Crisis migratoria | Reunión Canarias-Estado

Tenso encuentro de Fernando Clavijo y Marlaska en el mayor pico de llegadas

El ministro de Interior y el presidente de Canarias coinciden en lunes en la mesa de coordinación de la crisis migratoria que dirige la Guardia Civil

Migrantes desembarcados en el muelle de Arguineguín.

Migrantes desembarcados en el muelle de Arguineguín. / Efe

Néstor Santana

Néstor Santana

En pleno repunte migratorio, y con los recursos de acogida colapsados en Lanzarote y El Hierro, el lunes Canarias y Madrid se verán las caras. El ministro de Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, viaja a la capital grancanaria para presidir la reunión de la Autoridad de Coordinación frente a la Inmigración que dirige la Guardia Civil, en la que participará también el presidente isleño, Fernando Clavijo.  

La escalada de la tensión entre ambos ha ido in crescendo debido a los reproches del Gobierno autonómico al Estado por su «inacción» ante el incremento de llegadas. El jefe del Ejecutivo regional ha llegado a tachar de «estupideces» las afirmaciones de Grande-Marlaska sobre la capacidad del Archipiélago para atender a los recién desembarcados. Un lenguaje que en diversas ocasiones ha criticado y lamentado el ministro.

Con todo, Clavijo espera que el Estado «reaccione» ante la oleada de arribos, que estos días «rebasa todos los máximos históricos», y que Grande-Marlaska ofrezca «soluciones efectivas». 

En 24 horas han llegado a las Islas 1.461 personas, la mayoría a El Hierro y Lanzarote

Por su parte, el vicepresidente, Manuel Domínguez, confía en que el Ejecutivo central ceda en el encuentro a la petición canaria del mando único para gestionar la migración. «Espero que sea la última vez que tengamos que reivindicarlo para no seguir trabajando, a la vez, con seis ministerios distintos», expuso en referencia a la posibilidad abierta por el presidente en funciones, Pedro Sánchez, en la reunión esta semana con la nacionalista Cristina Valido.

La mesa de trabajo, que se reúne cada 15 días, estará presidida esta vez por el dirigente de Interior. Las anteriores habían estado capitaneadas por el jefe del Mando de Fronteras y Policía Marítima de la Guardia Civil, el teniente general Juan Luis Pérez. 

Pospuesto el viaje a Senegal

Tras su viaje a Mauritania esta semana, Grande-Marlaska tenía previsto trasladarse el lunes a Senegal, pero la urgencia por el repunte de cayucos ha aconsejado al ministro posponer la visita para conocer de primera mano la situación en las Islas. El motivo del viaje a ese país, procedencia de los cayucos que avistan el Archipiélago, es la ronda de encuentros con las autoridades de ambos Estados africanos que Madrid y Bruselas llevan a cabo reforzar la cooperación en las políticas de lucha contra las mafias y la trata de seres humanos. 

Migrantes llegados a El Hierro este domingo.

Migrantes llegados a El Hierro este domingo. / Europa Press

A pesar de que exista un mayor control en la costa del continente, desde que empezó octubre han alcanzo tierra isleña 6.905 personas a bordo de 84 embarcaciones, unas cifras sin precedentes desde la denominada crisis de los cayucos de 2006. Ese año llegaron a las Islas más de 31.600 personas y en 2023, desde enero hasta ahora, la cifra alcanza las 22.164. Las previsiones, mientras se mantenga al menos hasta noviembre el buen tiempo en el mar, es que la cifra vaya en aumento. Solo en las 24 horas transcurridas entre el jueves y la mañana de ayer Salvamento Marítimo auxilió 21 embarcaciones con 1.461 personas a bordo. La mayoría de las llegadas se concentran en El Hierro -cinco cayucos con 484 migrantes- y Lanzarote -ocho con 347. Una y otra isla, la más alejada y la más cercana al continente africano, son las que sufren en mayor medida la presión migratoria.

El repunte que vive la isla del meridiano desde principios de octubre, que ha provocado el colapso de los recursos de acogida y de los servicios sanitarios herreños, había dejado hasta ahora en un segundo plano a Lanzarote, que antes de estallar la crisis social y política en Senegal a finales de julio era el destino preferente de las barcazas que se adentraban en la ruta canaria. 

Pero en la madrugada de ayer, el Centro de Atención Temporal a Extranjeros (CATE) de Arrecife, que cuenta con 200 plazas, colapsó. Las últimas cuatro pateras que se localizaron en plena oscuridad con 207 ocupantes y que se sumaron a las cuatro con 140 de la mañana y tarde del viernes, obligaron a la Policía Nacional a pedir auxilio al Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote, que instaló en Puerto Naos carpas para que los últimos llegados pudiesen descansar a la sombra. 

La Delegación del Gobierno asegura que los traslados a otras islas y a la Península son constantes para descongestionar los recursos de filiación y acogida, pero para el presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, no es suficiente. Alertó ayer de que el «descontrol» en la ruta canaria «está comprometiendo» los servicios de emergencia de la isla, ya que los agentes se están enfocando en atender a los migrantes «sin poder hacer frente» a las urgencias ciudadanas. 

En este sentido, el alcalde de Arrecife, Jonathan de León, subrayó también ayer que la policía local está asumiendo las tareas de vigilancia y atención que corresponden a la Nacional debido a la falta de patrullas en las calles. «No queremos que Lanzarote se convierta en Lampedusa. Al igual que se refuerzan los servicios de seguridad cuando Pedro Sánchez viene de vacaciones a La Mareta, se debería llevar a cabo para gestionar la crisis migratoria», argumentó.

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