El consejero-delegado de la Sociedad de Desarrollo en el mandato anterior, Alfonso Cabello, ha vivido 48 horas intensas. El lunes fue el pleno de la moción de censura que supuso el retorno del alcalde Bermúdez, y de su equipo de gobierno. Por la tarde, el jefe de filas nacionalistas citó a sus concejales uno a uno, con los que departió quince minutos, para conocer sus preferencias y en la mañana del martes 14 hizo público el reparto. Desde esa mañana, Alfonso Cabello se convirtió en el decimoctavo responsable político de la organización del Carnaval desde que existe esta competencia, en el año 1961.

Con cuatro años de experiencia en gestión pública al frente de la Sociedad de Desarrollo, Cabello hereda la planificación del próximo Carnaval condicionado, en primer lugar, por el protocolo Covid-19 y, en segundo, por saber si ratifica las decisiones adoptadas por su predecesor, el socialista Andrés Martín.

Hasta la fecha, la nueva edición tiene motivo, Carnavales del Mundo, que fue elegido por concurso público; así como la escenografía, que se presentó el pasado fin de semana para el recinto ferial, una creación de Javier Torres Franquis, el diseñador de Mamelucos y Mamelones más laureado en la historia. El decorado, que se desveló el sábado, 48 horas antes de la moción de censura, aúna los tres meses de teletrabajo, aprovechando el confinamiento, tanto de Torres Franquis, como el director técnico del Carnaval, José Luis Rodríguez Tote; los responsables artísticos de las galas -hasta la fecha- Marcos Marrero y María Díaz, el responsable de Sonido, Carlos Mas, y el aparejador de Fiestas, que idearon un escenario a la medida de un formato de gala.

Junto al motivo y al escenario, Martín Casanova también convocó antes de la censura el concurso para elegir el cartel para 2021, cuyo plazo de presentación expira el día 23. Luego Fiestas deberá designar un jurado que se encargará de elegir la decena de obras de mayor calidad y que se someterán a votación popular en internet.

E Mercedes Férez, la gerente favorita. Junto a la elección del cartel anunciador, el otro trámite que quedó pendiente de formalizar fue la designación del director gerente de Fiestas, que quedó vacante al inicio del mandato de Patricia Hernández por destitución.

Al concurso de libre designación para cubrir la plaza de José Ángel Alonso se presentaron una docena de candidatos, siendo Mercedes Férez Siejo la mejor posicionada; de hecho, el 9 de julio pasado Andrés Casanova dirigió la propuesta para su designación como directora gerente de Fiestas. Licenciada en Derecho por la Universidad de La Laguna en 1998, está en posesión del Máster en Prácticas Jurídicas por el Colegio de Abogados de Alcalá de Henares 2001 y otro, en 2007, como Formador de Formadores. Especializada también en la gestión fiscal y contable de asociaciones, además de en la justificación de Subvenciones, Estructuras y Diseño de Proyectos Sociales, también está vinculada al mundo del diseño.

Junto a su actividad como letrada, desde 2011 desarrolló su faceta como estilista y desde 2013 dirige la agencia de modelos, producciones y comunicación vinculada con la moda Olé Group. El concurso para designar al nuevo responsable técnico de Fiestas deberá ser ratificado por la Junta de Gobierno antes del día 23.

El camino andado. Martín Casanova realizó durante un mes una quincena de reuniones con murgas adultas e infantiles, comparsas, rondallas, agrupaciones musicales, coreográficas, diseñadores, canción de la risa y carroceros y coches engalanados. La principal conclusión, la posibilidad de retrasar un mes el Carnaval, de enero a febrero; no respetaría la Cuaresma pero acabaría la Semana Santa. El nuevo responsable de Fiestas es partidario de esperar a septiembre antes de decidir.

Diseñadores. De las últimas reuniones de Andrés Martín bajo la sombra ya de la censura. Accedió al compromiso de Bermúdez y Gladis de León con los creadores durante el confinamiento: 6.000 euros de aportación a diseñadores de reinas adultas y 2.000 por presentar infantil y/o tercera edad.

Murgas adultas. Después de reuniones contradictorias, promueven atrasar un mes el Carnaval. Fijaron ver en septiembre la situación partiendo de un máximo -tres fases y final-, que podría atemperarse según incidencia del virus y las posibilidades para ensayar. Solicitaron cobrar contratación aunque no hagan concurso sino exhibición y plantearon el sábado de comparsas para celebrar su final. Dos altas: La Sonora y Recatados; una baja, La Traviata.

Comparsas. Cambian concursos -escenario y Ritmo y Armonía- por exhibición, y mantienen la contratación. Rechazan ceder su sábado en favor de la final.

Agrupaciones musicales. Mantienen el concurso y piden el día de las comparsas, máxime porque ellas prefieren exhibición.

Rondallas. Acuerdo para celebrar concurso, aunque fuera en recinto ferial y concha acústica, pendiente de la evolución del virus.

Murgas infantiles. Defienden concurso, aunque tomarán como referente las clases extraescolares y el protocolo de Educación.

Grupos coreográficos. A favor de mantener los tres premios al disfraz y abren la posibilidad a bajar el mínimo de componentes.