Sociedad Torrelavega de Lanzarote, Medalla de Oro por el Día de Canarias: 80 años de deporte y cultura

El deporte, la cultura, la educación, las libertades democráticas y el ocio son algunos de los pilares fundamentales que han contribuido a que a lo largo de ochenta años la Sociedad Cultura, Recreo y Deportes Torrelavega se haya convertido en un referente en Arrecife y en el resto de la isla de Lanzarote. Conocida popularmente como ‘El Torre’, la entidad ha sido galardonada con una de las Medallas de Oro 2025 del Gobierno de Canarias: “Ha dado voz a todas las corrientes culturales y artísticas, promoviendo el amor al deporte y a todos aquellos símbolos y actividades que dan forma a la identidad que caracteriza al pueblo de Lanzarote”, destaca el Ejecutivo, que entregará el reconocimiento a la Sociedad Torrelavega el próximo 30 de mayo, Día de Canarias.

Antonio Ramos Díaz (Toñín), presidente de la Sociedad Torrelavega desde el año 2022 y uno de los miembros más activos en la trayectoria de la entidad, asegura que “hemos acogido la Medalla de Oro con mucha ilusión y cariño tanto los socios, como los directivos y simpatizantes del deporte y la cultura de la Sociedad Torrelavega”.

Ramos ha sido vicepresidente del Torrelavega entre 1972 y 2022, año en el que asumió la presidencia, “por obligación”, asegura, tras la repentina muerte del entonces presidente, Edmundo de la Hoz. En 2024 fue reelegido para continuar en el cargo por un mandato de dos anualidades. En la actual junta directiva están también Luis Nivario González Afonso (vicepresidente); Noemí Arráez Betancort (secretaria); Manuel Jesús Luis Gil (tesorero), Alfonso Duro Cabezón, Carlos Hernández Tarajano, Óscar Luis Pacheco Barreto, Domingo Márquez Brito, César Saavedra Ramón y Olegario Vizcaíno Martín (vocales).

La sede está en la calle Triana, en el barrio de La Vega, en pleno centro de Arrecife, pero antes estuvo en otras localizaciones, entre ellas la cercana calle Blas Cabrera.

El número de socios es de unos 180, cifra que mermó bastante a raíz de la pandemia del coronavirus por las restricciones sanitarias impuestas para celebrar eventos. Hasta ese momento los integrantes llegaron a ser “entre 500 y 600”, recuerda Ramos.

El fútbol, inicio del Torrelavega

La Sociedad Torrelavega tiene su origen en la constitución de la directiva del equipo de fútbol Club Deportivo Torrelavega el 8 de noviembre de 1944, en plena posguerra española.

Nicolás Martín Cabrera se convirtió en el presidente de la primera junta directiva del CD Torrelavega. Por su parte, Edmundo Hernández Padrón ejerció de administrador, Agustín García Márquez de tesorero y Miguel Medina Díaz, Guillermo Topham Díaz y César Manrique Cabrera (el reconocido artista lanzaroteño, que en aquella época contaba con 25 años) fueron los vocales. Así se recoge en la publicación 50 años. Sociedad Torrelavega, cuyo autor es Mario Alberto Perdomo y editó el Cabildo de Lanzarote en 1994 para conmemorar el medio siglo de vida de la entidad.

Manrique regaló en 1990 la imagen corporativa que diseñó para la Sociedad Torrelavega, representada por un futbolista equipado con camisa azul y pantalón rojo, los colores de la bandera de Lanzarote, y escudo de color blanco en alusión a la vestimenta tradicional del Torrelavega.

Ramos se incorporó en 1968 al equipo de colaboradores del equipo de César Manrique que se encargó de la construcción de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote.

El nombre, de una fábrica de alcoholes

El ‘Avión’ era el nombre del equipo de fútbol más conocido en la barriada de La Vega, pero se disolvió en 1945 “por falta de colaboración o de dinero, o por ambas cosas”, según se detalla en el libro 50 años. Sociedad Torrelavega.

Manuel Rosa Camejo, Edmundo González Padrón y un grupo de seguidores del fútbol crearon un club al que bautizaron con el nombre de Torrelavega. La denominación tiene que ver con “la torre de tres pisos que resaltaba sobre el edificio de una destilería de alcoholes sita en el barrio”, en la trasera de lo que hoy es Muebles Barreto, en la calle García Escámez” en Arrecife, vía rebautizada hace una década como Doctor Juan Negrín con motivo de la eliminación de los nombres relacionados con la época franquista.

Dicha construcción se conocía como Torre de La Vega, pero el club de fútbol abrevió esos términos y se autodenominó Torrelavega.

El CD Torrelavega jugó su primer encuentro en 1944 y en la primera temporada acabó último en la competición, puesto que abandonó en la siguiente tras conquistar el título en “el Estadio Olímpico de Arrecife, que más tarde se conocería por Campo de Juego de Arrecife”, situado en La Vega y ya desaparecido.

Ante la falta de un local en el que reunirse, las primeras reuniones del Torrelavega se llevaron a cabo en un garaje propiedad de la familia de Manuel Rosa Camejo, mientras que Edmundo Hernández Padrón costeaba los gastos del equipo y los seguidores, los socios del club y amigos financiaban la vestimenta. La primera de ellas consistió en camisa a rayas azul y blanco y calzón blanco. Fue así hasta 1945, cuando se convirtió en blanca en su totalidad, al igual que la de su gran rival, el CD Lanzarote, lo que llevó al malestar de ambos clubes cuando se enfrentaban en un partido porque cada uno quería competir con su vestimenta blanca. El club se hizo en 1950 con la Copa Delegado Insular.

Alrededor de tres décadas después desapareció el CD Lanzarote y muchos de sus jugadores pasaron a las filas del Torrelavega, lo que ayudó a destacados logros de ese club. De forma paralela, durante los años setenta, se formó la nueva UD Lanzarote, el representativo insular, que se nutrió, entre otros equipos, de jugadores del Torrelavega.

Uno de los jugadores más destacados del CD Torrelavega y del fútbol insular fue Meluco por el que incluso se interesó el Real Madrid.

En la élite del balonmano

Además del fútbol, el Torrelavega organizaba encuentros de lucha canaria por las fiestas de San Ginés y hasta veladas de boxeo. Otra de las disciplinas por las que apostó con firmeza el Torrelavega a mediados de los años setenta fue el balonmano, cuyo equipo llegó a estar en Primera División de la liga nacional a comienzos de la década de los ochenta. El Torrelavega organizó el primer Torneo de Balonmano de Lanzarote con la Santa Sport (Club La Santa).

Su jugadora más relevante fue la arrecifeña Águeda Batista Cedrés, la deportista lanzaroteña más internacional, ya que cuenta con cinco títulos de Liga División de Honor, cinco Copas y ha sido 42 veces internacional con la selección española absoluta. Además del Torrelavega, Águeda pasó por otros clubes como el Ibér Valencia, la AD Vifirehaty y el CD Tahíche.

El CD Torrelavega de fútbol inició en 1944 la historia de ocho décadas de la entidad, con presencia también en la élite del balonmano

El actual seleccionador de las Guerreras, Ambros Martín; el presidente del Cabildo de El Hierro, Elpidio Armas; y hasta la cantante Rosana Arbelo, entre otros, han pasado por las filas del Torrelavega de balonmano.

Las exigencias económicas que conlleva estar en lo más alto de la competición del balonmano, llevó al Torrelavega a acumular un déficit económico, lo que derivó en su fusión con el Club de Balonmano San José, también de Arrecife, a principios de los años 90.

“Somos una sociedad abierta, sin signo político de ningún tipo”

Toñín Ramos

— Presidente de la Sociedad Torrelavega

En la actualidad El Torrelavega no tiene representación deportiva en ninguna disciplina por falta de recursos económicos, lamenta Ramos.

Bodegones de Manrique, alfabetización y bailes

El artista César Manrique se encargó de la comisión de fiestas junto a Manuel Pérez Martín en 1946 y fruto de ese trabajo uno de los primeros eventos fue la exitosa exposición de retratos y bodegones de Manrique en septiembre de ese año en los escaparates de Almacenes Ramírez, en la calle José Antonio, actual Manolo Millares.

El Torrelavega no olvida a César Manrique, al que recuerda de forma especial cada 24 de abril, día de su nacimiento, a través de los actos englobados en los Encuentros con César Manrique, y al que homenajeó con diversos actos en su centenario en 2019.

En sus inicios, y “por iniciativa del entonces secretario, Ginés Díaz González, comienzan a impartirse en el Torrelavega, todavía en un local alquilado al carecer de inmueble propio, clases de alfabetización después de la jornada laboral” en su entonces sede social. De ese modo, se iba dando forma a la dimensión del Torrelavega más allá de la deportiva. En la década de los setenta se incorporan las clases de inglés y de contabilidad y cultura general tras el languidecimiento del Torrelavega por un periodo de abandono.

Los sábados por la noche, en el Torrelavega se llevaban a cabo bailes en los que se recaudaba dinero para sufragar diversos gastos. A finales de los 80 y principios de los 90 del siglo XX los bailes dejaron de celebrarse por el decaimiento de la calle Triana y la extensión también a esa zona de Arrecife del consumo de drogas, por lo que la directiva del Torrelavega optó por dejar de celebrarlos.

Con Nicolás Márquez de presidente, quien asumió el cargo tras el primer presidente, Nicolás Martín (1944), se formó el grupo de teatro Cuadro Artístico Isaac Viera. Debutó el 29 de mayo de 1946 con la obra Robo en despoblado, el cual hacía funciones en distintos municipios de Lanzarote para conseguir fondos para el Torrelavega, rememora la investigación por las cinco décadas de la sociedad.

Construcción de la actual sede social

El compromiso y esfuerzo de los socios del Torrelavega queda patente en la adquisición, en la segunda mitad de la década de los 40 del siglo pasado, de los terrenos en los que se levanta su actual local social en la calle Triana, en el barrio de La Vega.

Todos aportaron algo para levantar la edificación, desde los propios jugadores de fútbol, hasta los socios y los simpatizantes del Torrelavega. Domingo tras domingo se iba ejecutando la construcción.

En el inmueble, cuya sede social fue inaugurada a finales de 1948, destaca el techo de madera de la pista de baile, diseñado por el maestro carpintero Santiago González.

A pesar de las penurias económicas que atravesaba Lanzarote en la posguerra, el empeño conjunto de los que contribuyeron a edificar el Torrelavega hizo realidad un anhelado sueño.

Tras unos años cerrado, el inmueble, que cuenta con tres plantas, se reconstruyó en 1977 con el apoyo de los socios y de otras personas que colaboraron para sacar adelante la necesaria reforma. El pasado lunes, 12 de mayo, se iniciaron nuevos trabajos de rehabilitación en sus salones y en el bar.

Un pilar para el regreso de la Democracia

Además del deporte y la cultura, la Sociedad Torrelavega desempeñó un destacado papel durante la dictadura franquista al unirse a las voces que reclamaban la recuperación de la democracia, a pesar de los intentos de la censura del régimen para que algunos actos no se llevaran a cabo.

Entre sus hitos se encuentran la organización de charlas y conferencias con destacadas figuras del pensamiento, la cultura y la política, así como la promoción de eventos culturales y sociales a lo largo de las décadas.

La conferencia de Manrique sobre la arquitectura popular y el paisaje de Lanzarote el 4 de agosto de 1973 fue otro de los actos destacados del momento con presencia del tenor grancanario Alfredo Kraus, a la que sucedieron con el paso de los años convocatorias de diversa índole con protagonismo de la historia canaria, el urbanismo, la economía, el feminismo, el arte, el medioambiente, la educación, la música de diversos géneros, la literatura, el cine y la política, entre una larga lista de temáticas.

Los políticos Enrique Múgica y Tierno Galván, los músicos Serrat, Los Panchos, Crash, Caco Senante, Taburiente, Benito Cabrera, Pancho Corujo, el escritor Francisco Umbral, el expresidente de España José Luis Rodríguez Zapatero y todos los presidentes de Canarias, a excepción de Adán Martín y Manuel Hermoso, han pasado por el Torrelavega, precisa Ramos.

La Sociedad Torrelavega continúa siendo una tribuna abierta a distintos colectivos y organizaciones. “Somos una sociedad abierta, sin signo político de ningún tipo”, afirma Ramos para subrayar su amplia vocación de servicio a la población.

La creación del anhelado Museo del Mar en Lanzarote, para el que el Torrelavega ha recabado 10.000 firmas, es un deseo que espera que las instituciones hagan realidad en un futuro no muy lejano.

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