La Cámara cortocircuita el "golpe de Estado" al sistema autonómico de Vox

Nicasio Galván defiende "poner toda la maquinaria centralista al servicio del bienestar y la prosperidad de los españoles por encima de entes autonómicos, burocracia y duplicidades"

Imagen de archivo de Nicasio Galván (i), Santiago Abascal (c) y Alberto Rodríguez (d) en un acto electoral.

Imagen de archivo de Nicasio Galván (i), Santiago Abascal (c) y Alberto Rodríguez (d) en un acto electoral. / Andrés Cruz

Salvador Lachica

Salvador Lachica

Santa Cruz de Tenerife

Vox llevó a cabo este miércoles en el pleno del Parlamento un sobreesfuerzo para intentar abrir hueco en Canarias a su batalla ideológica a través de una propuesta que el diputado Raúl Acosta (AHI) resumió como un "argumentario de golpe de Estado" contra el sistema autonómico consagrado en el Título VIII de la Constitución. La totalidad del arco parlamentario paró los pies al portavoz del partido de la ultraderecha, Nicasio Galván, en su defensa del ideario de la extrema derecha y su ataque al modelo autonómico que "ha convertido a España en 17 reinos de Taifa, no ha cumplido su misión y creado ciudadanos de primera, de segunda y de tercera, y en alguna isla, de cuarta y de quinta".

Ni siquiera el PP, partido heredero de la Alianza Popular (AP) de Manuel Fraga que en 1978 se abstuvo en la votación del Título VIII constitucional porque no veía muy claro hace 47 años el concepto de Estado autonómico, siguió la corriente a Galván, pues Fernando Enseñat se lo dejó claro: "Frente a la degradación del Gobierno de Pedro Sánchez, acorralado por la corrupción y las prebendas a los independentistas catalanes la solución no es cargarse el modelo ni demonizar a las comunidades autónomas en un potaje ideológico, sino cambiar el Gobierno; esto no es nacionalismo, es sentido común y respetar la Constitución".

Inasequible al desaliento, el representante de Santiago Abascal en Canarias insistió en la necesidad de "superar el actual sistema autonómico y avanzar hacia la recuperación de competencias por parte del Estado" para poner "toda la maquinaria" centralista "al servicio del bienestar y la prosperidad de los españoles por encima de entes autonómicos, burocracia y duplicidades". Un esquema que, como recordó la socialista Nira Fierro es el de la "España franquista; una grande y libre, que anhelan de forma permanente".

Galván se defendió de las críticas de "comunistas" -PSOE y NC-, "los de la gaviota inútil" -PP- y los "adoradores del PNV" -CC- al insistir en su negativa no solo a "cualquier negociación con partidos separatistas en cualquier circunstancia", sino a "toda reforma del sistema de financiación autonómica", porque eso significa perpetuar "despilfarros" como es el dinero destinado a cumplir con la Agenda 2030, la atención a los menores migrantes no acompañados o a pagar al "Gobierno de Canarias más caro de la historia".

Un alegato que Esther González (NC-Bc) tildó de "atentado directo al "Estado de las autonomías y a la pluralidad territorial" y que Melodie Mendoza (ASG) calificó de "simplista" fruto de una "visión excluyente de todo lo que no encaja en su idea homogénea y centralizada que, por fortuna, la mayoría de españoles hemos superado".

Por último, el nacionalista Jonathan de Felipe recordó a Galván que cuando tomó posesión de su acta de diputado juró guardar y hacer guardar la Constitución y el Estatuto de Autonomía de Canarias, un compromiso que el ultraderechista rompió con su intervención de este miércoles en el Parlamento.

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