Fueron sesenta minutos de Carnaval y mucho humor. Cerveza Dorada rompió con su apuesta de un anuncio promocional de su firma que tradicionalmente se había convertido con el último anuncio de fin de año e innovó con una promoción de gran formato de la mano de Enrique Camacho, perfecto conocedor del mundo del espectáculo -criado y ensolerado con Jaime Azpilicueta- y responsable artístico de las cuatro últimas gala de la reina.

Camacho presentó la otra gala como la grabación de un programa de televisión que tuvo a Víctor Hubara, de Abubukaka, como columna vertebral del espectáculo. Fue entre un Clave de Ja, pero con Abubukaka, y una gala de Carnaval, pero con dos reinas y en sesenta minutos.

Víctor Hubara, en el papel de Jennifer, demostró magisterio. Sube al escenario y antes de saludar al público ya se está riendo al verlo enfundado en su traje Marilyn, con barba incluida. 20:30 horas. No se sabía si ya había comenzado o no, pero el medio millar de personas que se dio cita en el Cine Víctor disfrutó hasta con las instrucciones de uso que impartió Víctor Hubara para facilitar la grabación del programa del anuncio que promocionará La ciudad del Carnaval.

Todo natural, como las carcajadas que mejoró las necesidades de la dirección del anuncio. Primer aplausos, luego risas; arriba el sector de Weyler -una parte del público-, luego saludos a Orche -los espectadores de la derecha-, más tarde los del Platillo Volante, casi al fondo del patio de butacas... y guiño al Águila, para poner a todos en pie en su visita a Plaza de San Francisco. Fueron las únicas pautas antes de comenzar la fiesta, con ensayo incluido del Santa Cruz en Carnaval rondallera.

Entró la figuración y los bailarines con una canción de Víctor Hubara en su papel de Jennifer. Todo ha salido un poco mal, dijo, mientras a destiempo programado se activaban los cañones de confetis. Poco a poco el director fue reivindicando personajes de los anuncios de Dorada, como Aloe o Darío López, con su Tasca Chonda a cuesta, capaz de deleitar con su ingenio al público. A él le correspondió incultar la esencia de Carnaval para que "no te quedes pescando fulas... sino Dorada". Otro guiño cuando dijo: "Échale peluca... esta Dorada es la clave".

De Darío López, que volvería, a Carmen Cabeza. Primer guiño a los grupos del Carnaval. En diálogo con el público, le pidió que era necesario elegir a un grupo de personas que lleve el Carnaval en la sangre... y se puso de pie todo el Cine Víctor. Segundo reto, que sepa bailar, y se mantuvo gran parte del auditorio esperando el tercer examen: "hacer acudido con un traje de comparsera", momento en el que se desquitó de su capa y se echó a la calle de la Ciudad del Carnaval. Y entonces se trajo al recuerdo lo ensayado en segundos al inicio de la velada. Carmen Cabeza va bailando por Weyler, donde es el primer saludo cuando el Carnaval sale a la calle; luego al Orche, "donde se pasan seis horas sin tocar el suelo" -en referencia a la alta presencia de carnavaleros-. La actriz siguió su paseo por el Carnaval chicharrero: El Platillo Volante, donde concluyen las músicas, o el Águila... Guiño a la plaza del Príncipe o la avenida de Anaga -donde se encontró a dos quinquis - para seguir a la plaza San Francisco, lleno de orgullo.

El director del espectáculo cambio de registro: paró el paseo y apostó por reivindicar estilos musicales tan genuinos del Carnaval como las rondallas, y se activó la música grabada del Santa Cruz Carnaval al ritmo de Los Fregolinos y que el público entonaba con las ganas de fiesta en la calle que representa la versión de Billo's Caracas Boys.

Algo para picar... De nuevo, otro momento dorado. Darío López dispuesto a servir algo de picar en su Tasca Chonda: venía cargado de chinchetas, palillos y curiosidades... ¿Curiosidades? ¿A quién no le pica la curiosidad? Carcajadas Darío, que se vino arriba con sus disfraces modelo Loquetranque: ¿De qué vas disfrazado si llevas una armónica y una ramita con naranjas en la mano? De Armónica Naranjo. Otro modelo para el Carnaval en la calle: Una rueda y un belén recién recogido para adentrarnos a la fiesta de la máscara. ¿Cuál es el personaje? Belén Rueda. Y Víctor Hubara, en su papel de Jennifer lanzó un pulso a los vecinos que denuncian el Carnaval en la calle, momento que protagonizaron las Celias, que con 24 años a sus espaldas se presentaron entre el patio de butacas con la lozanía de quinceañeras. Guiño a las comparsas, luego a las rondallas... faltaban las murgas. Y Enrique Camacho no decepcionó, máxime con un grupo con el que tiene gran complicidad. Primero, Víctor Hubara lanzó un rastrillazo en forma de humor al ensayar el mi Carnaval, y los dos zapatazos característicos del pasodoble murguero. Pero cabía el más difícil todavía, y entre el público aparecieron Maxi Carvajal, Primi Rodríguez y Melca Barrera que hicieron un cameo y dieron paso a la murga que dirigió Javier Suárez Plata con una canción que opta al tema oficial del Carnaval 2020. Hasta hubo tiempo para un momento tipo Nine Blazer, con piano de cola -edición bolsillo- en una oda al perrito caliente para seguir con tributo al personal que limpia la calle y la llegada de la presentadora favorita de Enrique Camacho, Laura Alfonso sin L -como bromeó Víctor Hubara-, para luego anunciar que el Carnaval está en La Salle, -en realidad en la calle, advirtieron-, antes de subir al escenario las reinas de 2014 y 2016 y acabar con la canción que más se oirá este Carnaval: Oye mi hermano, de Los Desconocidos Jadel, Paula González, Paula Robles y Omar Xerach, faltaron Vega y Cris Hernández; con música de Susi Morla. Hubo tiempo de brindar en las pocas veces que se permite cerveza en un cine... pero Santa Cruz es la ciudad dorada del Carnaval.