Los 40 años de historia que celebran los Mamelucos y las fantasías presentadas de las murgas infantiles y adultas enamoraron anoche al público del teatro Guimerá tanto como el tributo que le rindió la Sociedad Mamel's al componente y artesano de instrumentos murgueros Óscar Hernández. Con la sobriedad del telón echado, la réplica de una trompeta de murgas como las de los Óscar, pero de un metro y medio de alto, y un piano de fondo, el teatro Guimerá se vino abajo en el recuerdo del artesano de la Casa del Miedo y también esposo de la presidenta de Ni Muchas-Ni Pocas, un tributo que se recordará en la eternidad.

Fue el sello de calidad a la altura de la nueva línea de diseño que estrenan los Mamel's -infantil y adulto- con el cambio de guardia: acabado el ciclo, por ahora, de Javier Torres Franquis y su sucesor en la Casa del Miedo, Lito Díaz, llega Josué Quevedo en lo que parece una aproximación a la excelencia: la murga más laureada por sus disfraces incorpora de cara al Carnaval 2020 al creador de Las Palmas con más galardones. El resultado: "No soy una vaca lechera, soy una vaca vaquera", de Mamelones, y el duende del arcoíris que da forma a "40 años con suerte" para los Mamelucos.

Dignas sucesoras del magisterio de Mary Falcón - heredera de la célebre doña Lola en la Sociedad Mamel's- un nuevo equipo: Mary Alvarado, Juliana Serrado y Brenda Hernández, con maquillaje de Parc Philguer, de Tenerife Makeup. Suerte al jurado.