¡Tremenda calima la de ayer!... Tuve que venir dos horas antes de abrir a pasar un trapo y una fregona porque se metió una cantidad de tierra en mi cantina, impresionante. Y lo peor es que esa arenilla fina se mete por todos lados; tuve que coger un caldero de garbanzas de mi madre y quitarles la arenilla, una por una, para evitar que mis clientes las confundiesen con berberechos.

Menos mal que apareció mi amigo Javi Torres y me echó una mano porque, si no, hubiese tardado más en limpiarlas que en pintar, a brocha fina, el escenario del Carnaval que diseñó. He de reconocer que la designación de Javi, como autor de la escenografía, es otro de los grandes aciertos de la organización. Ya lo fue también cuando lo designaron para pintar el cartel del Carnaval y es que, Javi, destila Carnaval del bueno por todos lados. Todavía recordamos los diseños que convirtieron a Mamelucos en la murga más laureada de la historia en Presentación; su cartel fue de los mejores que se recuerdan y el escenario, también suyo, es una obra de arte que, sin duda, puede ser catalogado como el mejor que hemos visto dentro del Recinto Ferial. Tanto ha gustado, que ha pasado desapercibido el hecho de que el coste para las arcas públicas ha superado al del año pasado en casi un 50%, pasando de los doscientos mil euros de la pasada edición a los casi trescientos mil de ésta. Atrás quedaron los escenarios de la época fuerte de la crisis, como la que me tocó vivir al frente de Fiestas, en la que el decorado escénico era solventado por una lona ploteada que no reflejaba para nada la grandiosidad de nuestra Fiesta y que costó poco más de ciento veinte mil euros.

Supongo que Javi Torres repetirá al frente de ese cometido, no en vano su apellido es garantía de éxito. Lástima que el decorado no se pueda instalar luego al aire libre en cualquier escenario de la calle teniendo en cuenta que, el de este año, es un escenario para disfrutar.