Un servicio cómplice con la sociedad del Archipiélago

Los testimonios de los canarios Genoveva Pérez, Carlos Nuño y Patricia Sosa son un ejemplo de la importancia que el 012 tiene para miles de canarios

Vecinos de Arrecife, en Lanzarote, pasean por la calle Real de la capital de la Isla. |  | LA PROVINCIA/DLP

Vecinos de Arrecife, en Lanzarote, pasean por la calle Real de la capital de la Isla. | | LA PROVINCIA/DLP

Las Palmas de Gran Canaria

Más que un servicio, un aliado. Esas seis palabras resumen a grosso modo la relación que miles de ciudadanos del Archipiélago mantienen con el Servicio de Información y Atención Ciudadana no Presencial del Gobierno de Canarias, conocido popularmente como 012 que, a lo largo de sus 25 años de historia, se ha convertido entre la sociedad de las Islas en ‘puerta de entrada’ a los diferentes organismos públicos del Ejecutivo regional para acceder tanto a cita previa en atención sanitaria como a, entre otros asuntos, conocer y gestionar las ayudas al alquiler, los apoyos económicos destinados a paliar los destrozos ocasionados por sucesos como la erupción en La Palma del volcán Tajogaite o el ciclón Delta, en Tenerife, además de ofrecer información acerca del registro de Parejas de Hecho, la creación de asociaciones o la evolución de episodios meteorológicos adversos. Tres usuarios de dicho servicio han accedido a relatar su experiencia «positiva e imprescindible», dicen, con el 012.

Carlos Nuño tiene hoy 28 años pero aún rememora como en 2021, «perdido en todo el papeleo», recuerda ahora, el 012 jugó un papel «importantísimo» para lograr la ayuda al alquiler con la cual consiguió por fin independizarse. «Yo no sabía nada de nada y fue clave encontrar a quién me dirigiera y facilitará los trámites que debía realizar», reconoce el joven grancanario que incluso creyó que «jamás iba a recibir esa ayuda» que finalmente se materializó unos meses más tarde. «Posiblemente el 012 fue clave en que hoy esté creando una familia bajo mi propio techo», cuenta.

La relación de Genoveva Pérez con el 012 se ha convertido, según sus propias palabras, «en imprescindible». Madre de dos hijos de siete y diez años, esta vecina de Lanzarote tiene también bajo su responsabilidad la atención de su madre dependiente.

«Nadie puede imaginar lo importante que es poder gestionar a través de un sólo número de teléfono las citas sanitarias de mis niños y de mi mamá porque como le ocurre a otras muchas madres trabajadoras, el trajín del día a día no nos deja mucho tiempo. En ocasiones», admite esta mujer de 40 años, «he sentido mayor empatía de quienes me atienden a través del 012 y el resto de oficinas dependientes del Gobierno de Canarias que entre las personas más próximas a mi núcleo familiar o de amistades a la hora de gestionar las visitas a los médicos, las urgencias y los problemas derivados de la salud de mi madre e incluso los míos propios», confiesa.

«Me situaron en la realidad de lo que estaba sucediendo». Así define la tinerfeña Patricia Sosa la conversación que mantuvo en septiembre de 2021 con una operadora del 012 a raíz de la erupción del Tajogaite, en la isla de La Palma. «Nosotros teníamos una vivienda familiar en La Palma que se vio afectada por las coladas y cuando lo supimos nos pusimos en contacto con el 012 buscando una solución», rememora esta canaria de 47 años antes de explicar que aquella llamada «me supuso una bofetada de realidad porque, claro, para mí no había nada más importante que saber qué iba a pasar con aquella casa y entonces, a raíz de una conversación con una operadora del servicio, entendí que, lógicamente, en aquellos primeros momentos había que centrar el trabajo y esfuerzo de la Administración en apoyar a las mujeres y hombres que habían perdido todo bajo la lava y por no tener carecían incluso de un lugar donde dormir. Con aquella explicación al otro lado del teléfono», admitía esta semana, «me di cuenta que estaba actuando de una manera egoísta porque al fin y al cabo nuestro hogar palmero era el lugar donde pasábamos los veranos pero habían muchas otras personas que lo habían perdido absolutamente todo».

Esa conversación con el 012, desde donde la derivaron a la oficina del Gobierno canario puesta en marcha para gestionar las ayudas entre los afectados por el volcán, resultó tan importante «porque nos situó a mi y a mi familia en el escenario real de lo que estaba sucediendo», matiza, que a día de hoy «comprendemos incluso que se demoren parte de las ayudas anunciadas: no es sencillo afrontar y dar solución a un acontecimiento de semejante envergadura», cuenta antes de concluir admitiendo que «sin esa llamada al 012 quizá no hubiésemos entendido cuál y cómo era de dura la realidad».

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