La misma mañana que la nueva mayoría política en la capital tinerfeña registraba la moción de censura en el Edificio Fides, el todavía concejal de Fiestas, Andrés Martín Casanova, se reunió con la Asociación de Diseñadores del Carnaval que preside Santi Castro, un colectivo con el que las carnestolendas "mantiene una deuda histórica", según les reconoció. Durante el encuentro, en el que Casanova planteó las tres posibles fechas de celebración del Carnaval -en la fecha fijada por la Cuaresma, con el protocolo Covid; retrasarlo un mes, como piden las murgas; o celebrarlo en junio-, los diseñadores solicitaron al responsable de la organización saldar una deuda histórica.

En un documento de cuatro puntos que fue estudiado el lunes de la semana pasada por la directiva y trasladado a todos los creadores el viernes, la Asociación hace suya la propuesta que surgió durante uno de los contactos a través de Zoom que mantuvieron los anteriores alcalde y concejala de Fiestas durante el confinamiento con los propios creativos: la concesión de una "subvención" a la única modalidad del Carnaval que no cuenta con recursos económicos para paliar su esfuerzo, sino solo con el patrocinio de las firmas comerciales y empresas.

La asociación demanda que Fiestas conceda 6.000 euros a quienes diseñen una reina adulta y 2.000 por crear fantasías para mayores o niñas. "Se considerará como una contratación por servicios prestados del diseñador hacia el Organismo Autónomo (...). Para optar a esta aportación el creador debe aceptar las bases y presentar traje", pudiendo optar quien en los últimos tres años haya presentado un mínimo de dos candidatas, no siendo necesario que sean consecutivos. Siguiendo el modelo histórico que caracteriza la relación entre Fiestas y grupos, la contratación a los diseñadores que presenten reina se abonaría en dos pagos -el primero, al inscribirse y firmar la aceptación de bases, y el segundo, concluida la celebración del Carnaval-.

Junto a la contratación, los diseñadores ahondaron en otras tres propuestas durante la reunión del lunes con el concejal de Fiestas: la fechas de celebración de la gala, la publicidad y una exposición.

Dada la incidencia de la pandemia y la preocupación sobre la evolución de la crisis sanitaria, ante el temor de un rebrote, los diseñadores compartieron su preocupación por el coste que le supone alquilar una nave para la realización de las fantasías. De ahí, la necesidad de saber cuándo se celebraría el Carnaval, una decisión que compete a la organización, y se mostraron más preocupados con que el calendario se pueda aplazar a después de junio, po lo que supondría ampliar el alquiler de las naves en las que trabajan en la confección de sus trajes; "no es lo mismo mantenerlos en servicio hasta enero o febrero, que seguir pagando hasta junio", explicaron.

Por ello, plantearon a Fiestas si estaría dispuesta a facilitar un lugar para almacenar las fantasías en caso de que las circunstancias obligaran a aplazar el calendario. Andrés Martín Casanova insistió en que todavía no se ha decantado entre los tres escenarios posibles que se baraja para el próximo año y precisó ser cauto, tomando decisiones sin precipitarse y conforme a cómo evolucione la situación. En principio, la posibilidad que más agrada a organización y grupos es retrasar un mes el calendario del Carnaval 2021 a febrero, aunque no respete la Cuaresma.

Ante la posibilidad de que las medidas de seguridad impidan la celebración de los actos en la calle y sí tenga lugar concursos como la gala de la reina, los diseñadores sorprendieron con la propuesta de una exposición gratuita con todas las fantasías de las tres categorías (reinas infantiles, adultas y de la tercera edad). La idea pasa porque, después de la gala adulta, se celebre una exposición en la nave principal del recinto ferial y los diseños infantiles y de mayores en los bajos del edificio de Santiago Calatrava. Incluso, dejan abierta la propuesta a que se incluyan disfraces de los grupos participantes en la próxima edición, ampliando la oferta con la infraestructura del propio escenario que se instale -diseño que ha sido encargado a Javier Torres Franquis-, más sonido y cartelería propia para el acto.

Otro de los asuntos planteados por los diseñadores se refiere a la demanda de apoyo de la organización para que cuide las firmas patrocinadoras de sus fantasías, algo que ya llueve sobre mojado. "Pedimos una vez más la proyección de los logos de las empresas en las pantallas del recinto ferial durante la celebración de los concursos y en diversos soportes, en calles, escenarios...", en función de las posibilidades que permita la próxima edición del Carnaval.

Los creadores insistieron en la necesidad de que la organización mime a las firmas patrocinadoras, a la vez que confían en que la organización acceda a sus demandas, lo que vendría a saldar la deuda histórica que reconoció el concejal de Fiestas. Desde la asociación reiteran que el pago de la contratación fue una idea que surgió en los contactos Zoom, por lo que confían en la viabilidad de la idea.