Casi uno de cada tres bebés nacidos en Canarias es de madre migrante

El Archipiélago es la cuarta comunidad con más población nacida en el extranjero, con el 20,4 % de los residentes frente al 15,9 % de media estatal

Joaquín Anastasio

Joaquín Anastasio

La demografía canaria y española se mueve a pasos agigantados. Junto con la baja natalidad y la creciente longevidad, la movilidad de la población en los países occidentales y, sobre todo, el fenómeno migratorio de origen africano y sudamericano están cambiando la estructura de población al menos en cuanto a su procedencia, aunque no tanto respecto a la pirámide de edad, según los datos difundidos por el último informe del Observatorio Demográfico CEU, adscrito a la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad CEU San Pablo. Entre los más llamativos que se han dado a conocer de un estudio sobre el año 2021 cabe resaltar el que se refiere al origen nacional de la madre de los bebes nacidos en España durante ese año, que alcanza el 27,5 % en el ámbito nacional y que en Canarias, por encima de la media en casi un punto, es del 28,4 %, es decir, casi uno de cada tres.

Canarias y la Comunidad Valenciana, ésta última con el 28 %, son las comunidades de que de facto marcan el umbral de la media nacional respecto al origen migrante de las madres progenitoras de los llamados ‘nuevos españoles’, lo que indica claramente que este parámetro demográfico no está directamente relacionado en absoluto con el fenómeno migratorio de origen africano que viven las Islas durante largas temporadas en los últimos años. Así, por encima de Canarias se sitúan en este sentido, bebés nacidos de madre extrajera en cada uno de los territorios, hasta un total de siete comunidades: Aragón (30,3 %), Murcia (30,6 %), Madrid (33,3 %), Navarra (33,4%), La Rioja (35,2%), Baleares (37,3 %) y Cataluña (39,4%). El resto de comunidades se encuentra por debajo de la media estatal del 27,5 %.

Por origen de la madre, el 42% de los nacidos en España de madre foránea eran hijos de una mujer americana nativa (y más del 92% de éstas, hispanoamericanas), 28% de una mujer africana (el 80% de las cuales, marroquíes), 22% de una europea (de las que un 67% eran de Europa oriental, siendo un 36% rumanas), y 7% de una mujer asiática (el 35% de las cuales, pakistaníes). En España hay un buen número de municipios donde la concentración de población inmigrante es muy elevada, y mucho más entre los bebés de las madres que residen en ellos. A modo de ejemplo, en esta categoría cabe citar a municipios como Salt (Gerona), Parla (Madrid), Manlleu (Barcelona), Níjar (Almería), Torre Pacheco (Murcia), o Reus (Tarragona).

Contando padre y madre, en 2021, a nivel nacional, el 32,4% de los niños alumbrados en España tenía al menos un progenitor de origen foráneo, superándose el impactante umbral del 50% en la provincia de Gerona (50,9%). También tuvieron un porcentaje mayor o igual que el 30% las siguientes provincias: Lérida (45,2%), Barcelona (45,1%), Baleares (45,0%), Tarragona (44,8%), Almería (42,4%), Guadalajara (39,6%), La Rioja (39,4%), Madrid (39,0%), Álava (38,6%), Navarra (37,9%), o Alicante (36,7%). Se sitúan a continuación Santa Cruz de Tenerife (36,3%), Zaragoza (34,9%), Soria (34,3%), Murcia (34,2%), Huesca (33,9%), Las Palmas (33,7%), Castellón (33,2%), Cuenca (33,1%), Segovia (32,3%), Orense (31,6%), Teruel (31,4%), Guipúzcoa (30,8%), Valencia (30,7%), Toledo (30,3%) y Málaga (30,0%), según el informe del Observatorio Demográfico de CEU.

Residentes extranjeros

El otro aspecto destacado del informe es el que identifica los territorios con mayor población de origen foráneo, capítulo en el que Canarias sí destaca por ser la cuarta de la tabla por comunidades autónomas. En concreto, el 20,4 % de la población residente en las Islas es de origen extranjero, cuatro puntos y medio por encima de la media nacional, del 15,9 %. Por encima del Archipiélago se encuentre únicamente Madrid (21%), Cataluña (21,2 %) y Baleares (24,7 %). Inmediatamente por debajo de Canarias se encuentran Comunidad Valenciana (19,1 %), Murcia (17,7%) y Navarra (16,8 %). El resto se sitúan entre el 16,2 % en el caso de La Rioja, y el 4,7 % de Extremadura, que cierra la tabla.

Sin embargo, estos datos hay que ponerlos en contexto respecto a la procedencia nacional y social de los extranjeros que residen en cada una de las comunidades autónomas. Así, el informe del Observatorio, dirigido por Joaquín Leguina y cuyo coordinador es Alejandro Macarrón, señala que las comunidades mediterráneas y Canarias atraen población europea occidental jubilada, que es extranjera, pero sociológicamente es muy diferente de la inmigración por motivos económicos (como también lo son los extranjeros que cursan estudios universitarios en España). Por esa razón, aunque a nivel nacional la edad media de los españoles (incluyendo inmigrantes nacionalizados) es superior en casi ocho años a los extranjeros residentes en España, en las provincias de Málaga y Alicante los extranjeros superan de media en edad a los españoles. En Santa Cruz de Tenerife los residentes foráneos superan en 1,6 años a los canarios, y en Las Palmas en 2,1, según datos del Padrón Municipal a 1 de enero de 2022.

El informe destaca en todo caso que “el cambio demográfico” que se está registrando en el país en los últimos años en este sentido, “no tiene precedentes”. Actualmente, una quinta parte de la población española es de origen inmigrante: el 16% nació en el extranjero y el 4% son hijos suyos nacidos en España y su peso será aún mayor en el futuro. El grupo más numeroso de extranjeros es de iberoamericanos, muchos de los cuales ya tiene también nacionalidad española. Por países, Marruecos es el que aporta más nacidos fuera de España que están viviendo en nuestro país. En los últimos años la nueva inmigración es casi únicamente extracomunitaria, sobre todo hispanoamericanos, africanos y asiáticos.

Población más joven

El informe destaca que el peso demográfico de la migración va a seguir creciendo, porque siguen llegando muchos extranjeros cada año –últimamente, solo de fuera de la UE, y casi todos extraeuropeos–, y su tasa de fecundidad (muy en especial, la de las mujeres africanas y/o musulmanas) es superior a la de las mujeres españolas. Su peso en la población infantil, esto es, en la España del futuro, sobrepasa con holgura el 25% a nivel nacional, rebasando el 40% e incluso el 50% en un número creciente de localidades. “Esto implica una transformación sociodemográfica sin precedentes en nuestra Historia, tanto por su magnitud actual, como por la brevedad del intervalo de tiempo en el que se ha producido la llegada de tanta población foránea”, recalca el estudio.

En general, concluye el informe de CEU, la población foránea es más joven que la española, exceptuando la europea occidental, y tiene más mujeres que hombres, exceptuando el caso de los africanos –por mucho– y los asiáticos. Y destaca un aspecto de gestión política: “En la buena integración de la población extranjera -en primera y segunda generación- tiene España un reto de primera magnitud. Sorprendentemente, la inmigración no figura como objeto de atención de los organismos oficiales de 'Reto demográfico' –tampoco la natalidad–, centrados solo en la despoblación rural. De entrada, a nivel afectivo, la integración es baja, a juzgar por la alta endogamia –altísima en el caso de africanos y asiáticos– de la población extranjera en España”.

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