En defensa de un mundo más justo

«Es un galardón que pertenece a toda la sociedad canaria que es muy solidaria y se manifiesta sin duda a través de la ONG para el Desarrollo». Así define Pepi Farray, presidenta de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo de Canarias, el Premio Canarias 2023 en la categoría de Internacional concedida por el Gobierno autónomo y que recibirán el martes 30 de mayo. Lo harán justo cuando cumple 18 años desde el nacimiento de la entidad.

La semilla de esta coordinadora se plantó primero en 1995 con la creación de la coordinadora de ONGD en Tenerife. Cuatro años después vería la luz la entidad de la provincia de Las Palmas.

Ambas unieron sus fuerzas en 2005 con el objetivo de reforzar y mejorar la acción que desarrollaban en la cooperación al desarrollo, la asistencia humanitaria y la educación para una ciudadanía global. Se trata de la única entidad que representa al sector en las Islas y pertenece a la Coordinadora Estatal de ONGD y a la Red de Coordinadoras Autonómicas.

Desde entonces, trabajan en apoyar, impulsar, fomentar y coordinar las diversas actuaciones de las ONGD en Canarias en los ámbitos de la cooperación al desarrollo; la ayuda humanitaria y de emergencia; el comercio justo; la investigación; o la educación para una ciudadanía global.

En total la coordinadora aglutina a unas 35 entidades de todas las Islas, que van desde oenegés de reconocida trayectoria y acción internacional como Oxfam Intermon o Cruz Roja, hasta entidades 100% canarias que desarrollan su actividad humanitaria desde las Islas para el resto del mundo, como es el caso de Fundación Canaria Farrah para la Cooperación y el Desarrollo Sostenible o la Fundación Canaria Buen Samaritano. Una realidad que no es estática y que va fluctuando.

Crecimiento

En los últimos años no han parado de sumarse más entidades a la coordinadora, ejemplo del incremento del compromiso de la sociedad canaria por ayudar a los más necesitados.

«Tenemos el caso de una ONG donde el fundador es un migrante sierraleonés que al llegar a Canarias decide que va a aprovechar el vínculo que todavía tiene con su comunidad natal para llevar un proyecto pequeñito de becas estudiantiles», apunta Elena Jiménez, miembro del equipo técnico de la coordinadora.

No es algo exclusivo de Canarias, prácticamente todas las comunidades autónomas tienen sus coordinadores de ONG para el desarrollo. Un patrón que surgió a finales de la década de los 90 cuando comenzaron a aflorar las oenegés, sobre todo de ayuda al desarrollo y cooperación.

La peculiaridad de las ONGD está en que ejecutan sus proyectos en el sur global, en las zonas más desfavorecidas y más castigadas por la pobreza y la desigualdad, en los mal llamados países en desarrollo. En un principio se daba esa categoría solo a las que tenían proyectos en el cono sur del mundo. Ahora se está empezando a considerar también a aquellas que tienen proyectos en el norte, en los denominados países desarrollado, que buscan concienciar a la población de las problemáticas que tiene el sur y cuáles son las herramientas que puede tener la población general para ir revertiendo las causas de la desigualdad global y aportar su granito de arena para conseguir que la utopía de un mundo mejor se haga realidad.

Objetivos

Trabajan en red con otras entidades y administraciones en labores de comunicación e incidencia política para el logro de una política pública en coherencia con los valores de la cooperación al desarrollo, la justicia climática, la igualdad de género y los derechos humanos.

La coordinadora surge motivada por tres pilares fundamentales. Por un lado, para fortalecer al sector de la cooperación al desarrollo, que hasta entonces estaba integrado por muchas personas voluntarias sin demasiada profesionalización. Al calor de personas con una inquietud de transformación social, se aglutinaban y se asociaban pero sin conocimientos de cómo elaborar un proyecto o conseguir fondos. Esa carencia técnica la suple ahora la coordinadora, formando, acompañando y asesorando a todas las entidades.

Otra de las razones del surgir de la coordinadora está en la idea de sensibilizar a la población. Muchas organizaciones que estaban enfrascadas en el trabajo del día a día, y en buscar fondos e ir a trabajar a los países del sur, no tenían tiempo para explicarle a la sociedad civil qué es lo que hacían, por qué lo hacían y cuáles eran las principales problemáticas de desigualdad global.

«Entendemos que es un guiño que hace el Gobierno de Canarias para que sigamos adelante con el trabajo que hacemos por un mundo mejor. Estamos en una sociedad global en el que no podemos pasar por alto la situación de los países empobrecidos y de los países en los que no hay justicia y libertad. Esa es nuestra misión. Aglutinamos a todas estas entidades para tener más fuerza a la hora de actuar. Ofertamos formación, asesoramiento directo y realizamos muchas actividades de sensibilización e información en Canarias», añade Farray.

Las coordinadoras autonómicas de manera tradicional se encargan de cubrir ese rol llegando a aquellos ámbitos en los que las ONG no llegan. Llevando el trabajo que realizan a los centros educativos, universidades, foros y mesas redondas para plasmar el ingente trabajo que realizan más allá de nuestras fronteras.

Incidencia política

El tercer objetivo es la incidencia política. La coordinadora intenta aglutinar las demandas de todas las entidades que trabajan en Canarias para conocer qué instrumentos necesitan y cuánta financiación. Yendo del qué al cómo. Ayudan a las entidades a conocer todos los aspectos técnicos de las convocatorias, canalizándolas a través de ellos. En la última legislatura se han dado pasos muy importantes para fortalecer la cooperación al desarrollo en Canarias. Entre estos destaca la reactivación del consejo asesor de cooperación, que es un órgano consultivo formado por expertos del que la coordinadora forma parte.

Este intenta acompañar todos los procesos que se dan en las Administraciones Públicas en relación a la cooperación al desarrollo. De ahí sale el plan director, que es un documento marco, que intenta guiar la política de cooperación al desarrollo del Gobierno de Canarias, unas acciones que se han incrementado en los últimos años. Aun así, la coordinadora destaca que el Archipiélago ha pasado de estar en el vagón de cola al penúltimo en cuanto a la ayuda internacional, aunque aún está lejos de otras regiones que tienen un papel más activo como Cataluña, el País Vasco o Navarra.

«Tejemos una red para ser más sólidos. El premio supone una palmada en la espalda, no solo a la coordinadora sino a todas aquellas personas que la integran. La sociedad civil es quien realmente forma las oenegés para el desarrollo. Es una oportunidad para coger fuerzas, seguir adelante y para visibilizarnos y que la gente sea consciente de que Canarias es un territorio muy solidario, a pesar de esos discursos de odio que pueden aparecer y esa indiferencia», sentencia.

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