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Crisis migratoria

Rescate al límite

Salvamento Marítimo, obligado a movilizar dos barcos y dos helicópteros para rescatar a un grupos de migrantes que naufragó al sur de Gran Canaria

Un grupo de 173 migrantes desembarca en El Hierro la noche del martes.

Un grupo de 173 migrantes desembarca en El Hierro la noche del martes. / Efe

Andrea Saavedra

Andrea Saavedra

Las Palmas de Gran Canaria

La vorágine de las elevadas cifras diarias de llegadas de embarcaciones muchas veces opaca lo verdaderamente importante: cada día cientos de personas se juegan la vida a escasos kilómetros de las costas canarias. Y no siempre sale bien. La madrugada del miércoles pudo ser uno de esos días, pero Salvamento Marítimo lo evitó. Los equipos de rescate se enfrentaron a una noche complicada en la que tuvieron que atender a 200 personas que viajaban en tres lanchas diferentes, una de ellas a punto de hundirse con 81 migrantes a bordo. Cuando la ayuda llegó algunos ya estaban en el mar, lo que obligó a movilizar dos barcos y dos helicópteros para evitar una nueva tragedia.

El susto se produjo a unos 142 kilómetros al sureste de Maspalomas, en Gran Canaria. La Guardamar Calíope acudió al rescate de una barca inestable y la actuación rápida del Helimer 204 desde Gran Canaria y del 206 desde Tenerife permitió sacar del agua a uno de los náufragos. El helicóptero con base en la isla occidental trasladó hasta su base al rescatado y a otras dos personas que ya estaban a salvo en la embarcación de Salvamento gracias a la actuación de los marineros. Ni las altas temperaturas impidieron que los tres sufrieran hipotermia por el tiempo que pasaron luchando por sobrevivir en el mar.

A pesar del episodio de terror, los 81 ocupantes ­–71 varones y 10 mujeres– sobrevivieron a la dura travesía. La Guardamar Calíope trasladó al resto de ocupantes hasta el puerto de Las Palmas de Gran Canaria y allí otros cuatro ocupantes tuvieron que ser trasladados al hospital debido a su delicado estado de salud.

Pero ese no fue el único rescate de la noche. La actividad comenzó antes de la medianoche, cuando los equipos recibieron el aviso de que varias neumáticas que habían partido hacia Canarias desde algún punto de la costa del Sahara situado en el entorno de cabo Bojador, se encontraban en apuros en el Atlántico. Además de la lancha en apuros, el Helimer 204 localizó a otra con 62 ocupantes a unos 122 kilómetros al sur de Fuerteventura. Hacia allí se dirigió la Salvamar Ízar. Se trataba de 46 hombres, 13 mujeres y tres menores que desembarcaron de madrugada en el puerto de Gran Tarajal.

La Guardamar Calíope, en su regreso a tierra, tuvo que realizar un tercer rescate. Una patera que se encontraba algo más al norte de su posición, a 104 kilómetros de Gran Canaria y con 53 migrantes de origen subsaharianos a bordo. Una noche intensa que se suma a los días frenéticos de octubre que ya dejan cifras para la historia.

En los primeros once días del mes han llegado a las Islas más de 5.400 migrantes en 63 embarcaciones, el 25% del total. El acumulado del año ya supera los 20.000 (20.400) y solo ayer se rescataron cinco pateras con 400 personas a bordo. El repunte del último mes no solo ha provocado que, a falta de dos meses y medio para terminar el año, las llegadas superen ya a las de todo 2022 (15.862), sino que se aproximan incluso a los datos de los años 2020 y 2021, que fueron más intensos, con 23.271 y 22.316 inmigrantes, respectivamente. A este ritmo se podría marcar un nuevo récord histórico anual al superar las 31.678 personas que llegaron a las Islas durante el año 2006, cuando se produjo la denominada crisis de los cayucos.

Según los datos de Cruz Roja, El Hierro sobrepasa ya a Lanzarote, con 5.536 inmigrantes, frente a 5.354; Gran Canaria aparece en tercer lugar (4.160), Tenerife es cuarta (3.338) y Fuerteventura, quinta (1.938).

Y aunque el flujo de llegadas es intenso y contante, el flujo de derivaciones también lo es. Tanto que de los más de 20.000 que han llegado solo queda 3.000 adultos, menos incluso que los que han llegado en este mes.

El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, defendió ayer que el mecanismo «está funcionando razonablemente bien», a pesar de que las islas asisten a un pico sin precedentes desde la crisis de los cayucos del año 2006. «Probablemente en los próximos días se rebaje la cifra de nuevo y podamos estar en torno a los 1.000. Ese dato casi es la prueba del algodón de cómo está funcionando el sistema».

El delegado recordó, además, que el esfuerzo está siendo especialmente intenso en El Hierro, una isla de 11.000 habitantes a la que han llegado más de 5.000 personas en cayucos desde mayo, la mitad prácticamente en los últimos once días.

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