Una de las responsables de que Tras con Tras se haya metido en una línea ascendente en los últimos años es Gara García, letrista de reciente llegada... y con ideas renovadas. De su cabeza han llegado tanto La canción tuiteada(2018) como Coge mi mano (2019), ambos temas de gran calado; sin grandes parafernalias, pero que han tratado de "ir un paso más allá y fuera del escenario". "Eso es lo que te pide ahora el concurso, no solo una buena letra, sino también sorprender con lo que haces en el escenario", explica esta periodista de diario, que argumenta su propuesta con otras palabras. "Es tratar de romper esa cuarta pared tan famosa del cine o el teatro e ir más allá. Fue lo que busqué con mi primera canción y lo que he hecho también en los carnavales sucesivos", comenta para referirse igualmente a su producción para este 2020. "Para saber lo que es habrá que esperar a ver el concurso", se limita a decir cuando se le cuestiona por su tercer hijo. "Tras con Tras viene con sorpresas este año, y hasta aquí puedo leer", dice sin decir nada.

No es pequeña la expectación para ver qué de diferente lanzan las de Melca Barrera en la fase del próximo martes día 3. El listón previo parece haber quedado alto. En especial por lo sucedido en 2018, cuando tuvo "la suerte de que con la canción tuiteada" le reconocieran con "una mención especial en el Premio Criticón, algo que nunca se había hecho". "Es mi máximo trofeo", admite con cierto rubor. "La pena es que hubiera un fallo técnico y no se pudieran ver en las pantallas los mensajes para que el jurado apreciara todo el trabajo y la intención de la canción", comenta al respecto Gara, igualmente orgullosa de la repercusión de hace un año con Coge mi mano, "que también fue una campaña con la que se recaudaron fondos para al Proyecto Pepo".

Habla Gara como portavoz autorizada de la murga. No solo por el argumento que le otorgan las letras que ha compuesto, sino por lo involucrada que está en ella. "Ya el primer año quise escribir algo, porque en realidad siempre lo he hecho, como en las actividades de carnaval del colegio; pero ellas estaban algo reticentes", recuerda sobre sus inicios en la fila. Pero su tozudez y fidelidad le han ido abriendo puertas en el grupo. "Desde el primer año sí ayudo en la dirección musical, y ahora estoy también en la directiva", comenta en un discurso para nada vacío, sino con sentimiento. "Para mí, murga es sinónimo de Tras con Tras, no me veo en otro sitio, ni siquiera escribiendo; mi único objetivo es seguir evolucionando aquí", añade la letrista.

Y es que Tras con Tras ha calado hondo en Gara. Tanto, que ella ya ve a la murga como si llevara su apellido. "En el mundo murguero la gente ya no concibe la murga como una familia a la que tiene que hacer crecer", comenta, antes de elogiar a una "directiva que se carga a la murga a los hombros", y a unas compañeras que "siempre ayudan". "Mi máximo orgullo es que mi trabajo sirva para que Tras con Tras vuelva a estar en boca de la gente como ha ocurrido estos últimos años, y que ojalá vuelva al sitio que se merece, que es, como mínimo, la final del concurso de murgas". Ese es su particular granito de arena a modo de propósito.