La agenda canaria marcha (o eso parece)
Clavijo cree mejorable la ejecución de compromisos por parte del Estado, pero la da por buena para no agitar sus alianzas en Canarias y en Madrid
CC ‘aguanta’ el desaire de Génova y espera al reparto de menores y a conocer si habrá nuevos presupuestos para mover ficha

Intervención de Fernando Clavijo en el debate sobre el estado de la nacionalidad / María Pisaca
Joaquín Anastasio
El debate sobre el estado de la nacionalidad celebrado esta semana en el Parlamento de Canarias ha supuesto ante todo un reseteo del pacto de gobierno entre CC y el PP y una puesta en común entre ambos socios de algunos de los mensajes que quieren asentar en el escenario político isleño. Ha sido una operación no exenta de dificultades porque ha dejado traslucir algunos elementos que distorsionan su relación, no tanto en el ámbito de la política canaria como en el de la política nacional de CC con la cúpula de la calle Génova a cuenta de la propuesta para el reparto de menores migrantes no acompañados. El amago nacionalista de una posible remodelación del Gobierno de medio mandato es un aviso a navegantes por más que el presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, la haya descartado más o menos rotundamente.
El también líder de CC ha tenido la oportunidad de hacer un balance de media legislatura y el último año de acción del Gobierno muy marcado por las relaciones entre Canarias y el Estado y la marcha en las políticas nacionales de la agenda canaria pactada con el PSOE en Madrid. Más allá del repaso a la política interna y del examen sobre los objetivos que Clavijo marcó en su discurso de investidura y luego en el pacto con el PP, el presidente ha trazado una marca también sobre la situación de esa agenda isleña que por unas razones u otras no acaba de despegar en toda la dimensión que se esperaba.
Sin dejar de reprochar al Gobierno de Pedro Sánchez la pereza con la que se ha tomado algunas cosas, y en especial en la cuestión de la crisis migratoria y la situación de los menores sin tutela familiar, ha evitado, sin embargo, colocar las relaciones con el Estado en el primer frente de su análisis y de la proyección de futuro de la acción del Gobierno regional.
La conclusión que más o menos ha explicitado y verbalizado Clavijo es que, pese a todas las dificultades y contratiempos con cargo al debe del Gobierno central, la agenda canaria se va cumpliendo, en algunos casos porque las expectativas sobre algunas materias se mantienen para un avance importante a corto plazo.
La prudencia de Clavijo durante el debate de la nacionalidad está marcada entre otras cosas porque su celebración se ha producido en medio de la negociación con el Gobierno central para tratar de cerrar el acuerdo para el reparto extraordinario de 4.400 menores migrantes desde Canarias y Ceuta al resto de comunidades autónomas.
Tras la reunión del lunes pasado con la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ambos volverán a encontrarse a lo largo de la semana (quizá mediante videoconferencia) para tratar de cerrar la fórmula para la financiación de los traslados y las nuevas acogidas para el resto de comunidades autónomas. Montero pidió una semana para presentar una propuesta, y este próximo martes se cumplirá el plazo sin que Clavijo haya tenido noticia de algún avance al respecto.
CC aguanta el desaire de Génova y espera al reparto de menores y a conocer si habrá nuevos presupuestos para mover ficha
Esta doble cita con Montero y sus consecuencias en la cuestión de los menores dará un poco el perfil de la valoración que vaya a hacer el Gobierno de Canarias sobre el desarrollo de la agenda canaria y de sus relaciones con el Estado. Clavijo afirmó tras la reunión del lunes con la vicepresidenta que una vez resueltas a finales del año pasado y principios del actual la mayor parte de las transferencias de fondos presupuestarios, y con garantías para esas partidas aunque no haya nuevos presupuestos, la conclusión es que «después de hacer un chequeo, la agenda canaria se va cumpliendo, con retraso, con dificultades, pero con un alto porcentaje de compromisos cumplidos».
Esta lectura positiva se mantiene en espera, sin embargo, de lo que ocurra en la reunión de la semana que viene y de si, finalmente, el Gobierno logra un acuerdo en el Congreso sobre el reparto de menores migrantes, especialmente en lo que afecta a la negociación con Junts per Catalunya, que no acaba de definir su posición sobre la propuesta que se lleve al Congreso.
El decreto, un año después
Por otro lado, tras un año negándose a ello, el Ejecutivo parece que está dispuesto ahora a acelerar el proceso aceptando la opción del real decreto-ley como venía pidiendo Canarias desde el principio. La última palabra no está dicha todavía sobre esta cuestión, pero en todo caso Fernando Clavijo recupera su optimismo sobre la posibilidad de iniciar ya la ronda de negociaciones con los grupos del Congreso.
Además de la trascendental cuestión migratoria, el Gobierno regional cree estar desenmarañando todo el asunto de relaciones financieras y de los pagos pendientes antes mencionados, pero todavía sin entender el retraso de algunos de ellos, como los 100 millones de ayudas para la reconstrucción de La Palma por la erupción volcánica de 2021. Un nuevo frente se ha abierto en el ámbito presupuestario con el retraso de los pagos a las compañías aéreas en aplicación del 75 % de descuento a residentes en los billetes de vuelo. Una circunstancia que está provocando un agujero financiero de 810 millones en las compañías que operan en las Islas y que podría afectar a la conectividad.
Lo cierto es que pese a que el presidente canario cree que la ejecución de los compromisos del Gobierno central es claramente mejorables y que se tienen que despejar muchos asuntos en los próximos dos meses, entre otras cosas si hay nuevos presupuestos, la da por buena porque no hacerlo implicaría un replanteamiento de la posición estratégica de CC. A los nacionalistas les viene mejor ahora hacer ver que la agenda marcha a un ritmo de cumplimiento razonable, o al menos que parezca que es así, para evitar agitar el avispero de los pactos, teniendo en cuenta, sobre todo, que sus relaciones con el PP estatal de Alberto Núñez Feijóo están completamente rotas por el ‘no’ rotundo de los populares al reparto de menores. Sobre este marco, CC y Clavijo se ven obligados a mantener las fichas donde ahora las tiene colocadas, tanto en Canarias como en Madrid, en espera de acontecimientos.
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