Ignacio Vázquez, cofundador de Rumberos de la mano de Manolo Monzón, quiso llevar a cabo su propio proyecto y apostó por la formación de Danzarines Canarios en 1971 y solo dos años después se sumó a sus filas el actual presidente. Nadie conoce la historia de la comparsa como Luis Hernández, desde la consideración de "pijos" que tuvieron en sus inicios por ensayar en el a zona de los hoteles en Santa Cruz de Tenerife a los problemas de esos primeros años precisamente con los vecinos.

Solo son algunos episodios menos agradables en una trayectoria plagada de reconocimientos, anécdotas, premios, viajes, experiencias... "Tenemos la suerte de estar casi siempre entre las premiadas y ser de las más viajeras", dice un incombustible Luis Hernández mientras dibuja mentalmente todas las rutas realizadas por la comparsa "desde Praga hasta Madagascar".

De entre ellos, algunos más especiales y otros cargados de simbolismo, como los trayectos que les llevó a dos momentos históricos en España en 1992: su participación en los actos festivos organizados en Montjuic en el marco de los Juegos Olímpicos de Barcelona y en la programación de la celebración de la Expo en Sevilla.

Tras codearse con Coby y Curro, mascotas de ambos eventos, Danzarines, el propio Hernández broma con que " si no fuera por Danzarines yo no habría conocido tanto mundo". Aún así, la trayectoria de la comparsa del centro de Santa Cruz no se fragua solo fuera de las fronteras isleñas ya que en casa también saben jugar bien. O bailar y cantar en este caso.

El mejor ejemplo de ello es su propia batucada, un sonido inconfundible para el público fiel al certamen de Ritmo y Armonía y que en la propia comparsa se conoce como "timbalada". Luis Hernández explica que se trata de una "característica especifica de Danzarines en la que se han hecho arreglos propios fusionando calipso y samba".

De hecho, Brasil es inspiración recurrente para la designación del espectáculo de la comparsa y este año además con especial protagonismo puesto que se han empleado un popurrí de samba en la primera parte del espectáculo "con una intro curiosa", apunta Luis Hernández quien además destaca que este año han encontrado un aliado en el diseño, "que es más cómodo para permitir el mejor desarrollo de la coreografía, ya que la fantasía no es espectacular sino para bailarla".

Es una forma del presidente de Danzarines Canarios de facilitar el disfrute de la actuación de sus 101 componentes tanto en el concurso de mañana en el Recinto Ferial como el próximo sábado en el certamen de Ritmo y Armonía. "Hay un trabajo tremendo detrás, creo que nadie se imagina el sacrificio que supone estar no solo en una comparsa sino en cualquier grupo del Carnaval", indica el responsable del colectivo quien insiste en su "sincera admiración por todos los que están alrededor de este mundillo por es un trabajo arduo".