La alianza vecinal del Centro de la Cultura Popular Canaria, motivo de celebración en el Día de Canarias

El Centro de la Cultura Popular Canaria obtiene el Premio Canarias de Cultura Popular, una categoría impulsada por la propia asociación en 1997

Tres de los miembros actuales del Centro de la Cultura Popular Canaria.

Tres de los miembros actuales del Centro de la Cultura Popular Canaria. / Arturo Jiménez

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

La Laguna

En 1977, los poetas canarios Félix Casanova de Ayala y Agustín Millares salían a las plazas a recitar y compartir sus obras con los vecinos. Detrás de esa iniciativa que trataba de fomentar la cultura hecha en las Islas se encontraba el recién creado Centro de la Cultura Popular Canaria (CCPC), la organización que ahora, 48 años más tarde, recibe el Premio Canarias de Cultura Popular el próximo viernes 30 de mayo para conmemorar el Día de Canarias.

César Rodríguez es la persona que ha estado detrás de esta institución desde el día que nació. A sus 78 años, continúa al frente de este centro para el que el municipio de La Laguna siempre ha sido su casa. Nació en Aguere porque la mayoría de sus miembros fundadores se conocieron precisamente en esta ciudad mientras cursaban sus estudios universitarios. Actualmente, su única sede está en la calle Daute, donde llevan desde 1999, en un edificio en el que también celebran encuentros culturales y donde abre cada día su librería y tienda de discos.

Presencia

El CCPC tuvo también una sede en Gran Canaria y, aunque hoy en día ya no están presentes de forma física en la Isla, la organización se encarga de mantener el contacto con todo el tejido cultural del Archipiélago con llamadas o encuentros telemáticos cada semana. Además, tratan de estar presentes en todas las actividades a las que son invitados, sea el municipio que sea.

Inicios

Hace 48 años, el Centro de la Cultura nació con el objetivo de llenar un vacío que afectaba a muchos rincones de las Islas. «Más allá de las fiestas populares, verbenas y procesiones, las tradiciones canarias no se tenían en cuenta», reflexiona la secretaria del Centro de la Cultura Popular Canaria, Carmen Delia Leal, quien expresa que «a partir de esas fiestas populares nos propusimos acercar la cultura a todo el pueblo canario».

La secretaria del CCPC, Carmen Delia Leal.

La secretaria del CCPC, Carmen Delia Leal. / Arturo Jiménez

Fue de esta manera que el CCPC llegó a desarrollar hasta un centenar de ciclos culturales por los barrios haciendo posible que un poeta nacido en La Gomera como Félix Casanova de Ayala recibiera ovaciones tras sus recitales en los barrios laguneros, o que la obra de Agustín Millares llegara hasta la plaza de Schamann, en Gran Canaria, uno de los barrios más castigados por la pobreza en aquellos años.

Pero no solo la poesía centró aquellos primeros pasos. También se habló de agua, de política o de caciquismo, se ofrecieron funciones de teatro popular e independiente y conciertos de canción popular y de autor. Fue así como el Centro de la Cultura y la música de Canarias se han convertido en dos caras de una misma moneda. Los Sabandeños, Los Gofiones, Los Chincanayros o Añoranza se consolidaron gracias al auspicio de este proyecto, que además está detrás de Taller Canario de Canción.

La literatura canaria es otra de las facetas que el CCPC ha querido arropar a lo largo de las décadas. Su primer libro publicado fue Endechas del ahogado verde y otros agüeros del son, del poeta Fernando Garciarramos, en 1981, y desde entonces han sido muchas las publicaciones y, sobre todo, las reediciones que se han encargado de llevar a todos los rincones de las Islas. «Aquello nació del fervor y el compromiso social y cultural de gente como Elfidio Alonso, Pedro Lezcano o Luis Cobiella Cuevas que nos animaron a publicar libros, primero de una forma muy precaria y que vendíamos, prácticamente, casa por casa», recuerda. 

Retos

Casi medio siglo después de su creación, los miembros actuales de la organización expresan su deseo de contar con «capacidad económica suficiente que nos permita retomar los ciclos culturales del principio de nuestra andadura porque creemos que estamos volviendo en cierta manera a aquel páramo cultural que precisamente nos animó a aparecer».

Es por eso que les gustaría celebrar su medio siglo de historia de la mejor manera posible y, sobre todo, resaltan el trabajo realizado en Canarias en defensa de la cultura. «Nos gustaría hacer un documental que además anime a la gente a convertirse en el relevo del equipo que trabaja ahora. También nos gustaría sanear económicamente el proyecto», enumera la secretaria quien habla también de la necesidad de publicar unas memorias colectivas que registren «las luces y las sombras» de este proyecto y que, al igual que se encargue de mostrar los errores de este medio siglo, también deje patente lo aportado.

A pesar de que se trata de un equipo pequeño el que compone el CCPC en la actualidad, han sido miles las personas que han trabajado y colaborado con la organización a lo largo de este medio siglo y Leal habla de la necesidad de «reconocer el esfuerzo y el sacrificio» de todos ellos. No solo en el marco de su 50 aniversario, sino también con este Premio Canarias de Cultura Popular.

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