La Policía vincula a la fiscal antidroga con la red corrupta de Derbah

Sandra Fagil dirigió el Ministerio Público en Arona y la Policía sospecha que con sus informes favoreció los intereses de Derbah

Droga y útiles incautados en un club cannábico del sur de Tenerife.

Droga y útiles incautados en un club cannábico del sur de Tenerife. / LP / ED

C. Barcala

Las Palmas de Gran Canaria

Sandra Fagil Fraga aterrizó en la Fiscalía de Arona en 2018. Su currículo era intachable. Natural de La Coruña, llegó al Ministerio Público con 30 años. Estuvo destinada en Gerona, antes de recalar en la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada en Madrid y, posteriormente, en Arona. Es ahí, en el sur de Tenerife, donde la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional pone el foco sobre ella y los casos que, supuestamente, investiga. Su trabajo, al frente del órgano, debería ser en defensa de la legalidad, pero Asuntos Internos la considera, en cambio, uno de los eslabones de la trama de narcotráfico y corrupción empresarial liderada por Mohamed Jamil Derbah. La Policía sospecha que Fagil Fraga cambió de bando y que, presuntamente, ayudaba y favorecía la actividad criminal del empresario libanés en los clubes cannábicos del sur de Tenerife.

Estos clubes no eran realmente asociaciones de consumo de marihuana -sostiene la Policía- sino que entre sus cuatro paredes se ocultaba un negocio mayor: la distribución de cocaína y heroína en Tenerife. Arona y Adeje eran los epicentros y, precisamente, las zonas que Fagil Fraga controlaba desde el Ministerio Público. 

La Policía Nacional, según ha podido saber LA PROVINCIA/Diario de Las Palmas, investiga si la representante de la Fiscalía trabajaba para el empresario libanés con la constitución de los estatutos de estos negocios, lo que serviría para que operasen como clubes cannábicos aunque fuesen una tapadera de las drogas duras.

Su papel no termina aquí. Estuvo cinco años al frente de la sección territorial en Arona, hasta 2024, cuando asumió la especialidad Antidroga en Tenerife, coincidiendo con su última etapa en la Isla. Y también la última etapa de su pareja: Francisco Moar, ex jefe de la Brigada de Policía Judicial de Tenerife (impulsor del caso Mediador) hasta 2023 y jefe de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) hasta que se retiró a final del año pasado. Y ahora detenido como uno de los ocho integrantes de la organización criminal de Derbah.

La fiscal es pareja de Francisco Moar, inspector del caso Mediador y detenido en esta red criminal

Ese año, el 2024, es clave para el caso. Es el momento en que la Policía Nacional comienza la investigación contra el empresario libanés y los policías del sur de Tenerife a los que, presuntamente, tenía a sueldo -además de Moar, el jefe de Seguridad Ciudadana y un subinspector de Policía Judicial- para que le informasen de si había alguna investigación en su contra. Lo mismo haría con la Fiscalía.

«La fiscal estaría participando de los hechos delictivos investigados, toda vez que pudiera estar con sus actuaciones en relación a causas judiciales que interesan a Derbah favoreciendo los intereses de la organización criminal», sostiene un informe de Asuntos Internos desvelado por el diario El Mundo. En esos informes -argumenta la Policía- se recogen documentos favorables para que los compinches de Derbah obtuvieran la libertad y, en otros casos, ni siquiera ingresaran en prisión. La Policía habla de «conductas delictivas reiteradas» con «contraprestaciones económicas». «Hay indicios altamente preocupantes sobre la más que posible participación de la fiscal en los hechos», concluye. 

Según los documentos, Fagil Fraga dictaba las medidas fiscales de los presuntos narcotraficantes a favor de los intereses de Derbah y de sus trabajadores. En algunos casos -sigue la Policía en la información de El Mundo- sus decisiones provocaron que se paralizasen investigaciones vinculadas al tráfico de drogas en Tenerife.

Pese a las sospechas de la Policía, la fiscal -que desde noviembre ocupa un puesto en la Fiscalía Provincial de La Coruña, donde vive con Moar- no está imputada en la causa, ya que debido a su profesión se trata de una persona aforada. A él en el domicilio le incautaron 145 gramos de cocaína.

Con todos los palos en la rueda que les pusieron, solo en tres meses del año pasado la Policía del sur de Tenerife logró cerrar más de 110 clubes cannábicos en Adeje y Arona. Derbah y sus colaboradores estarían detrás de la mayoría de ellos, por eso alzó la voz contra la presión policial que sufría y pidió ayuda a Gustavo Matos. Estas asociaciones generaban en un día 200.000 euros; al mes, seis millones, según los cálculos de los especialistas antidroga. Un negocio de tal magnitud no podía pederse. Derbah lo intentó, en vano. Desde el 1 de mayo duerme tras las rejas acusado de ser el capo de la organización criminal que buscaba presuntamente hacerse con el control del sur mediante el narcotráfico.

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