PLENO DEL PARLAMENTO DE CANARIAS

Los profetas de una crisis palmera y una costra que se desprende

El PSOE volvió a bombardear a la consejera de Bienestar Social por el servicio de dependencia pero Candelaria Delgado aguantó razonablemente el ataque

El diputado socialista Gustavo Santana ojea, ayer, una nota del PSOE.

El diputado socialista Gustavo Santana ojea, ayer, una nota del PSOE. / María Pisaca

Alfonso González Jerez

Alfonso González Jerez

Las Palmas de Gran Canaria

Los que siguen por razones profesionales, despiste o vicio nefando los plenos parlamentarios deben asumir ciertos peligros, pero a veces no son pronosticables

Mientras en la cueva plenaria gotean las preguntas y comparecencias -alargando las estalactitas que engrosan año tras año, legislatura tras legislatura-, los diputados vagabundean los pasillos, beben café en las máquinas, fuman pecaminosamente en el pequeño patio trasero -más bien un triste parterre- del edificio parlamentario, y a veces se alargan en breves incursiones hasta las cafeterías más cercanas. Una de las materias chismográficas más extendidas del pleno fue la situación política de La Palma. Los socialistas y -más reservadamente- los conservadores lo comentan con una inocultable satisfacción. Según cuentan unos y otros no ha dejado de crecer una tensión cainita entre la líder de CC en La Palma, Nieves Lady Barreto, consejera de Presidencia, Justicia y Seguridad del Gobierno autonómico, y el presidente del Cabildo de La Palma, Sergio Rodríguez. Como se recordará, en las elecciones locales de mayo de 2023 Rodríguez obtuvo un éxito aplastante, una mayoría absoluta que se llevó por delante el pésimo gobierno insular que integraban el PP y el PSOE, y que en realidad no tenía otro objeto que momificar a Coalición Canaria en la oposición. 

En La Palma esas coyundas son mucho más fáciles y comprensibles que en cualquiera otra isla. En una ocasión un colaborador y amigo de Antonio Castro Cordobez -hace años retirado en una Arcadia platanera- calificó a API, el PP y el PSOE como «partidos muy moderados» y alguien le preguntó por la izquierda. La respuesta fue inmediata:

--En La Palma no hay partidos de izquierda. Ni los comunistas son de izquierdas aquí.

Este moderantismo y las artes pérfidas de Asier Antona explican el prolongado pacto ente el PSOE y el PP, pero lo que ocurre ahora es insólito. La pugna que mantuvieron durante años José Luis Perestelo y Juan Ramón Hernández nunca hizo daño político y electoral al partido. Esto es diferente. Las relaciones entre Barreto y Sergio Rodríguez están tan deterioradas que no se hablan y ese malestar, en parte, se ha trasladado al gobierno insular. «Y desde Tenerife se apoya a Nieves Lady», deslizó ayer un diputado casi complacido.

Allá dentro continuaba la sesión plenaria. Al igual que en la tarde de ayer, Gustavo Matos se había ausentado del salón de plenos. Más chismografía no verificable: Matos se habría desplazado a Madrid para ser informado, en la sede central del PSOE, de la apertura de expediente informativo, del nombre del instructor y de la metodología de trabajo. Aunque al vicepresidente segundo del Parlamento le pese, su desgraciada conversación con Mohamed Derbah no va a disolverse en un instante. En cuanto al orden del día, la mayor paliza se la llevó el consejero de Obras Públicas, Pablo Rodríguez, que acumuló nada menos que cuatro comparecencias y, sin embargo, escapó vivo y sin decir nada especialmente remarcable, lo que aumenta el mérito. La consejera Migdalia Machín se mostró satisfecha (con razón) por la mejora de la situación de los contratos posdoctorales, aunque también se manifestó contenta con el desarrollo del programa Identitaria, que se ha convertido en uno de los mayores bluf de la legislatura. El PSOE volvió a bombardear a la consejera de Bienestar Social por el servicio de dependencia pero Candelaria Delgado aguantó razonablemente el ataque. El consejero de Agricultura y Pesca, Narvay Quintero, hizo la acostumbrada crónica del apocalipsis de la ganadería canaria. El consejero de Política Territorial y Aguas, Manuel Miranda, habló largamente sobre lo que se está haciendo para erradicar los vertidos en los litorales de las islas. Por supuesto, es algo que se está arreglando. El señor Miranda siempre está arreglando algo: es un consejero sereno, didascálico y proactivo. Y después de un par de mociones escasamente históricas llegó la larga lista de las proposiciones no de ley, que además de otras funciones ilustradas anteriormente por este cronista, tienen la de ofrecer a diputados que no brillaron en otras fases del pleno un fisquito de protagonismo, que todo político se merece cinco minutos de inmortalidad y, si es posible, incluso, un titular.

Los que siguen por razones profesionales, despiste o vicio nefando los plenos parlamentarios deben asumir ciertos peligros, pero a veces no son pronosticables, y es lo que ocurrió con una proposición no de ley (PNL) que pretendía declarar el timple como Bien de Interés Cultural y que, por supuesto, fue aprobada. Cualquier diabético la hubiera diseñado sin remedio con las sucesivas intervenciones de los portavoces parlamentarios. El grupo proponente, el PP, había colocado un timple sobre una silla, junto a la tribuna de oradores, y algunos diputados lo miraban y parecían dirigirse a él. «El timple es pequeño como pueblo canario», dijo Bermúdez, es una metáfora no demasiado afortunada ni personal ni poéticamente. Al final los diputados se aplaudieron a sí mismos. Nueva Canarias pidió declarar El Jable, en su totalidad, como Parque Rural. Socialistas y romanistas solicitaron la estabilización del personal temporal al servicio de las administraciones públicas en abuso de temporalidad, basándose en las sentencia de febrero y junio del año pasado emitidas por el Tribunal de Justicia de la UE. Con todo, la PNL más salseada fue una presentada por Vox para restituir el 100% de la paga adicional del personal médico del Servicio Canario de Salud. Una paga que se dejó de abonar hace años y que el portavoz de Vox, Nicasio Galván, defendió con ahínco. Por supuesto, hay gente maliciosa que explica que el interés de Galván en el asunto es que su hermano es médico del SCS, pero creo que debe rechazarse y no dar pábulo a semejante chisme. Yone Caraballo subió a la tribuna con un bote de detergente en la mano, para señalar que, con esa PNL, Vox solo quería blanquearse. Estuvo un buen rato explicándoles a sus señorías lo que son los impuestos. El señor Caraballo siempre garantiza al menos un minuto de vergüenza ajena. Digamos que se lo curra. 

Y por ahí, poco más o menos, acabó el pleno. Por un momento Francisco Linares, secretario general de CC de Tenerife, y Tamara Raya, secretaria general del PSOE tinerfeño, intercambiaron tal vez una mirada. Habían hablado unos minutos sobre las estupideces judiciales de Santiago Pérez, intentando remover el llamado caso Reparos, que jamás existió. Ambos concluyeron que el resentimiento apellejado de Pérez en ningún caso significaría una perturbación del pacto suscrito entre CC y PSOE en el Ayuntamiento de La Laguna, presidido por Luis Yeray Gutiérrez. Hay costras que se resisten a desprenderse. Pero solo son costras. 

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