El Club Atlético Princesa Teseida se sube al podio de la Medalla de Oro por el Día de Canarias

El Princesa Teseida recibirá la Medalla de Oro de Canarias después de tres décadas de una lucha silenciosa, autosostenida y profundamente humana

Expedición del Club Atlético Princesa Teseida.

Expedición del Club Atlético Princesa Teseida. / Club Atlético Princesa Teseida

Santa Cruz de Tenerife

Desde la Hoya del Morcillo hasta el puerto de La Estaca y sin una pista reglamentaria, el Club Atlético Princesa Teseida forja una epopeya de esfuerzo y comunidad, convirtiendo cada rincón de El Hierro en un espacio de entreno. Fundado por docentes que van del aula a las pistas, y con la educación como pista de despegue, el club ha transformado generaciones de niños herreños en atletas y ciudadanos con valores que trascienden el deporte en una historia que será reconocida en el Día de Canarias. Es una medalla gracias a un atletismo que nació sin medios y creció con alma.

El Club Atlético Princesa Teseida se sube al podio más especial. No por un récord, ni por un oro en el tartán. Esta vez, el premio no es una medalla de meta, sino de historia. El Gobierno de Canarias le otorgará, el próximo 30 de mayo, Día de Canarias, la Medalla de Oro. Y con ella, el reconocimiento a toda una historia de resistencia, comunidad y mucha pasión.

Brota desde El Hierro, la Isla más remota del Archipiélago, una de las más grandes historias del atletismo canario. Un club que no nace de la infraestructura, sino del deseo, de las ganas de correr, incluso cuando no hay dónde. Presidente, entrenador y guía de la nave desde 1997, José Luis Brito conoce el precio de cada zancada. «Empezamos pagando nosotros», recuerda sobre los orígenes de la entidad.

Fundado hace tres décadas, el Club Atlético Princesa Teseida cincela mucho más que un semillero de atletas. Su camino comienza en las aulas y en los patios escolares, donde un grupo de maestros y apasionados por el atletismo vio en los niños herreños el potencial de algo más grande. «Empezamos participando en el deporte escolar, pero los niños se veían en inferioridad con respecto a los del resto de las Islas», recuerda Brito. De ahí a afianzarse como un espacio de formación integral, desde la infancia hasta la edad adulta, donde se cultivan valores, sueños y un sentido de pertenencia que trasciende lo deportivo.

"Un orgullo que se reconozca nuestro trabajo"

Como lo describe José Luis Brito, recibir esta medalla es «bailar de una pata», una expresión herreña que contiene alegría, humildad y orgullo. Todo lo que es este club. «Fue inesperado. Un orgullo que se reconozca nuestro trabajo y nuestra labor de tantos años sin medios, sin instalaciones, y más que el cariño y el esfuerzo personal de todos nosotros», relata el dirigente. La llamada llegó de Fernando Clavijo, presidente del Gobierno de Canarias, que personalmente les comunicó la noticia. Así, el Teseida recibe un premio que nunca pidió, pero siempre mereció.

El club no cuenta con instalaciones deportivas. Entrenan donde pueden: campos de fútbol, la Hoya del Morcillo, el puerto de La Estaca. Y, sin embargo, han logrado competir de tú a tú con clubes del resto de las Islas. «Hemos ido creando necesidades y después cubriéndolas». Una frase, casi ingenua, que en realidad es un manifiesto de voluntad.

¿El sueño? Una pista de atletismo

Ser parte de un equipo sin pista de atletismo requiere, además de entrenar donde se pueda, viajar. Viajar constantemente. Y eso, en El Hierro, conlleva implicaciones logísticas y económicas particulares. «Siempre viajamos el fin de semana, y dependiendo de los horarios, tenemos que salir el viernes y regresar el sábado por la tarde o incluso el domingo». Aun así, a veces son el club con más niños en una competición.

El respaldo institucional, aunque tardío, ha ido creciendo. Los tres ayuntamientos de la Isla y el Cabildo colaboran actualmente. Por tanto, el Teseida no es solo un club, ni el «esfuerzo de alguien ni de un municipio». Es El Hierro entero. Su fuerza reside en su colectividad. «Cuando competimos fuera somos el Princesa Teseida de El Hierro», sintetiza su presidente. Cada zancada es un pedazo de la Isla que corre, que se presenta al resto de Canarias con humildad y con garra. «Ese es nuestro gran valor», verbaliza Brito. Y no le falta razón.

Con la Medalla de Oro, el club mira hacia adelante, con la misma tenacidad que lo ha traído hasta aquí. ¿El sueño? Una pista de atletismo. «Nuestro sueño es tener una instalación donde poder entrenar con seguridad. Solo así podremos competir casi en igualdad con el resto de las islas», dice Brito. Aún sin ella, el Teseida ha sacado a varios campeones de Canarias de la modalidad de campo a través. Porque hay proyectos que no crecen sobre cimientos, sino sobre convicciones. Y hay clubes que, sin estadio, hacen historia.

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