"Siempre ha sido nuestra tarjeta de presentación", admite la responsable tanto de Bahía Bahitiare como del diseño, quien avanza que este año tampoco se ha escatimado en creatividad ni en volumen. Ya lo augura incluso la denominación de su fantasía, Un mundo maravilloso, título que además esconde su fuente de inspiración. "Está basado en un película de Sara Montiel que narra su viaje a Brasil y en la que interpreta una canción con ese nombre hablando de palacios y jardines", resume la responsable de ese particular mundo de Bahía Bahitiare.

Poco más revela la presidenta de la comparsa de la fantasía con la que confía en sorprender al público: mucho volumen, tres cambios de vestuario, 20.000 plumas de pavo real, otras 60.000 de gallo... "Tiramos la casa por la ventana", asegura Díaz en una reflexión que es prácticamente literal. Y es que el área de trabajo y el almacén para dar vida a la fantasía es el garaje de su vivienda, espacio en el que no cabe un alfiler.

En esos pocos metros cuadrados se confeccionan los trajes y se guarda todo el material, no solo durante los tiempos de ensayo sino también una vez concluye el Carnaval y hasta el siguiente septiembre. Así, el garaje se convierte durante medio año en el único hogar de Bahía Bahitiare porque según lamenta Zara "no nos dan ni un cuarto para colgar un cuadro". La falta de una sede fija y un local de ensayo es la espina clavada que la comparsa no puede quitarse pese a su mayoría de edad.

"No hay sitio para meternos, ni para ensayar ni para reunirnos", lamenta la presidenta quien aclara que al principio iniciaron un "periplo por diversas asociaciones de vecinos" hasta que surgió la oportunidad de utilizar las instalaciones del IES Las Veredillas para realizar sus ensayos. Es en ese centro educativo donde preparan el espectáculo que mostrarán al público el próximo sábado en el Recinto Ferial, pero incluso así y con todo el agradecimiento del mundo a la dirección educativa por abrirles sus puertas, Zara Díaz insiste en que "supone ciertas complicaciones que no tendríamos un lugar de ensayo".

El primero de ellos es la dificultad de compaginar sus horarios con la actividad del centro y la cercanía de los edificios y el segundo es que a ello se unió recientemente los problemas con la empresa que se encarga de la seguridad del IES y que estuvieron a punto de dejarles definitivamente en la calle. "Nos planteamos no salir y así lo dijimos, pero sirvió para encontrar una solución temporal", añade la máxima responsable de Bahía Bahitiare.

Duros comienzos

Zara Díaz se mantiene tajante: "Lo que nos mantiene en el Carnaval es la tenacidad". Y es que no se trata solo de que lleven casi dos décadas sin sus propias paredes sino que según relata la presidenta ni siquiera sus comienzos en la fiesta fueron fáciles. "Montamos la comparsa y en tres meses ya teníamos actuaciones por hoteles de la Isla pero cuando tratamos de inscribirnos en el concurso del Carnaval de Santa Cruz el resto de grupos y Fiestas no nos dejaron", recuerda Díaz antes de añadir que aún así "quisimos formar parte de los actos, como el Coso o la Cabalgata".

Ya son un grupo más del colectivo, totalmente asentados, y se han ganado su sitio a fuerza de ganas, ilusión y trabajo. Mantienen las tres cosas intactas para la presente edición del Carnaval, en el que prometen un "espectáculo muy visual con un despliegue enorme de volumen", resume Zara Díaz antes de reconocer que a pesar de que su apuesta histórica es la presentación, este año "se ha trabajado muchísimo en el baile y se nota la evolución del coreógrafo que se inició hace unos años con nosotros.