Comenzaron presentando reinas de Carnaval en Puerto de la Cruz y el próximo año cumplirán el sueño de dirigir la gala de la capital tinerfeña, en la que participaron desde 1985 a 1998 -solo faltaron en 1991-, y que ganaron en tres oportunidades: 1993, 1994 y 1995. Como paradoja, ellos viajaban a Barcelona a comprar piedras Swarovski, y acabaron diseñando trajes para quien fue su proveedor, y hasta expusieron un traje en su museo de Tirol, Austria. María Díaz pudo ser candidata en un centamen de belleza con Marco Marrero, pero declinó su invitación, que también recibió de Leo Martínez. En la entrevista, curiosamente, comienzan preguntando los entrevistados Marco y María: "¿Siguen todas las comparsas de nuestra época: Rumberos, Corumbá, Brasileiros...?, Brasileiros ganó en nuestra época, en 1993 y 1994, y viajamos juntos a Niza a representar el Carnaval", cuenta María. El maestro de diseñadores Justo Gutiérrez los definió como "creadores, no recreadores".

Parece un déyà vu.

Marcos Marrero: Te lo juro que venía bajando y parecía que venía a presentar candidata.

María Díaz: Tengo añoranza de los antiguos compañeros, porque la mayoría ya no presenta: Justo Gutiérrez, Leo Martínez, Carlos Nieves, José Julio Rodríguez, Juan Fajardo... Era gente muy buena.

Marco: Era gente muy buena. Y Goyo Arteaga, que era mucho Goyo.

María: Y una generación atrevida. En aquella época no nos hacían caso a los diseñadores.

Los noventa fue una década de gran innovación.

María: Veo los trajes estos días y digo: éramos arriesgados. Nosotros teníamos a favor que presentábamos y ninguno pensaba en ganar, sino en presentar algo distinto. La gente ahora se obsesiona más con ganar y por eso hay tantas cosas iguales.

Tampoco se compartían miembros del equipo, como los que hacen las estructuras...

María: Ahora mismo el cerrajero forma parte importante del equipo, antes trabajábamos casi en un pulso con él. Ahora hay cerrajeros del Carnaval, especializados.

Marco: Igual que los que hacían los tocados, que los hacíamos nosotros, y quienes nos equivocábamos éramos nosotros.

María: Siempre hacíamos tocados pequeños, no como los de Leo Martínez o Justo Gutiérrez. Antes había una complicidad. Nosotros vinimos a preguntarle a Justo cómo hacer los tocados.

Marco, ¿quién es María?

Marco: Es una persona de las que nos veíamos y no teníamos nada en común hasta que un día un amigo nos presentó y desde ese momento comenzamos a trabajar juntos.

María: Somos casi familia. Nos conocemos del Puerto.

¿Cómo surgió ese amor laboral?

Marco: Por la novelería.

María: Marco me llamó para presentarme a un certamen de belleza, y Leo Martínez también.

Marco: Era muy novelero y estaba metido en el Puerto en todas las novelerías.

María, ¿y quién es Marco?

María: Es una persona muy creativa, que tiene sus defectillos y hay que saber llevarlo, pero yo lo conozco desde hace mucho tiempo. Lo conozco desde el año 1983, en las fiestas de julio del Puerto.

¿Quién es el yin y quién el yang?

Marco: Nos complementamos.

María: Él a lo mejor es más impulsivo, tiene menos aguante y yo me tomo las cosas de otra manera. Somos muy parecidos. Muchas veces no nos hace falta ni hablar ni comentarnos las cosas para saber lo que queremos.

¿Cuál es el truco para durar 36 años juntos?

Marco: Pelearse todos los días (se ríe).

¿Sus primeros pasos juntos?

Marco: Comencé en el Puerto haciendo decorados y galas, y ella estaba con las candidatas.

María: Desembarco con las candidatas, preparándolas para el Miss Tenerife; recuerda que hubo una época que todas eran del Puerto.

¿Quién los presenta?

María: Una amiga común; una compañera mía que estudiaba en el COU, en el nocturno, y era amiga de Marco y nos presentó.

¿Para ser diseñadores como ustedes hay que ser licenciados?

María: Somos autodidactas.

Marco: En todo, a lo mejor hemos sido muy metidos.

María: Siempre hemos sido muy atrevidos y luego nos hemos formado en cosas.

¿Primero fueron las fiestas del Carmen del Puerto y luego el Carnaval? ¿Cómo desembarcan?

Marco: Empezamos haciendo una carroza, por la novelería para salir en Carnaval.

¿Y el primer compromiso de un traje, el más fuerte?

María: El encargo que nos hizo el Casino del Puerto, que luego se arrepienten y nos dicen que hay que los van a presentar en Santa Cruz.

Marco: Directamente a la gala de la plaza de toros.

María: Nuestro icono era Justo Gutiérrez, y sigue siéndolo. Recuerdo que en esa época trabajaba con su hermano Rodri, que vino a vernos en la plaza de toros y dijo: Vengo a verlos porque esos mariconcillos del Puerto parecen que traen una cosa graciosa.

Marco: Era el traje Al Alba, en 1985, que era pequeñito.

Como diseñadores, participaron con los directores de galas más granados.

María: Estuvimos con José Tamayo, Jaime Azpilicueta y José Antonio Plaza.

¿De los tres directores con quién se quedan?

Marco y María, al unísono: Con José Antonio.

¿Por?

Marco: Porque fue el director de nuestras tres reinas (se ríe).

María: No, porque fue el primer director que escuchó a los diseñadores. Era una persona que te decía: si me quiere traer el boceto te ayudo en la iluminación, y se sentaba, nos escuchaba y era muy cariñoso con las candidatas, y luego en los desfiles, en los ensayos, nos dejaba acompañar a las candidatas.

¿Entonces antes se ensayaba con las candidatas para la gala?

María: No, no se hacía con traje como ahora. En esa época era impensable un apagón en la gala, y fuimos a hablar con José Antonio y le dijimos: mira, nosotros tenemos una lámpara que se ilumina; si no apagas todo el escenario cuando se enciende, se pierde todo el efecto. Él me dijo que subiera a la torre de dirección y me dijo que le avisara en el momento que quisiera que apagara las luces, que él las mandaba a apagar. Y así lo hizo.

Presentaron reinas en la plaza de toros, la plaza de España y el recinto ferial.

María: Era muy bonito cuando la candidata se metía entre el público y se perdía en el desfile.

¿Echa de menos esa etapa?

Marco: Era la magia de la calle.

María: Lo que pasa es que el recinto ferial te da seguridad si hay mal tiempo. Vivimos la época del descubrimiento, cuando salimos del teatro y pasamos a la playa de toros. La plaza de España fue lo mejor.

Y llegaron a ser representantes de Swarovski.

Marco: Nosotros compramos las primeras piedras en Barcelona en 1995.

María: Pero luego acabamos trabajando con ellos.

Marco: A nosotros nos llamó una amiga en 1994 o 1995, después de estar buscando cristal por Barcelona, para decirnos que había una persona que trabajaba con Swarovski que quería conocernos. Y nosotros no lo tomamos en serio.

María: Al año siguiente nos fuimos a Barcelona y nos gastamos un millón de pesetas en cristal en un mayorista.

Marco: Y en ese sitio había un calendario de Swarovski y le pedimos que si nos lo regalaba. Cuando empezamos a verlo vimos que al final aparecía el nombre de las modelos y la fotógrafa y al final, producción, el nombre de la persona que nos habían dicho que nos estaba buscando en el Puerto. Era una de las herederas de Swarovski.

María: La firma acabó muy enfadada con el Carnaval de Santa Cruz porque los trataron fatal. Fue el año de México y no sabían su nivel.

¿Asumen un reto complicado de cara al Carnaval 2020?

Marco: Nosotros tenemos un reto complicado, porque las galas de Enrique (Camacho) han sido buenas.

María: El lunes hablé con él y le dije: Me hubiera gustado tomar el testigo en la dirección después de Rafael Amargo o México. Soy consciente de que las galas de Enrique son muy buenas y que muchas cosas que habíamos comentado las ha hecho: el tiempo, cortitas, le ha dado protagonismo a las candidatas.

Marco: Importancia a las empresas.

¿Enrique Camacho ha tenido más empatía con los diseñadores que la anterior organización con las empresas patrocinadoras?

Marco: El otro día hablaba con el concejal que me daba pena que cuando acaba el Carnaval, con todos los años que lleva, cometemos los mismos errores.

¿Qué destacarían del director de la gala José Antonio Plaza?

María: Su profesionalidad, la seriedad. Fue un director que le dio mucha importancia a las candidatas.

Marco: Y nos escuchó también a los diseñadores. Eso es importante.

María: Y fue el único hasta ese momento que sacó a la reina del año anterior con el traje completo.

¿Y con Tamayo?

Marco: Tuvimos nuestro primer contratiempo porque nos cambió la música a la candidata. El día de la gala pasó y la candidata se quedó plantada porque no era su música.

María: Y eso se ve en los vídeos.

Ustedes comienzan cuando los trajes de reinas no tienen ruedas.

María: Cuando se vieron ruedas fue con Justo Gutiérrez, con Ra, pero nosotros le pusimos unas rueditas en 1995 que nadie se enteró.

Marco: Las ruedas se la spusieron por la mañana de la gala porque el traje se quedaba pegado al suelo como una ventosa.

¿Qué gala quiere hacer?

Marco: Que sea dinámica.

María: Que entre en tiempo, que le dé el protagonismo al Carnaval y que tenga un toquito nuestro.

Marco: Tendrán importancia los diseñadores, porque es su noche. Y los grupos del Carnaval.

María: Que se refleje el trabajo de la gente. Tenemos que reunirnos, queremos escuchar a todos los colectivos, y está claro que no podemos hacer una gala de cinco o seis horas, pero intentaremos que todos estén representados. Me encantaría que dure tres horas y un poquito.

¿Y la escenografía?

Marco: Le pedimos al concejal que fuera una escenografía consensuada porque queremos hacer una gala con unas características.

María: Me gustaría formar un equipo en el que todos trabajáramos cómodos y contar con el equipo que siempre nos ha arropado. Lo que no me gustaba nada era cuando los escenarios eran sólo pantallas.

Marco: Me gusta un escenario que entres al recinto ferial y lo veas.

¿Su designación reabre la posibilidad de que un diseñador llegue a hacer un escenario o dirigir galas de Carnaval, como con Justo o Juan Carlos?

Marco: Entiendo que hay gente que piensa qué tiene que ver el Carnaval con nosotros, porque tal vez no sabe de dónde venimos.

Con lo famosos que son como diseñadores de alta costura pueden traer artistas a la gala...

María: Tampoco te pases.

Marco: Queremos una gala con menos famoseo y más gente de aquí. (Se ríe).

¿Cuánto va a durar la gala?

María: Me encantaría que durara poquito.

Marco: Menos de tres horas. Que sea la gala de la reina, arropada por la gente del Carnaval.

María: Pero será la gala de la reina.

Marco: Y habrá sorpresas que no te las podemos contar (se ríe).

¿Van a desfilar los grupos de Carnaval? ¿Números conjuntos?

María: No sabemos lo que vamos a hacer aún; nos la encargaron la semana pasada.

Marco: Cuando nos ofrecieron la dirección de la gala dimos primero un no.

María: Al concejal le dijimos al principio que no haríamos la gala, que llamara a Enrique, que había hecho un buen trabajo, aunque le reconocímos que nos ponía la miel en los labios.

Pero su nombre siempre aparecía en la terna de directores.

Marco: Siempre nos ponían en las ternas, que nunca nos llamó nadie.

Dirigen la gala de la reina adulta, y la infantil y de los mayores también.

María: Las tres galas.

Marco: Y la presentación también.

María: Plaza hacía unas galas inaugurales preciosas, que las llevaba desde el parque García Sanabria al puerto en coches antiguos.

Marco: A nosotros nos queda de aquí en adelante ubicarnos y trabajar. Tenemos un tiempo prudencial.

María: Lo importante es saber el número de candidatas también.

Cumplen el sueño de sus vidas.

María: Pues sí. Es nuestro sueño.

¿Y la moda ahora dónde queda?

Marco: En el mismo sitio.

María: Seguimos funcionando exactamente igual.

Marco: La dirección llega en buen momento porque ya somos un equipo.

María: Marco y María, solos, son una anécdota, ¿tú sabes el equipazo que hay detrás?

¿Los encargos más sorprendentes que hayan recibido?

Marco: Alguien de la realeza de algún país, o alguna celebrity, pero no sabemos quiénes son.

¿Ha influido la política en su designación como directores?

María: Al contrario. Las otras galas que hemos hecho en el Puerto de la Cruz siempre han sido con Juan Carlos Marrero, de Coalición Canaria, y cuando hemos trabajado en el recinto ferial ha sido con Tenerife Moda, con Efraín Medina. Nosotros nunca nos hemos casado con nadie. La política hay que celebrarla del trabajo. Nunca nos verás apostar por nadie en especial; no es nuestra forma. No conocía al concejal ni a la alcaldesa, salvo por foto.

¿Su proyecto para dirigir la gala de la reina es por un año?

María: De momento este año.

Marco: Yo dejé la puerta abierta al concejal de Fiestas.

¿Sus diseñadores favoritos?

María: Justo Gutiérrez es el rey del diseño, con diferencia; y Leo Martínez, el rey del efecto.

Marco: Leo rompió.

María: Ahora yo no sabría hacer un traje de Carnaval con las dimensiones actuales.

Al final de la gala, ¿qué le gustaría que dijera el público?

Queremos una gala entretenida con momentos que al público le ponga la carne de gallina.