El escenario del Carnaval 2020, dedicado a 'Los Coquetos años 50', recupera los volúmenes de las grandes escenografías que se instalaron desde finales de la década de los ochenta y los noventa, con tres niveles de profundidad para facilitar una gala grandiosa y más espectacular. Así lo anunció la alcaldesa de Santa Cruz, Patricia Hernández, en la presentación del primer decorado de su etapa al frente del consistorios chicharrero. La escenografía, la primera que realiza un autor del cartel del Carnaval (2016), "salda una deuda heredada", dijo el concejal de Fiestas, Andrés Martín Carvajal, al agradecer que Javier Torres Franquis, el diseñador de murgas más laureado en la historia, aceptada sacrificar sus vacaciones de verano y el tiempo de su familia para en tres meses idear el decorado.

Javier Torres Franquis, doctor de Bellas Artes en la Universidad de La Laguna y nieto del célebre director y fundador de la UA El Cabo Faustino Torres, elogió la implicación de la dirección artística, María María Díaz y Marco Marrero, así como los responsables técnicos de la organización para alicatar cada detalle. El decorado de Los Coquetos años 50 trae al recuerdo la volumetría de los escenario de la plaza de España, pero limitado por el techo del recinto ferial. Su altura máxima será de 14 metros sobre una planta de 65 metros de ancho por 25 de fondo. En total, 1.625 metros cuadrados.

En la estructura se distinguen grandes elementos. La boca de escenario, un pórtico inspirado en los elementos arquitectónicos de las fachadas de cines y teatro de la época. Una pantalla de seis metros de alto por seis de ancho sirve de puerta. Encima, un friso de led, con una estructura semicircular de seis metros de diámetro y uno de alto, que permitirá proyectar información relativa a la acción sobre el escenario y cuyo resultado final pretende rendir homenaje al cine y los musicales de los años 50.

A izquierda y derecha del pórtico, una serie de estructuras metálicas que recrean también arquitectura norteamericana con unos ventanales traslúcidos que cobrarán vida con el diseño de iluminación, que incluye cuatro pequeñas pantallas de cuatro metros de alto y uno de ancho, a izquierda y derecha de la boca de escenario.

En una parte más próxima al público se habilitan dos sets que tendrán superficie transitable. A la izquierda, un tributo a los barrios de la periferia de EEUU, con ladrillos rojos, y hasta un club de jazz, unidos por la clásica escalera de salida de emergencia. Esta construcción alcanza los 12 metros de alto, con una pantalla led de cuatro metros de alto por 2,5 de ancho y cuatro ventanales también con pantallas integradas de dos metros de alto por uno y medio de ancho.

Del recuerdo a la periferia de Nueva York al tributo a la música inspirada en las películas "West Side Story", "Cantando bajo la lluvia" o "Grease", con una estética quinceañera, explica Javier Torres, al referirse al protagonismo de los grupos y solistas que suplen la desaparición de las grandes bandas. Una gran gramola protagoniza el sets de la derecha, que integra una pantalla semicircular de seis metros de ancho por dos y medio de ancho y otra para publicidad, de 3 de alto por seis de ancho que coro-na esta parte del decorado.

En total, Torres Franquis ha integrado 14 pantallas -que ocupan los mismo metros cuadrados que el pasado Carnaval- en una escenario con volumetría que da profundidad que rescata el giratorio para imprimir mayor agilidad al desfile de candidatas. Se colocará frente al pórtico central, en la parte más próxima al público. En aras de dar fluidez al movimiento escénico, junto a la entrada principal, se han habilitado dos a izquierda y otras tantas a la derecha, con dimensiones suficientes para que puedan transitar en todas las reinas.

En la parte frontal del decorado se han habilitado unas escalinatas, y se hará lo propio con los accesos en los sets de los edificios y la gramola, que son practicables, a dos metros de altura.

Javier Torres ha creado dos bambalinas de ocho metros de ancho y tres de alto que, con apariencia de guaguas de la época, permitirán el montaje de las orquestas y parrandas de agrupaciones y comparsas para facilitar que se alternen en sus concurso con fluidez. En la parte alta, de lado a lado, una pantalla de 29 metros de ancho y cuatro metros y medio de alto permitirá proyectar el cielo, amaneceres... El pliego de construcción se licitará en unos días por 216.000 euros, 10.000 más que el pasado mes de febrero.