A falta de dos días, se rematan los preparativos en el taller de Las Burras de Güímar. Este colectivo heterogéneo muestra ya los resultados de semanas de entrega. Quedan atrás los nervios y la maquinaria funciona como un reloj. Niños, trabajadores, estudiantes de la Universidad se suman y se ponen al día sobre las novedades de la edición de este año que saldrá a la calle este sábado, desde San Pedro Arriba y luego a la plaza, donde se realizará la recreación.

Se pretende volver a los orígenes de este acto, compaginando con el devenir de las últimas representaciones. Las Burras de Güímar son, por definición, anárquicas dentro de un aparente desorden, pero siempre dentro de un esquema muy definido que este año potencia su mentor, Javier Eloy Campos, que regresa con la sabiduría de la experiencia y la fuerza de la juventud que impulsa el colectivo de Las Burras.

Muchos güimareros han participado ya en Las Burras alguna vez y las sienten como algo propio, contagiándose de esa lucha entre el bien contra el mal. Sacar a las Burras es el resultado de la pasión; todos las sienten como algo muy propio, y las aderezan con sus propias vivencias.

Mientras, se ultiman unas alas de diablo o las campesinas buscan lonas y sombreras, se va empezando a dibujar en la mente del colectivo la celebración del 30 aniversario de Las Burras, en 2022.