Anoche pensé en cerrar sobre las nueve porque apenas tenía un par de mesas ocupadas, pero, según acabaron las rondallas, empezó a llegar gente y se puso mi negocio a reventar. Parecía como si Zenaido Hernández, al terminar de presentar el concurso, hubiese recomendado venir a mi cantina a mandarse un plato de garbanzas de las de mi madre. ¡Qué barbaridad!.

Precisamente con Zenaido eché la última conversa. A pesar de su pasión por las rondallas, acabamos hablando de su época murguera en Singuangos y, entre otras cosas, confesó estar sorprendido por el elevado intercambio de colaboraciones entre el Carnaval de aquí y el de Las Palmas; algo que no es novedoso, pero que hoy en día se ha disparado de manera abrumadora. Zenaido, que estuvo en Las Palmas actuando con su murga, recordaba que no es nuevo porque, ya mediados los 70, cuando nuestra fiesta dejaba el disfraz de "Fiestas de Invierno" para empezar a llamarse Carnaval, los grupos chicharreros fueron invitados por la organización canariona para comenzar a celebrar allí un Carnaval. Entonces, fletaron un barco entero de murgas, comparsas y agrupaciones de nuestras carnestolendas que, lideradas por la Fufa, depositaron allí el germen de lo que actualmente es su Carnaval. Siguiendo la estela de aquella colaboración, o quizás por aquello de la globalización, hoy es curioso el elevado número de intercambios que se producen; y digo intercambios, porque lo hacen en ambas direcciones. De Las Palmas nos llega algún armonizador, como llaman a los directores musicales, e incluso algún diseñador que triunfa en nuestros concursos, mientras que, de aquí, acuden letristas, directores musicales y hasta grupos de componentes que participan en su concurso y que, como ocurrió este año, formaron parte de la actuación de la murga ganadora, Nietos de SaryMánchez, que hace dos años vino a Tenerife a poner su granito de arena en que Mamelucos ganase nuestro concurso con una canción que recordaremos durante muchos años.

Lástima que algunos cobran un dineral por hacerlo porque, si no, podrían formar una ONG a la que llamar "murgueros sin fronteras".