La suspensión del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife por la alerta meteorológica por vientos no afectó al concurso de Ritmo y Armonía. Las comparsas de la fiesta chicharrera desfilaron por la Avenida Marítima de la capital chicharrera en uno de los certámenes más populares del programa, bajo un manto de tierra y polvo y que transcurrió en el mismo lugar pero con una dirección diferente, del Cabildo hacia Anaga.

No deslució ni un ápice el baile de las siete formaciones que concurrieron a concurso, que pese a la dificultad de realizar este desfile con estas condiciones ambientales, se entregaron sobre el asfalto para mostrar lo ensayado y alzarse con uno de los galardones.

Siguiendo el mismo orden del concurso celebrado el pasado sábado 15 de febrero en el Recinto Ferial de Santa Cruz de Tenerife, en el acto de anoche retumbaron las batucadas Tropicana, Rumberos, Danzarines Canarios, Bahía Bahitiare, Cariocas, Tabajaras y Joroperos. Ellos cambiaron el polvo en suspensión de Santa Cruz de Tenerife por su brillo, no solo en el vestuario tan característico sino también por demostrar su pasión por las carnestolendas.

Así lo agradeció el numeroso público que se congregó a lo largo del recorrido, que también decidió ignorar la calima para disfrutar del ritmo más popular del Carnaval. Hicieron frente además a la brisa que ya a esas horas comenzó a soplar en la costa de la ciudad y que amenazó con imprimir más velocidad al desfile. Como si con el sonido que marcan las batucadas no fuera suficiente para acelerar los corazones de los carnavaleros.

Con una puntualidad exquisita empezó a sonar el primer retoque de tambor. Institivamente el publico que se concentraba en la Plaza de España, ayer punto de partida, comenzó a acompañado con las palmas. Así arrancó el concurso con unos grandes protagonistas: Tropicana Infantil, en medio de un cañón de confetis.

El colectivo de Candelaria, tal y coml hiciera sobre las tablas, se reveló en el asfaltto como una comparsa madura. Batucada trepidante, incluso con cambios de ritmo, y cuerpo de baile acompasado casi a la perfección que se atrevió incluso a acabar sus pasos con figuras en el suelo.

Y un grito final al unísono para descargar adrenalina solo un segundo antes de seguir con la misma energía. Lo dicho: como las comparsas veteranas.

Pese a la rapidez de los pequeños, los adultos tardaron unos instantes en iniciar su propio concurso. Solo el tiempo necesario para que la batucada entre un grupo y otro no se entremezclaran.

Entre el público cabe destacar la presencia de turistas, muchos de ellos que aprovecharon algunos de los paquetes ofertados que incluían un asiento para disfrutar del concurso de Ritmo y Armonía. En total, 1.100 personas en las gradas reservadas, a los que hay que sumar miles de chicharreros en el el recorrido. Del veredicto del concurso, que lleva el nombre del fundador de este colectivo, Manolo Monzón, EL DÍA informará en edición en papel de domingo.

Tanto la reina del Carnaval, Sara Cruz, como sus damas de honor y el resto de candidatas no participaron en el desfile, como ha sido costumbre en los últimos años, para evitar una eventual incidencia del viento, como se había advertido desde el Gobierno canario.