El autor del escenario del Carnaval que se conocerá el jueves 30, cuando se levante el telón de los actos en el recinto ferial con la primera fase de murgas infantiles, es un carnavalero de cuna. Nieto del maestro Faustino Torres, fundador de la Unión Artística El Cabo, es fundador de Mamelucos, con la que salió a los escenario precisamente el primer año y en lo sucesivo se quedó en la sala de máquinas marcando estilo, hasta el punto de ser el creador que, con una veintena de primeros premios, ha cosechado más galardones en las murgas. Javier Torres Franquis (Santa Cruz de Tenerife, 1962) pasará a la historia como el primer autor de un cartel del Carnaval que diseña un escenario.

Doctor y profesor en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna, admite que ha hecho realidad su sueño de llegar a crear un decorado. A punto de entrar por primera vez en el recinto ferial para comenzar la supervisión del montaje de su escenario -la entrevista se hizo el viernes pasado-, Torres Franquis mira atrás y recuerda cuando a mitad de julio el concejal de Fiestas, Andrés Martín Casanova, le ofreció asumir el reto de la escenografía. "Inicialmente le dije que no; es más, le advertí al inicio de la reunión que esperaba que la primera toma de contacto no fuera para nada gordo". "Le comenté que con todo el dolor de mi alma no podía asumir el proyecto del decorado, pero... la capacidad de persuasión de María Díaz y Marco Marrero es muy grande"... cuenta con una sonrisa.

En julio hizo acopio de los planos del recinto ferial que le facilitó el aparejador de Fiestas, José Arteaga, y dedicó todo ese mes a documentarse, mientras en paralelo participó en reuniones semanales con el equipo de dirección de la gala, además de recibir vídeos con los conceptos de espectáculo que quería para la elección de la reina, lo que le permitió conocer el número de accesos del escenario que querían los directores: se incorporan las escalinatas.

Javier Torres destaca la implicación de un amplio equipo multidisciplinar en el que toman parte los responsables artísticos, de iluminación, sonido -Carlos Mas, que también militó en Mamelucos marcando toda una época-, así como el mismo concejal de Fiestas y el aparejador del organismo. Llega agosto y se entra en materia. Se crea el pórtico central, con un fondo de edificios, y los sets laterales, con los apartamentos -a la izquierda- y la gramola y una cafetería, además de la salida de tren.

De la misma forma que se ha ido diseñando también se ha ido construyendo y montado en los talleres de la empresa Arguión, en Granadilla; comenzando a trabajar desde la parte alta de la escenografía. El proyecto de escenario lo entregó a finales de agosto; sacrificó sus vacaciones, pero evitó que le coincidiera con los exámenes de septiembre en su condición de profesor de Bellas Artes en la Universidad de La Laguna. Según se iba acabando el diseño por sets -el decorado se dividió en cinco- se entregaron las carpetas para que David Hernández realizara los planos que han facilitado su posterior y minuciosa construcción. Así, ya a mitad de septiembre Torres Franquis dio por acabado el escenario, a falta de culminar detalles de carácter gráfico. Comenzaba entonces el proceso administrativo previo a la contratación de la construcción de la escenografía. Una vez resuelto, Javier Torres alternó las aulas con el taller de la empresa Arguión, en Granadilla, para supervisar la construcción. "El resultado es espectacular; no se puede hacer mejor por la fidelidad y el cuidado".

Cuando se le pregunta si se trata de un escenario de la plaza de España a la medida del recinto ferial, el autor del diseño del decorado reconoce que "quizás la volumetría puede recordar los escenarios de la plaza de España. Es un decorado muy cinematográfico que recrea entornos urbanos, tal vez eso también lo acerca a la plaza de España". Afirma que el diseño se podrá disfrutar desde el jueves de la próxima semana, pues solo se reservarán elementos específicos para la gala de la reina.

Sobre el ritmo de montaje, Javier Torres Franquis admite que "nunca se va bien; ojalá tuviéramos un mes para contrastar como está el montaje", pero es categórico a la hora de asegurar que vive "una experiencia fantástica por lo que he aprendido con todo el equipo de trabajo" que deja "poco hueco para la improvisación, con un diseño técnico pensado para facilitar la construcción.

¿Le gustaría repetir la experiencia el próximo año? El doctor y profesor de Bellas Artes dice que prefiere esperar a que culmine el montaje. "Depende de la impresión final". Cuando se le cuestiona si el escenario dedicado a Los coquetos años 50 es un decorado Mameluco, corrige: "Esta experiencia es como hacer un disfraz de Mamelucos multiplicado por mil", sentencia.

En su conversación, no falta la referencia a su inseparable compañero en la creación de trajes Mamelucos: Manolo Peña. La gran diferencia con los diseños de la Casa del Miedo es que los trajes se haces desde la apreciación de dos personas para dar respuesta a los retos que se plantean y para el recinto ferial se hace un traje a la medida de un espacio multifuncional que tiene que dar respuesta a las necesidades de concursos vario pintos, de agrupaciones musicales a comparsas, murgas adultas e infantiles o galas de reinas...

Casi con nostalgia, repasa el currículum carnavalero que inoculó su pasión por la fiesta: aquellos ensayos que vivió como un mascota de la rondalla El Cabo, en el colegio Isabel La Católica, para luego dedicarse a los estudios, salir un año en Mamelucos y de nuevo a la vida académica. Con la costurera Mary Falcón decidió cerrar su ciclo en la Casa del Miedo. Y ahora eleva su estilo al decorado.