Pleno del Parlamento de Canarias | Debates sobre las relaciones con el Estado

Canarias se apunta a salvar la unidad de España

La Cámara avala, con el voto en contra del PSOE y NC y la abstención de ASG, la iniciativa del PP para rechazar "cualquier tipo de amnistía"

Los diputados del PP Luz Reverón y Carlos Ester durante el debate plenario del Parlamento.

Los diputados del PP Luz Reverón y Carlos Ester durante el debate plenario del Parlamento. / María Pisaca

Salvador Lachica

Salvador Lachica

Santa Cruz de Tenerife

No se llegó a escuchar que había que colgar por los pies a alguien, pero el lenguaje hiperbólico y desmesurado que PP y Vox han instalado en las discusiones en el Congreso aterrizó en el Parlamento regional en el debate sobre la propuesta de los conservadores contra la Ley de Amnistía, que se aprobó con los votos en contra del PSOE y NC-Bc y la pragmática abstención de los dos diputados presentes en el hemiciclo (se desconoce si Casimiro Curbelo se ausentó para apartarse de ese cáliz).

Desde ayer, por tanto, el Parlamento de Canarias no solamente rechaza el perdón a los líderes del procès catalán, sino «cualquier tipo de amnistía» o «indulto generalizado para cualquier grupo de ciudadanos, cualquiera que sea su delito».

Además, la Cámara regional «anima a los dos partidos mayoritarios», esos mismos que han demostrado su incapacidad de diálogo y entendimiento desde hace cinco años, «a buscar acuerdos de Estado que eviten que la sociedad española se vea sometida a las condiciones ilegales de partidos independentistas», aunque ni se explican qué medidas serán esas para evitar que ERC, Junts, Bildu, BnG y el PNV (todos ellos independentistas y plenamente constitucionales) participen en las tareas parlamentarias ni nada se dijo, tampoco, sobre desbloquear el Consejo General del Poder Judicial, cuya no renovación en un lustro sí es un flagrante incumplimiento de la Constitución.

Ni siquiera la emisión de un video con el que la conservadora Luz Reverón quiso poner la cara colorada a los socialistas (más de un minuto de imágenes y sonido en bucle de Pedro Sánchez, Miquel Iceta, Salvador Illa, María Jesús Montero o Carmen Calvo, en el Congreso, en el Senado o en entrevistas televisivas, repitiendo hace apenas seis meses que la amnistía era inconstitucional) doblegaron la voluntad de los diputados del PSOE, que votaron en contra de una propuesta que, en palabras de su defensora, «busca evitar que se atente contra algunos de los principios básicos del Estado de Derecho como son la exclusividad del poder judicial para juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, la igualdad en la aplicación de la ley y la seguridad jurídica».

Aterrizó en la Cámara autonómica la Ley de Amnistía, acompañada por el lenguaje hiperbólico y el desmesurado tono del PP y Vox

Todo lo contrario a lo que busca la «ambición» de Sánchez «comprando votos a cambio de Poder», a entender de Reverón.

Para Vox, el socio prioritario del PP a nivel nacional, Sánchez «no tiene límite moral», pues «entrega Pamplona a los terroristas» y «pone a toda una casta de políticos por encima de la ley». Por ello, el texto del PP les pareció «insuficiente», y recobrando el espíritu del discurso sobre la derechita cobarde, la diputada Paula Jover conminó a los conservadores a «no ponerse de perfil» con la aceptación de una enmienda para convertir al Senado «en el bastión de la seguridad de España».

«No es el momento de siglas sino de la unidad de los españoles, esos españoles a los que se gasea y contra quienes ordenan cargar», afirmó Jover en clara alusión a quienes están acosando y vandalizando las sedes socialistas y calles adyacentes.

Obviamente, el PP no cayó en la trampa (ya lanzada por Santiago Abascal a Alberto Núñez Feijóo en  el debate de investidura del presidente Sánchez) de impedir en la Cámara Alta, aprovechando la «mayoría absoluta» de los populares, la tramitación sine die de la Ley de Amnistía, pues eso sí sería inconstitucional y antisistema.

Ni la mesura del gomero Jesús Ramos («no nos gusta la amnistía, pero no hay que impedir el debate de ninguna ley, ya se encargará el TC de decir lo que haya que decir, y aunque algunos partidos no nos gusten, todos ellos son legítimos») ni la del nacionalista José Miguel Barragán («si la amnistía hubiera sido un asunto de Estado, se habrían reunido con todos los partidos para modificar la Constitución y no lo han hecho; es una amnistía ad hoc para que Sánchez pudiera ser presidente»); ni siquiera el apoyo del canarista Luis Campos («nada se rompe, el único discurso de ruptura aparece cuando las derechas están en la oposición y España avanza en derechos»), calmaron los ánimos del socialista Sebastián Franquis.

«Estoy haciendo un esfuerzo por controlar la intervención y el tono de voz, pero no puedo, porque somos los herederos de los que lucharon por la democracia y la libertad de este país cuando el PP y Vox son los herederos de los que no votaron la Constitución. España no se ha roto, lo que se ha roto es la aspiración de la derecha y la ultraderecha por gobernar», defendió con vehemencia el portavoz socialista.

Telón.

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