Una Laguna más plácida que lo que el PSOE soñó: balance de dos años de mandato

Luis Yeray Gutiérrez gobierna la segunda ciudad de la Isla con un socio discreto y una oposición tibia

Un momento del pleno de junio.

Un momento del pleno de junio. / Andrés Gutiérrez

La Laguna

«El balance es absolutamente positivo», afirma Badel Albelo. Son las sensaciones de un PSOE que cohabita con CC en la vieja Aguere sin casi sobresaltos. Al hacer balance, la oposición critica necesidades pendientes y el modo de gobernar, pero su tono diario poco incomoda al pacto local.

La noche electoral de mayo de 2023 dejó un sabor agridulce en la sede del PSOE lagunero, en la calle Lucas Vega. Logró esta formación política diez concejales que reforzaban su proyecto, pero ni el escenario regional le era favorable ni los cálculos le acababan de salir. Las relaciones con CC no estaban como para un pacto, la suma con el PP no alcanzaba y un acuerdo de izquierdas necesitaba de Drago y transigir con unas exigencias que los socialistas entendían excesivas. Y fue así que Luis Yeray Gutiérrez empezó a gobernar en minoría. Que dos años más tarde tendría la holgura de 18 ediles, con CC aceptando un rol secundario y una oposición que no le genera grandes problemas en el día a día municipal, no figuraba ni en sus mejores sueños.

La lectura que realiza el portavoz del PSOE, Badel Albelo, confirma que están contentos: «El balance del mandato por parte del grupo municipal socialista es absolutamente positivo». Albelo sostiene que el municipio «ha seguido avanzando con estabilidad, con responsabilidad y, sobre todo, con visión de futuro», y destaca actuaciones en servicios públicos e infraestructuras como el barranco de La Carnicería o la cesión al Gobierno de Canarias de parcelas para la construcción de vivienda. «Nos sentimos especialmente satisfechos de haber consolidado un gobierno útil, solvente y próximo», dice.

El socio del PSOE

CC, el socio de gobierno del PSOE, tiene como líder a Francisco José Hernández. «Se ha trabajado de forma intensa y eficaz para mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos», comienza su análisis. Al ahondar, y entre otras acciones en áreas que son competencia de los nacionalistas, Hernández menciona la modernización del sistema de recogida de residuos, acuerdos con el sector del taxi o trámites para la actualización del mapa acústico. «La relación con el PSOE no solo es cordial, sino muy positiva», afirma un concejal que no percibe que el partido que dirige se encuentre en un segundo plano.

Desde la oposición, Juan Antonio Molina (PP) hace una lectura menos positiva. «La parálisis en este ayuntamiento es total», critica, y observa «un gobierno obsesionado con la publicidad, la propaganda y las fiestas». De forma particular, algunos de los aspectos sobre los que se queja son las instalaciones deportivas «abandonadas», un «Plan General bloqueado» o «retrasos imperdonables en la reposición de las Chumberas». También lamenta que el PSOE gobierne «en solitario, haciendo concesiones a la izquierda radical del municipio» y que «CC, de manera incomprensible, sigue sometida a los designios del alcalde, sirviendo a su causa».

«Mandato de las rentas»

«En La Laguna es el mandato de las rentas. Se han recogido frutos del trabajo en discapacidad, mayores, comercio, medio ambiente, educación o igualdad, mientras han reducido las acciones políticas efectivas o las iniciativas novedosas». Así lo ve Rubens Ascanio (Unidas), que gobernó en pacto con el PSOE entre 2019 y 2023. Entre sus reproches al gobierno local incluye que van en aumento las quejas vecinales por falta de atención o por «representantes públicos que ni contestan» y, desde otra perspectiva, pone de relieve que Unidas está a la cabeza en presentación de propuestas. «Tener un sueldo público, que no es lo mismo que estar a sueldo de un alcalde o mandatario, no implica dejar de tener voz propia», asegura al ser preguntado por las liberaciones de la oposición y en qué medida pueden lastrar la labor fiscalizadora.

El otro partido de izquierdas en el Pleno lagunero es Drago, encabezado por el otrora dirigente de Podemos Alberto Rodríguez. «Estamos fiscalizando la acción de gobierno con seriedad, presentando iniciativas, mociones, preguntas…», considera, y defiende que «en los plenos y en la calle se pulsa que Drago Verdes Canarias es la única oposición real al actual equipo de gobierno». Diferencia dos períodos: el del PSOE a la espera del resultado de las elecciones generales y el del pacto con CC. «Al final, el dinero y el poder hacen que se muestre la cara real; son algo muy parecido y la prueba es que gobiernan sin ningún tipo de tensión», asevera.

Impuestos y fiestas

El tablero político lagunero lo cierra Vox, que empezó el mandato con dos ediles, hasta que José Manuel Brito abandonó el partido y pasó a la condición de no adscrito, lo que dejó solo a Manuel Alejandro Rodríguez. Este último dice sentirse «verdaderamente privilegiado» de llevar la voz «de más de 6.000 laguneros» al salón de plenos. «En este ayuntamiento nunca se había oído defender que los españoles tengamos prioridad en la recepción de subvenciones a la vivienda o ayudas sociales», resalta. «Algo que no esperábamos encontrar es a un gobierno centrado en subir los impuestos y dilapidarlo en infinitas fiestas», critica

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