En las filas de las murgas se descubren siempre personajes anónimos que, de forma callada, son piezas fundamentales para armar el gran puzle que permita avanzar y mejorar. En Burlonas, Adela Casanova Peña se ha ganado con creces el respecto como murguera y directora, hasta como montadora musical, pero no está sola en esta aventura. Ha encontrado en Amelia su otro yo; la joya de la corona del imperio Burlonas. Adela acapara los fotos con los zapatos y complementos que elabora Amelia Tavío, como la llaman en el mundo del Carnaval y que supervisa toda la fantasía.

A sus 33 años, puede presumir de haber comenzado en la escuela de la Casa del Miedo, en Mamelones, murga infantil con la que salió en una edición antes de continuar su formación en Melositos. Su vida la cuenta por disfraces, como los murgueros de pura cepa. Así, recuerda que salió en Melositos el año del pescado, la caja de sorpresas, duendes, el año sin disfraz y el segundo de Interpretación.

Cumplió la edad y pasó a la categoría adulta. En Melositos compartió escuela con murgueras que dieron el salto a la modalidad grande y con las que incluso compartió filas, caso de Nahimir Lugo y la propia Adela Peña.

Clónicas se estrenó en el Carnaval 2000 y Amelia Tavío se sumó al proyecto seis años después; en su estreno con la murga que dirigía Raquel García, ella tocó las congas la primera edición, para en lo sucesivo pasar a la fila hasta que Clónicas cerró sus puertas. Y nació Burlonas, con la que participó en la fundación y en la que milita desde la cuna, en 2012.

Amelia Tavío predica con el ejemplo que los 20 años que lleva en murga le han enseñado a pasar desapercibida. Enemiga de reconocimientos, es el pulmón del grupo. Antes de la presentación de la fantasía, se encierra en el local para encargarse de las botas y los apliques y detalles de la fantasía, tarea que combina con las prisas propias de ir, recoger las telas y llevarlas a la costurera. Y así, lo que haga falta. Hija de Ani Tavío, costurera, y sobrina de Lolo Tavío -conocido murguero que este año milita en Bambones-, aprendió el manejo de la elaboración de las plantillas y la confección de las botas. Más allá de lo que aporta desde el taller de la murga, es pieza fundamental en el tándem que forma con Adela, en sus manos está el estilo de la murga que ha crecido enteros y ha ganado personalidad como referente entre las finalistas.