El Pergamino de Clío
El código pirata

El código pirata / La Provincia
Lara de Armas Moreno
Son muchas las películas hollywoodienses en las que se presenta a piratas que roban y matan sin ningún tipo de reparo. Sin embargo, la historia nos muestra que la gran mayoría estaban suscritos a hermandades sujetas a un estricto código de conducta. Se cree que el autor de estas reglas fue Bartolomeu Português, un pirata portugués del siglo XVII.
Todo comenzó cuando los españoles expulsaron a los bucán (de donde procede bucanero), los habitantes de la zona occidental de la isla La Española, en donde actualmente se encuentra Haití. Estos expulsados comenzaron a comercializar en la isla de Tortuga y se dejaron guiar por un gobernador francés que impuso una comunidad que vivía al margen de la ley.
Bartolomeu compró en Cuba un barco pequeño capáz de perseguir embarcaciones de gran envergadura. Poco a poco, el bucanero fue ganando reputación dentro de la Cofradía de los Hermanos de la Costa, una organización de Tortuga, en donde Bartolomeu terminó imponiendo un código de conducta común.
Los relatos han sido los encargados de hacernos llegar el código hasta nuestros días ya que no se ha podido conservar ningún documento escrito. Al parecer, los hombres que eran capturados tiraban el código al mar para evitar ser incriminados.

Los piratas canarios Amaro Pargo y Cabeza de Perro / Jorge Leal
En total las normas se pueden resumir en nueve. En primer lugar, todos los hombres debían tomar las decisiones de forma democrática, y digo hombres porque no podía haber mujeres a bordo. Sin embargo, se tiene constancia de que hubo algunos casos excepcionales. En segundo lugar, la propiedad privada no existía, todo botín era repartido de manera jerárquica.
Al contrario de lo que se pueda pensar, la vida del pirata no se basaba en el descontrol. Existía una norma que les prohibía jugar a las cartas o a los dados por dinero. Además, las luces se apagaban a las ocho de la noche, tras lo cual, aquel que deseara seguir de farra tendría que hacerlo en la cubierta superior.
Tampoco se permitían las peleas a bordo, todos los conflictos tenían que resolverse en tierra y el duelo debía estar supervisado por los miembros más importantes de la tripulación. Según lo recogido por el capitán Johnson en su Historia de los piratas, se les entregaba a los contrincantes una pistola. Si ambos fallaban tendrían que recurrir a la lucha con machete y era declarado vencedor el que hiciera sangrar al otro primero.

Johnny Depp como Jack Sparrow en una de las películas de 'Piratas del Caribe' / La Provincia
Robar a un compañero estaba muy mal visto, de hecho, era una falta imperdonable cuyo castigo era ser abandonado en una isla desierta. Si el robo era de mucha cantidad, el trasgresor sería castigado amputándole las orejas y la nariz para luego ser abandonado en tierra.
Cual tropa militar, los piratas debían tener sus armas limpias, cargadas y listas en todo momento y no podían abandonar el barco durante una batalla. El que transgrediera esta norma sería condenado o muerte o abandonado en una isla desierta.
Quizá la regla más curiosa era la que obligaba a contribuir para un fondo común que se encargaba de ayudar a los heridos en batalla. Si algún miembro quedaba lisiado durante el servicio recibía 800 dólares del fondo común. Por heridas más pequeñas la cantidad variaba. Los piratas no tenían interés en cuidar de sus mayores. Para poder jubilarse tenían que aportar a la comunidad 1.000 libras.
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