componentes de la murga adulta, a los que se han sumado Aday y Grego, de La Sonora, que se iba a estrenar en el Carnaval 2022, y de la mismísima Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá, caso de Rafael Flores, el vocal de la nueva directiva de Cristóbal Reyes que se encarga de las relaciones con los medios de comunicación. Y que también hará murga virtual.

Muchas curiosidades y cariño en esta representación de la murga virtual, donde convive la representación de la murga decana, Ni Fú-Ni Fá, con la que inicia sus pasos sesenta años después, La Sonora, de Carlos Estévanez; o dos hermanas, Yazmina y Rut, que aprovechan que son convivientes para ensayar juntas. O el mismísimo Pedro El Chino, o Ani Tras Con Tras, o el director musical de Triqui Javi Suárez Plata, o las directoras artísticas Keila Jerez, de Marchilongas, y Laura Sierra, de Ni Muchas-Ni Pocas, en la fila virtual.

La murga infantil

La cantera también contará una nutrida representación para la canción que presentará en el espectáculo Santa Cruz, corazón del Carnaval. En colaboración de los representantes de las murgas infantiles, la representación de las nuevas generaciones están en manos de Carlota y Keyla, de Carricitos; Andrea y Ayelén, de Castorcitos; Sarita y Náyade, de Chinchositos; Zaira y Natalia, de Distorsionados; Nayare y Zianya, de Distraídos; Carlitos, de El Cabito; de Katia e Ione, de Frikywiky’s; Adriana y Yaritza, de Guachipanduzy infantil; de Carla y María, de Lenguas Largas; de Daniela Pérez, de Mamelones; de Haridiam y Elisa, de Minivirgues; de Elizabeth y Nerea, de Pequepotras; de Esther y el mismísimo director Óliver Yanes, de Pita Pitos; Gisel, de Rebeldes; Zulay, de Rebobinados; Brenda y Nayara, de Redoblones; Ainhoa y Valeria, de Retorciditos; Mireia y Selena, de Revoltosos; Claudia y Ainara, de Sofocados; la directora Valeria Vera, de Tiralengüines; y Adrián y Johalet, de Triqui-Traquitos. También mucha intrahistoria en la murga virtual infantil.

Desde el ejemplo de Óliver Yanes, director de Pita-Pitos, demostrando tener la ilusión de un niño para cantar con los pequeños que representarán a la cantera, a aquellos componentes de murgas infantiles que en el Carnaval 2021 habrían cumplido 18 años y, por tanto, sería su última edición en fila, por lo que su murga los ha designado para que se despidan en representación de su sociedad siendo parte de la murga virtual.

Más carga emotiva si cabe. El Carnaval 2021 hubiera significado el retorno de murgas como la laureada Distraídos, de Tana Rodríguez, así como Revoltosos, de Yazmina Alonso, que se reencontrarán tras un año sabático, eso sí, representada por dos componentes designados por el grupo.

La hora de la verdad

El próximo 26 de febrero se graba la actuación conjunta de murgas adultas, y el 27, la infantil; todos los componentes con mascarilla y distanciamiento de un metro y medio; disfrazados y maquillados.

Para el director musical de la murga adulta virtual, Pablo Moreno, se afronta el reto con ilusión: en un mismo grupo se encuentran miembros de la era digital y alérgicos a la tecnología. Futuros ensayos, ya sin Covid, podrían alternarse entre ensayos presenciales con virtuales. Eso sí, nada suple el contacto físico. Pablo Moreno, sinónimo de garantía y éxito.

El director musical de la murga virtual infantil, Lolo Tavío, se mostró a favor de los ensayos presenciales, al margen de esta incursión motivada por el Covid; de hecho, recuerda que recibe a diario los audios para supervisar y corregir el trabajo de cada niño. Explica que los pequeños están entregados a los ensayos y pendientes si empastarán voces el día de la grabación de la actuación o habrá una sesión en estudio.

Santi Martel, letrista de Zeta-Zetas, admite que ya los equipos de trabajo habían acudido al trabajo en grupo del Whatsapp; tal vez solo ha sido incorporar el zoom. Pero marca la diferencia, una cosa es hacer la letra, y otra muy diferente es el ensayo, que es mucho mejor que continúe presencial. Eso sí, como mal menor y para sortear la crisis, están satisfechos con la experiencia y con la responsabilidad de que van a representar a todos.

Ni el Covid mengua la ilusión de seguir dando la murga... virtual, con el orgullo que cada componente representa a su murga y juntos, a la esencia del Carnaval.