Lo mejor: Llevan al límite el significado de murga, ya sea en los temas a concurso como desde su presentación. Ahí la voz de Besay Pérez es un plus, sinónimo de lujo. Y si encima le acompañan elementos novedosos (esta vez instrumentos tocados por la Joven Orquesta de Canarias), el resultado es una joya. Cuando llegaron arriba en su primer tema, lograron meterse en el bolsillo al Recinto. En su enésima vuelta de tuerca, envolvieron de fábula el monumento que le hicieron a la mujer. Vistosidad, gesticulación y garra para poner a la gente en pie. Momentos cantados con mucha pasión. Suficientes para ser, de largo, los mejores de la noche.

Lo peor: Pese a que decoraron sus 30 minutos de forma magistral, el desarrollo de sus dos temas tuvo algunas lagunas, peros y hasta contradicciones… Salidas del camino inesperadas (y casi imperdonables) en las grandes: los rajazos a otras murgas, focalizar al político por los males del Carnaval. Su segundo fue un tema con más de homenaje que de desarrollo.

El detalle: Salvaron a la perfección una entrada que era tremendamente arriesgada. Aunque no fuera la final, Zeta Zetas mantiene su idilio con lo lumínico, esta vez haciendo brillar el sombrero de su fantasma de la ópera. Dejaron de lado el habitual show de Brito entre tema y tema, por uno mucho más profundo y serio, preludio de lo que vendría después.

Zeta Zetas

Director: Javi Lemus

Fantasía: Tristeza bajo una máscara de alegría, somos ‘Los Fantasmas de la Ópera’.

Diseñador: Santi Castro

Director Musical: Richar Casanova

Letristas: Javi Lemus y Santi Martel

Temas:

  1. El fantasma del Carnaval
  2. Un monumento por ellas