Empezaron el año murguero ya de forma distinta a lo habitual en el colectivo murguero: con un bebé creciendo en su interior. Y lo terminan con sus retoños en brazos y sin dejar a un lado los ensayos ni la tarima. Demelsa fue la primera en tener a su hijo, Mateo, hace poco menos de dos meses, mientras que Sofía, la hija de Ithaisa, aún no llega al mes de vida.

Si ensayaron durante muchas noches con las incomodidades propias de un embarazo, en los últimos días les toca lidiar con una cambio de vida, con las necesidades de sus hijos ante cualquier cosa, y sin olvidar que la trompeta debe seguir sonando. Ambas Triquikonas, que han ampliado de esta manera el pelotón del Carnaval, coinciden en destacar que ahora que pueden llevar a sus bebés a los ensayos descubren que ya desde tan chiquitines ya están a gusto en la murga.

Eso sí, más llamativo es el caso de Demelsa, que fue a ensayar un jueves tan tranquila y tuvo que marcharse "porque empezaron los dolores". Mateo nació al día siguiente y se convirtió en el centro de todo el tiempo de su madre y de su padre, que milita en Diablos Locos. La primera preocupación fue encontrar un biberón adecuado porque el pequeño "no quería ninguno", hasta que encontraron uno del gusto del niño y han empezado a turnarse para ir a los ensayos.

Así lo harán en el concurso, ya que ambas murgas intervienen en fases diferentes pero el problema llega con la final: "Como pasemos los dos, a ver qué hacemos", comenta la murguera quien reconoce que a pesar del cansancio este año en los ensayos ha disfrutado mucho "porque sirvió de distracción".

Lo mismo explica su compañera de tarima y que se convirtió en mami apenas un mes después. "Ha ido bien todo el embarazo, aunque sí es verdad que no podía moverme tanto hacia el final", comenta Ithaisa antes de añadir que entre sus principales preocupaciones estaba cómo reaccionaría el bebé con el retumbar de la percusión aunque "finalmente estaba tranquila".

Ahora lo tiene algo más fácil para ensayar puesto que cuenta con la ayuda de su madre, que se encarga de atender a Sofía mientras. "Lo único es estar pendiente de sacar la leche, pero con la abuela no hay ningún problema", de hecho incluso el próximo miércoles la pequeña será una más entre el público que anime a Triquikonas en brazos de su abuela.

Tanto Mateo como Sofía ya han asistido a algunos ensayos del grupo y ambas mamis coinciden en que la reacción de los pequeñines no puede ser mejor: si Mateo "incluso se duerme mejor que en casa", Sofía mantiene la tranquilidad que ya mostraba en la barriga de la madre durante la gestación.

Ahora, tras el concurso, ambas triquikonas confían en aprovechar todas las actuaciones de Carnaval en las que sea posible organizarse con los canguros. Y para el año que viene, las dos reconocen que ganas de seguir hay pero... ya se verá.