Construcción

Los sindicatos cuestionan la contratación de obreros foráneos

CCOO y UGT temen que los extranjeros que se sumen a las plantillas de las constructoras acaben viviendo en «barracones» y con jornadas «de sol a sol»

Un obrero trabaja en la fachada de un edificio en la capital grancanaria.

Un obrero trabaja en la fachada de un edificio en la capital grancanaria. / Efe/ Elvira Urquijo

Andrea Saavedra

Andrea Saavedra

Las Palmas de Gran Canaria

Los principales sindicatos de Canarias han mostrado su preocupación ante el anuncio de los constructores del Archipiélago de contratar a 2.000 trabajadores extranjeros por la falta de mano de obra local. Temen que estos empleados –tal como ha ocurrido en otros momentos de la historia– terminen viviendo en condiciones precarias y con jornadas laborales abusivas. «Nos preocupa seriamente que estas personas vayan a terminar como se hacía antes: viviendo en barracones y trabajando de sol a sol», advierte José Manuel Ojeda, representante del sector de la construcción de CCOO en Canarias. El sindicalista recuerda casos pasados en los que otros trabajadores españoles que llegaron a las Islas fueron alojados en condiciones indignas. «Los que venían de fuera trabajaban de lunes a domingo. Si esta gente viene a esas condiciones, no podemos permitirlo», insiste.

El secretario general de UGT Canarias, Manuel Navarro, coincide. «La experiencia nos dice que muchas veces se ofrecen unas condiciones en origen y, cuando llegan aquí, esas condiciones cambian», afirma. Navarro teme que los trabajadores acaben «hacinados en barracones» y sometidos a una presión añadida: «No es chantaje, pero sí una forma de control, porque si se quejan sienten que pueden perder hasta el alojamiento que se les dio», plantea.

Retroceso de derechos

Ambos sindicatos advierten que este tipo de contrataciones puede suponer un retroceso en los derechos laborales si no se actúa con garantías. Ojeda reclama que se vigile estrictamente el cumplimiento de los convenios y de la prevención de riesgos laborales. «Tienen que trabajar con las mismas condiciones que cualquier trabajador español. No somos gandules, como se dice. En este sector hay mucha siniestralidad y un índice de mortalidad laboral muy alto», recuerda el sindicalista.

Además, cuestionan que realmente sea necesario importar mano de obra. «En Canarias hay 12.000 personas paradas con experiencia en la construcción. ¿Por qué no se está captando a esta gente?», se pregunta Navarro, quien también critica la falta de atractivo del sector. «Los salarios son basura. No permiten tener un proyecto de vida ni acceder a una vivienda».

También el portavoz de Empleo del Grupo Socialista, Gustavo Santana, considera que existen respuestas «más rápidas y garantistas» para emplear la oferta que necesita el sector de la construcción en Canarias, «antes de buscar mano de obra foránea». Para el diputado socialista, la solución pasa por articular una política bajo el liderazgo de la Consejería de Empleo del Gobierno de Canarias, habilitando los recursos necesarios y poniendo a disposición de la patronal y los sindicatos del sector un Servicio Extraordinario e Integral de Empleo.

Única salida

Por su parte, la presidenta de la patronal de la construcción, Salud Gil, defendió ayer en declaraciones a la Cadena SER que la contratación de trabajadores extranjeros es la única salida viable ante la falta estructural de mano de obra en Canarias. «Hemos entrevistado a más de 3.400 personas en paro y ninguna quiere trabajar en el sector. Y de los 12.000 que hay en el paro, solo mil tienen la certificación profesional vinculada. Esto requiere un análisis más profundo», aseguró. Gil aclaró que la contratación se hará con todas las garantías legales y en coordinación con la Delegación del Gobierno y la Inspección de Trabajo. Respecto al alojamiento, explicó que se utilizarán «viviendas industrializadas de 30 metros cuadrados, con baño, cocina, salón y todos los servicios alrededor».

La patronal insiste en que los sueldos del sector no son el problema. «Un peón ordinario cobra unos 20.000 euros al año, y los salarios superan en un 32% al salario mínimo. Además, tenemos planes de pensiones y jornadas que permiten la conciliación», aseguró. Sin embargo, desde UGT se replica que estas condiciones siguen siendo insuficientes. «¿Qué joven va a querer trabajar en un sector con salarios que apenas dan para subsistir?», se pregunta Navarro.

Tanto CCOO como UGT reconocen que el déficit de mano de obra es real, pero insisten en que debe resolverse respetando los derechos de todos los trabajadores, tanto locales como extranjeros. «Queremos que vengan, sí. Pero en condiciones laborales dignas», concluye Ojeda

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