Los representantes de las murgas adultas y el concejal de Fiestas, Andrés Martín Casanova, celebraron ayer la segunda reunión que se había convocado para avanzar en las bases de un concurso de máximos -ajeno a los condicionantes del Covid-19- y que derivó en la solicitud de aplazar un mes el inicio de la próxima edición del Carnaval, como le plantearon los colectivos críticos a la organización para sortear la crisis sanitaria.

Fue una sesión maratoniana que se prolongó durante casi tres horas y que se dividió en tres partes. La primera se limitó al orden del día, la presentación de las propuestas a las bases del concurso, ante los intentos de los portavoces de las murgas de que este asunto quedara relegado para una tercera reunión, como finalmente accedió el concejal de Fiestas. No obstante, Andrés Martín Casanova puso en valor el esfuerzo realizado por las murgas Trapaseros y Triqui-Traques, que fueron las únicas que presentaron enmiendas a las normas del concurso, por lo que pasó a dar lectura a estas iniciativas para el conocimiento del resto de la modalidad.

Después de dar lectura a las propuestas, el concejal les recordó a las murgas que han tenido 10 días para presentar sus modificaciones y accedió a que planteen las alternativas para un certamen idílico, a la vez que les anunció que tiene previsto convocar en la primera quincena de julio el consejo del Organismo Autónomo de Fiestas para aprobar las bases -que se quedarían abiertas, a la espera de la incidencia de la crisis sanitaria-, como paso previo a abrir el plazo de inscripción el 15 de julio.

Propuestas de Trapaseros y Triqui. La sociedad de Los Realejos plantea incorporar en las bases que se regule si el número de figurantes es igual que el de componentes -85-, especificando si los que suban a cantar en la fase deben ser los mismos que participen en la final. Otro de los asuntos planteados por Triqui fue dirigirse a la organización para que designe personas que se encarguen de verificar que el atrezo y el número de componentes de cada murga se ajustna a las bases, después de la polémica suscitada en la pasada edición porque Zeta-Zetas llevó al límite las normas del concurso.

Este punto reabrió la confusión entre murgas, con acusaciones veladas de que el año pasado se incumplieron las bases, y señalaron al concejal como responsable, al exigir que se designe a un notario que se encargue de que cumplan las normas y se sancionen. El edil dijo en ese momento que el espíritu de la organización no es penalizar, sino que convoca un certamen para la exhibición del ingenio. Entre los momentos más llamativos de la reunión, cuando el director de Zeta-Zetas, Javi Lemus, pidió a Fiestas que velara por el cumplimiento de las bases, cuando era el centro de las críticas veladas de sus compañeros.

La carta del 'café Mamelucos'. El segundo punto de la reunión consistió en la presentación de los cinco puntos en los que los murgueros han resumido su postura respecto al formato de concurso para adaptarlo a la crisis sanitaria, en lo que ellos denominan la desescalada murguera. Cabe recordar que en la primera reunión con el concejal se mostraron a favor de una exhibición -término que ayer el concejal dijo que prefería cambiar por el de festival-; eso motivo el café Mamelucos, que Javier Lemus tradujo en un decálogo que compartió en el grupo de whatsapp que se creó el jueves como el nombre de Murgas Propuestas. El decálogo quedó limitado a cinco puntos presentados ayer.

El primero, las murgas solicitaron a la organización pabellones o espacios amplios para poder ensayar hasta 110 componentes, número máximo de las murgas, porque insistieron en que las formaciones más numerosas no están por la labor de hacer ERTE en sus filas con tal de subir a cantar.

El segundo punto, la desescalada murguera pura y dura. En función de la evolución de la crisis sanitaria, dejan abierta la posibilidad de aplicar el modelo de las murgas infantiles -dar los premios después de fases sin final-; cantar dos temas en fases y uno en final; un tema en fase y dos en final; una canción en case y otra en final o incluso... limitar todo a una exhibición. Ante esta propuesta, el concejal hizo un alegato en favor del Carnaval. Poniendo en valor la salud de componentes en públicos, pidió no precipitarse a la hora de tomar la decisión, lo que suscitó la intervención del representante de La Traviata, Moisés Álvarez, y del portavoz de Chinchosos, Sergio Eiroa. El segundo, incluso, recordó su etapa como concejal en el Ayuntamiento de La Laguna y como director general de Juventud en el Gobierno de Canarias. El concejal de Fiestas insistió en no precipitarse pero sí trazar un calendario acorde a cada situación, porque "parece que unos quieren que les digan que no va a haber concurso, y otros, que se va a celebrar una exhibición, y otros, que va a haber concurso".

Sergio Eiroa acusó al concejal de rehuir la decisión sobre el concurso y poner la "pelota" sobre el tejado de las murgas. El edil de Fiestas recordó que había planteado tres propuestas y la reunión de ayer era para debatir las bases de un certamen idílico.

Dentro de la desescalada murguera, las murgas sorprendieron al solicitar que "tengan derecho a cobrar la contratación, tanto se lleve a cabo el concurso o se lleve a cabo la exhibición", con un único requisito: "la obligatoriedad de sacar nuevo disfraz". Ahí el concejal también recordó que en las bases no se fija que el traje sea nuevo, a diferencia de las letras, que si se especifica en las bases que sean inéditas. En ningún momento se escuchó al portavoz de Bambones, Juan Antonio Rodríguez.

En el cuarto punto, se planteó hacer cuatro fases eliminatorias y una final, que se trasladaría del viernes al sábado. El edil le advirtió del sobrecosto que suponía hacer una cuarta fase y le explicó que hay medios técnicos que permiten desinfectar de manera rápida los micrófonos, lo que no justificaría una cuarta fase, y precisó que por este año se podría hacer la final el sábado.

Por último, las cinco propuestas de las murgas se resumen en que el Carnaval se retrase un mes, con lo que las murgas proponen que Fiestas no respete el tradicional calendario que viene marcado por la Cuaresma. Así la semana del concurso de murgas adultas sería la del lunes 15 de febrero, y curiosamente el miércoles 17, miércoles de Ceniza, en vez de celebrarse el entierro de la Sardina se organizaría la tercera fase, en la que se conocerían los nombres de las ocho finalistas del sábado.

El concejal recordó que retrasar un mes la celebración del Carnaval 2021 era una de las dos propuestas que ha planteado a todos los grupos, y recordó que falta aún reunirse con la Canción de la Risa, las carrozas y los coches engalanados y los diseñadores, a la vez que precisó que un cambio de este calado pasa por una consulta a todas las modalidades, aunque se mostró dispuesto a asumirlo. Eso sí, "hay que decidirlo ya para que la fecha aparezca correcta en el cartel y se fije en el calendario la fiesta local del Martes de Carnaval correcto". Después de tres horas, el director de Desbocados, Juani Padilla, cuestionó que se estaba hablando de un concurso cuando "todos sabemos de la dificultad que supone ensayar, casi un imposible". Y planteó por qué no poner 60 micrófonos para evitar un ERTE en las filas murgueras. De nuevo, se tambaleó el consenso.