¿Le hace ilusión recibir este premio?

Sí, claro. Viniendo de quien viene, de los profesionales que escriben sobre la propia fiesta, es un honor para mí. Pero en estos casos siempre digo lo mismo: le robé mucho tiempo a mi familia y por se lo dedico a ellos, así como a todos los que caminaron junto a mí en todos estos años.

¿Este tipo de reconocimientos son de los que retiran a uno, o Toño El Chocolate

En absoluto es para retirarme. Este año ya hice un amago de aportar una idea, y tengo cosas guardadas y que me llaman la atención, por lo que no sería de extrañar que pudiera escribir de nuevo. Incluso, si tengo el tiempo que quisiera, el año que viene, porque ya ha habido algún que otro colectivo que ha contactado conmigo. Ideas hay y creo que las podría plasmar sabiéndome adaptar a los nuevos tiempos.

Hablando del pasado. ¿Alguna letra de la que se sienta especialmente orgulloso a lo largo de todos estos años?

Me quedo con varios temas. Uno me dejó especialmente marcado. Fue en 1982, el segundo año de Mamelucos, pero el primero en el que sacamos el libreto. En él escribimos los éxitos del año anterior, y entre ellos estaba uno que no llevamos a concurso con una música, Banderita, del ejército español, y en el que hablaba de lo que estaba sucediendo en Santa Cruz con las pintadas, la bandera de las siete estrellas, y los godos. Eso me costó, con 18 años, que me citaran en comisaría y luego tener que acudir al juzgado. Aquello quedó en nada, e incluso el funcionario de turno, cuando preguntamos el motivo de la llamada a capítulo, nos dijo que lo mejor era dejarlo todo como estaba. Reconozco que me acojoné con todo aquello. Al final fue un ejemplo de que todavía en ese año había restos del franquismo. También me quedo con el 89, con uno de los mejores coros que tuve en la murga, y con los arreglos del maestro Carlos Mas, le cantamos a Canarias y nos cuadró. O el año de pescadera (2004), de esos años en los que no te importa no ganar nada porque creo que acabamos logrando un objetivo importantísimo, que es que el Entierro de la Sardina se siga celebrando el miércoles de Ceniza. Pensamos que había que denunciar tanta manipulación política que se estaba haciendo de la fiesta, o el querer cambiar el Entierro por un capricho; y lo llevamos hasta el final. Y por supuesto, La Barriada (2009), pese a tener a más de media murga en contra porque no veían el tema. Ahí tuve el apoyo de Richar Casanova, que entendió que no debía haber nadie dirigiendo, algo que no se había hecho nunca. Un reto diferente, como quizá haga Zeta-Zetas, que gusta más o menos, pero son diferentes. No tuvimos premio, pero te quedas con los comentarios unánimes de la gente.

¿Y a usted cómo le gustaría que le recordaran y definieran como letrista?

Sobre todo por tratar de defender la esencia de la fiesta, porque no me han gustado cosas que se hicieron en su momento, ni otras que se están haciendo ahora. No concibo que el Carnaval sea tan politizada, ni que usen a los propios grupos, o que se cambien criterios de forma radical porque su antecesor lo hacía de una forma determinada. ¿Cómo es posible que los grupos solo tengan una actuación oficial? Quien esté dirigiendo la fiesta, que se lo haga mirar bien. Está bien recuperar lo de cantar en la calle, en una esquina, pero a veces es imposible por los comercios. Entre todos debemos cuidar y mimar esto; analizar bien, desde abril, las posibilidades de la ciudad para hacer el mejor Carnaval. ¿Qué pasó en la Cabalgata? ¿Cuál es la excusa? ¿Qué llevamos solo unos meses? Aunque con los anteriores también ocurría. No se ponen medios y están provocando que la gente huya de muchos actos. Si solo estamos para la foto, mal asunto.

Por lo que le entendí antes, no le disgusta el estilo de Zeta-Zetas.

No me disgusta para nada. Aunque sí intentaría no cargar tanto su puesta en escena. Por ejemplo, el contenido de su primer tema de la final no es nada mala. Pero si la canción la ves allí o por la tele, tanta letra moviéndose de un lado para otro hace que te pierdas. Todo evoluciona, está claro, pero debemos medir esa evolución para que, sobre todo, no se pierda el contenido, que es la esencia de una murga. Que se cuide la letra y el mensaje. Como por ejemplo hace Bambones; aunque ya luego guste más o menos.

¿Ve a Zeta-Zetas en disposición de aguantar este estilo durante muchos años más?

Eso dependerá mucho de su ilusión y la cabecita que tengan. Están apostando por cosas que para muchos eran imposibles de hacer.

¿Con qué se queda, con los Mamelucos de finales de los 80 y principios de los 90, o con los de los últimos siete u ocho años?

Son diferentes. Un amigo mío dice que hace 30 años cantó una murga. Y ahora se conjunta el arreglo con la letra, y Mamelucos sigue siendo una muy buena murga a la que siempre hay que tenerla en cuenta. Evidentemente me quedo con la época anterior, pero también con la evolución que han tenido, e incluso espero que mejoren. Nunca podría desear nada malo de algo de lo que yo he sido fundador y de lo que me siento orgulloso.

¿Lo están poniendo fácil los nuevos gobernantes para escribirles sobre su gestión en el Carnaval

¿Para mí? Lo tienen a huevo. No hay más que extenderse. Lo tienen a huevo. Son nuevos, acaban de llegar y a todo el mundo hay que darle oportunidad, pero hay cosas que son tan obvias... No es copiar o hacer lo contrario de los anteriores. Es que están haciendo buenos a los anteriores, y mira que yo tenía diferencias con esas corporaciones previas.