"Dos locos del Carnaval crearon la comparsa pero se vinieron muy arriba y optamos por concursar en Santa Cruz", así resume el presidente de Tropicana, José Bolaños, el inicio del grupo en Candelaria en 1994. Las "ideas frescas" que a su juicio dieron entonces un vuelco al concurso de comparsas partieron de Efraín Medina y Frank Romero, que dieron los primeros empujones para que este colectivo participara en la fiesta del municipio.

De esos inicios recuerda Bolaños que jugaron al límite, "con coreografías bastante arriesgadas y cargados con dos orquestas", una carga que visualmente logró impactar al público amante del ritmo y al jurado encargar de fallar los premios: apenas tres años después de su fundación lograron alzarse con el primer premio de interpretación, galardón que revalidarían en la edición siguiente.

No fue un éxito pasajero, puesto que siguieron logrando cartones en años sucesivos, puesto que fueron sucediéndose los premios hasta que "llegó un bajón que duró unos diez o doce años", admite el presidente de la comparsa de Candelaria quien vincula esa situación a que "simplemente no cuadraba".

"Ahora estamos de nuevo dando caña, con un estilo más carnavalero pero sin perder el riesgo para impresionar al público o al jurado", avisa el responsable del grupo quien admite que no siempre las visiones de ambos colectivos coincide. "El jurado se basa en la opinión de unas cuantas personas pero el público es fundamental y es el más difícil de convencer. Pueden ser los más críticos o el mejor aliado", sentencia.

Tanto como para Tropicana como para el resto de comparsas puede darse la misma situación: convencer al respetable pero no agradar de cara al veredicto. De hecho Bolaños recurre al ejemplo más cercano: "el año pasado por la ovación que recibimos del público al terminar la actuación esperábamos algo más".

"Fatiguitas"

Eso es lo que buscan este año y se plantarán mañana en el Recinto Ferial de Tenerife con un espectáculo que "ha costado mucho, muy dinámico, cañero y con un ritmo constante", tanto que el presidente confiesa que "tenemos una media de dos o tres fatiguitas por ensayo". No pasará en el escenario puesto que los componentes se están preparando para ello, para ofrecer en el concurso de comparsas 20 minutos impecables.

Cuentan para ello con un equipo de trabajo coordinado Bolaños, que confiesa que lo más complicado es organizar los horarios del cuerpo de baile, batucada, músicos y coro en diferentes locales de ensayos. Y eso que Tropicana cuenta con una "suerte" que pocos pueden disfrutar: la colaboración plena del consistorio al que pertenecen, en este caso Candelaria. "Tenemos una nave cedida por el Ayuntamiento que aunque está compartida entre tres grupos de Carnaval es una gran ayuda", señala el presidente de la comparsa.

Cantera

Precisamente, uno de los colectivos que ensaya en esa misma instalación es Tropicana Infantil, la única comparsa de esta modalidad del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife y que, aunque funcionan administrativamente como asociaciones independientes, se mantienen vinculadas entre sí. "Hacen un trabajo magnífico y es un orgullo verles ensayar, con más disciplina que algunos adultos", explica en ese sentido el director de Tropicana, quien asegura que la pasada semana asombraron durante su intervención como invitados en el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. La siguiente oportunidad para ver a los pequeños es precisamente mañana, cuando intervendrán como teloneros del certamen a las 20:00 horas.

A esa hora ya la formación adulta estará preparada para estrenar el concurso después de una larga jornada de preparación: "Empezamos a maquillar a las seis y media de la mañana, porque se tarda una media de 20 o 25 minutos por chica", informa Bolaños quien concluye que a pesar del estrés de la última semana y de las horas previas de ajetreo, "al final la ilusión puede más que el cansancio y saldremos a disfrutar muchísimo de la actuación".