Una declaración patrimonial incompleta, con errores y a desgana

Los diputados tienen hasta el día 26 para publicar sus bienes | Un total de 14 parlamentarios omiten el saldo de sus cuentas y no hay uniformidad en los datos

Panorámica del salón de plenos del Parlamento de Canarias durante una sesión de control al Gobierno.

Panorámica del salón de plenos del Parlamento de Canarias durante una sesión de control al Gobierno. / Carsten W. Lauritssen

La X Legislatura del Parlamento de Canarias está a punto de concluir. Finalizará el 26 de este mes, cuando se cumplirán cuatro años desde las elecciones de 2019. Así que a los diputados les toca actualizar su declaración de bienes, tal como establece el Reglamento de la Cámara. Un ejercicio de transparencia que permite comparar la evolución del patrimonio de sus señorías. Pero los miembros del Legislativo regional no precisamente se caracterizan por su esmero a la hora de rellenar el formulario. Basta con echar un vistazo al sitio web de la primera institución del Archipiélago para darse cuenta de que los parlamentarios, en general, despachan esta rendición de cuentas como un mero trámite más que como un compromiso con los ciudadanos. Eso sí, hay quienes se esmeran y anotan hasta el más mínimo detalle.

Ya de entrada hay cinco parlamentarios que aún no han actualizado su declaración de rentas y patrimonio. El Reglamento de la Cámara deja claro que sus señorías han de cumplir esta obligación «dentro de los veinte días anteriores a la finalización de la legislatura», con lo que todavía están a tiempo. Son Manuel Marrero, del grupo de Sí Podemos Canarias; Jacob Qadri Hijazo, del grupo Popular (PP); Lucas Bravo de Laguna y Jonathan de Felipe, ambos de la bancada Nacionalista; y el socialista y presidente autonómico Ángel Víctor Torres.

Un primer vistazo a la rendición de cuentas de los restantes 65 parlamentarios es suficiente para encontrar una serie de agujeros. Hay quienes no declaran patrimonio alguno pero en cambió sí reconocen tener una hipoteca, cuando este tipo de préstamo se caracteriza justamente por que la garantía de pago es el inmueble que se adquiere con el capital. Hay otros que en el epígrafe de las rentas ponen los ingresos netos pero no los pagos por IRPF. O anotan la suma en bruto. Luego, en el apartado de los vehículos, están los que dicen tener un vehículo propio o particular pero no el vehículo de que se trata. Y claro: no es lo mismo un Opel Corsa que un Lamborghini Diablo. Con todo, la información que más suelen omitir los diputados es la relativa a los depósitos, las cuentas corrientes o de ahorro, las cuentas financieras y demás tipos de imposiciones bancarias. Ya sea una omisión voluntaria, por despiste o por falta de cuidado, no parece que haya otra explicación al hecho de que sean hasta 14 los parlamentarios que no tienen ni la más básica cuenta corriente; 14 diputados que deben de ser incondicionales del dinero en metálico. 

El presidente Ángel Víctor Torres figura entre quienes aún no han actualizado su información

El caso es que son ocho los integrantes de la bancada socialista que no declaran cuenta alguna. Son Loly Corujo, que al margen de su sueldo de presidenta del Cabildo de Lanzarote y de las dietas por asistencias a los plenos del Parlamento no declara nada más -ni propiedades, ni productos financieros, ni siquiera la cuenta corriente en la que deben de ingresarle sus emolumentos mensuales-; Nira Fierro, cuya rendición de cuentas se limita a las rentas netas que percibe de la Cámara, con lo que no consta la suma de los pagos por IRPF; Matilde Fleitas, que lo detalla todo -incluidos un plan de pensiones, un seguro de accidentes y un préstamo personal- salvo precisamente la cuenta bancaria-; y Marcos Hernández Guillén, a quien le pasa como a su compañera Fleitas. Los otros cuatro socialistas sin depósito alguno, siquiera por un euro, son Pino González, Omar López, Ventura del Carmen Rodríguez -que deja constancia expresa con un «no»- y Pedro Sosa, quien como se infiere de su declaración de bienes no quiere relación alguna con bancos: ni cuentas, ni hipotecas, ni préstamos, ni fondos... Los otros seis son los nacionalistas Oswaldo Betancort, que en cambio sí reconoce tres préstamos; Mario Cabrera, quien por lo demás rinde sus cuentas en detalle; Juan Manuel García Ramos, otro diputado sin relación alguna con los bancos; y Narvay Quintero, que como su correligionario Cabrera presenta por lo demás una declaración completa; y las canaristas (NC) Carmen Hernández -lo que sí parece un error o despiste, ya que declara hipoteca, préstamo y bienes cotizados de pequeña cuantía- y Esther González.

Más allá, en el grupo Socialista hay otros dos diputados, Manuel Jesús Abrante y Yolanda Mendoza, que no dejan constancia de las cantidades pagadas por IRPF. En la misma bancada merecen mención especial por su diligencia y esmero en la rendición de cuentas sus señorías Manuel Fernando Martínez, Iñaki Lavandera, Jorge González, Patricia Hernández y Mauricio Roque. El resto de socialistas cumple, aunque hay quienes se limitan a declarar un «vehículo particular», como Ana González o Rosa Bella Cabrera, y quienes reconocen tener un Audi A3, como el susodicho Manuel Martínez.

Tres cuartos de lo mismo pasa en los grupos Nacionalista y Popular. Pablo Rodríguez y Cristina Valido, de CC, anotan la suma de sus depósitos pero no aclaran de qué tipo de depósito se trata -son cantidades modestas, eso sí-. Nieves Lady Barreto, Socorro Beato, Rosa Dávila y José Alberto Díaz-Estébanez son de los más esmerados, como los populares Manuel Domínguez, Juan García Casañas y en especial Miguel Ángel Ponce, quien gracias a su trayectoria profesional se ha labrado un patrimonio del que da cumplida cuenta a los ciudadanos -por cierto, es el único diputado que declara una embarcación de recreo-. Los menos cuidadosos en el PP son Carlos Ester, que pone el salario que cobra de la Cámara en cifras mensuales brutas, y Astrid Pérez, que no consigna los pagos por IRPF aunque es cuidadosa en lo demás. Australia Navarro declara, como es debido, incluso su pensión de viudedad.

Entre los restantes cuatro grupos destacan los casos de Román Rodríguez y Luis Campos. El vicepresidente no solo especifica todos sus bienes, sino que, además, no le duelen prendas en dar detalle de la hipoteca multidivisa que le jugó una mala pasada, por la que ha litigado en los tribunales y por la que ha soportado alguna que otra chanza. Campos hace constar hasta los pagos por alimentos en favor de descendientes, algo nada habitual.

A Román Rodríguez no le duelen prendas en dar los detalles de su controvertida hipoteca multidivisa

En Podemos, Noemí Santana precisa que su coche, un Hyundai, es híbrido. Paco Déniz, en cambio, no consigna donde debe las retenciones por IRPF y no aclara en qué porcentajes y cuáles son los títulos de adquisición de su vivienda y de un piso. El mayor patrimonio entre los morados lo posee María del Río Sánchez, que repasa con corrección sus bienes, incluidos cuatro inmuebles.

En los grupos de la ASG y Mixto están los dos moteros de la Cámara: el gomero Jesús Ramos Chinea, que declara la Honda CB 1000R que se compró el año pasado, y Ricardo Fernández de la Puente, que se mueve en una clásica Vespa 125. Vidina Espino es de las más certeras y desliga con claridad los cobros del Parlamento de los que recibe como docente. Melodie Mendoza no tiene inmuebles pero sí un Audi A1, mientras que el líder de su partido, Casimiro Curbelo, es otro de los que presentan cumplida información: más de una decena de inmuebles, sociedades, cuentas, las rentas recibidas de la Cámara y del Cabildo de La Gomera.

Suscríbete para seguir leyendo