Pleno del Parlamento de Canarias | Reforma del Reglamento del Legislativo autonómico

Los diputados se van de campaña con ‘nómina’ a cargo del erario público

La Cámara saca adelante la reforma del Reglamento en la que los parlamentarios

se arrogan el derecho a recibir retribuciones sin haber renovado el cargo

Los diputados se van de campaña  con ‘nómina’ a cargo del erario público |

Los diputados se van de campaña con ‘nómina’ a cargo del erario público | / M. Á. Montero

El Parlamento de Canarias aprobó ayer sin ningún voto en contra la polémica reforma de su Reglamento. La modificación de la normativa interna de la Cámara autonómica fue el último asunto abordado por sus señorías en esta X Legislatura. De hecho es habitual que la institución actualice su Reglamento en los últimos plenos ordinarios antes de la disolución de la Cámara, si bien la reforma aprobada ayer es de especial calado por cuanto mejora el régimen retributivo de los diputados. Hasta el punto de que seguirán cobrando con cargo al erario público hasta la celebración de las elecciones con independencia de que formen o no parte de la Diputación Permanente, que es el órgano que vela por las funciones básicas del Legislativo tras la disolución de la Cámara y que integra una parte de los 70 parlamentarios, en la actualidad 21 (con 21 suplentes). Es decir, que seguirán cobrando mientras hacen campaña para sus respectivos partidos. Con todo, lo más controvertido no es esto, sino que aquellos que resulten reelegidos para el cargo continuarán recibiendo esta suerte de paga extra hasta la constitución de la nueva Cámara. Cobrarán como diputados sin ser diputados, ya que en principio tal condición no se adquiere de forma oficial hasta que se jura o promete el cargo en la sesión constitutiva de la nueva legislatura.

Los diputados se van de campaña  con ‘nómina’ a cargo del erario público

Los diputados se van de campaña con ‘nómina’ a cargo del erario público / M. Á. Montero

Los cambios reglamentarios salieron adelante con 42 votos a favor, ninguno en contra y solo cinco abstenciones, las de la parlamentaria del grupo mixto Vidina Espino y de los cuatro diputados de Podemos. No en vano, Espino y la bancada de los morados fueron los únicos que mantuvieron vivas algunas de sus enmiendas a la propuesta de reforma del Reglamento tras el preceptivo informe de la ponencia encargada de la modificación normativa, un informe que se ventiló el pasado día 16. Pero no prosperó ninguna de las enmiendas.

Los diputados se van de campaña  con ‘nómina’ a cargo del erario público

Los diputados se van de campaña con ‘nómina’ a cargo del erario público / M. Á. Montero

«Lo que más lamento», explicó la diputada Espino, es que no se hubiera aprobado su propuesta para que los fondos que los grupos deben reintegrar cuando concluye la legislatura –se trata del remanente de dinero que les queda sin gastar– se destinen para fines sociales. Tampoco salió adelante la enmienda con que los parlamentarios de Sí Podemos Canarias querían establecer que al menos el 50% de los escaños –la mitad– tenga que estar ocupado por mujeres. La misma suerte, el rechazo de la mayoría, corrieron sendas enmiendas del grupo mixto –en concreto de Espino– y de la bancada de Podemos a algunas de las novedades que mejoran el régimen retributivo de los diputados. La representante del mixto intentó recabar el sí del hemiciclo para suprimir del nuevo Reglamento la revalorización anual automática de las retribuciones de sus señorías. En adelante, los sueldos de los parlamentarios subirán cada año –cada año, no cada legislatura– en el mismo porcentaje en que la normativa básica del Estado fije el incremento para los funcionarios y demás empleados públicos. Por su parte, la enmienda de Podemos se oponía a la cesantía o indemnización que percibirán los parlamentarios que, tras las elecciones –cabe insistir en que todos continuarán cobrando hasta la celebración de los comicios aun cuando no desempeñen ninguna labor–, no renueven su escaño. No obstante, hay que puntualizar que la negativa de los representantes de Podemos a esta suerte de indemnización obedece en realidad a que consideran mejor que se pelee para que los diputados coticen a la Seguridad Social, cual trabajador o asalariado, y así puedan cobrar el paro cuando dejen la institución.

Los diputados se van de campaña  con ‘nómina’ a cargo del erario público

Los diputados se van de campaña con ‘nómina’ a cargo del erario público / M. Á. Montero

Sin embargo, no son ni la revalorización automática anual de las retribuciones ni el abono de la cesantía –se pagará de una vez y por importe equivalente a una mensualidad– los puntos más polémicos de la reforma del Reglamento, con diferencia la más profunda de los últimos años.

Los diputados se van de campaña  con ‘nómina’ a cargo del erario público

Los diputados se van de campaña con ‘nómina’ a cargo del erario público / M. Á. Montero

Hasta ahora, sus señorías en régimen de dedicación exclusiva, esto es, quienes no tienen ningún otro trabajo al margen de la actividad parlamentaria y por ende ningún otro sueldo –son la gran mayoría–, han recibido unas retribuciones mensuales en función de sus mayores o menores responsabilidades –portavoces de grupo, presidentes de grupo y/o comisión...– cuyas cuantías establece cada año la Mesa del Parlamento, que es el órgano de gobierno de la primera institución de las Islas. Se trata de unas retribuciones que están muy por encima de la media de los salarios que se pagan en la región. En estos momentos, un diputado raso en régimen de dedicación exclusiva ingresa cada mes cerca de 4.000 euros mensuales –exactamente 3.975,09 euros–, una suma a la que se añaden otros 3.975 euros repartidos en dos pagas extras. Eso, cabe insistir, sin añadir los posibles complementos en función de las responsabilidades que tengan en la Cámara. Y, claro, todo ello sin incluir las dietas que cobran por asistir a las reuniones, los plenos y demás. En definitiva, los parlamentarios del Legislativo autonómico perciben emolumentos muy por encima de la media que cada mes ingresan los trabajadores y autónomos del Archipiélago. Sea como sea, el marco retributivo es ahora aún más favorable.

El Reglamento que el Parlamento se da a sí mismo confiere todos los derechos a un mero cargo electo

Con las modificaciones aprobadas ayer, sus señorías «tendrán derecho a la citada retribución desde su toma de posesión hasta la fecha de celebración de las elecciones». Así que la Cámara se disolverá y se nombrará la Diputación Permanente justamente para mantener las constantes vitales de la institución hasta la siguiente legislatura. Pero seguirán recibiendo su sueldo no solo los 21 miembros de la Permanente, sino también todos los restantes parlamentarios con dedicación exclusiva, que podrán dedicarse a la campaña electoral con la tranquilidad de una nómina garantizada. Así hasta el día mismo de los comicios, lo que significa que estarán cobrando con cargo al erario público pese a no ejercer ninguna labor pública durante casi dos meses, que es el tiempo que suele transcurrir entre la disolución de la Cámara y la fecha de los comicios.

La ‘nueva’ norma del Legislativo ‘blinda’ lo que antes venía haciéndose a través de resoluciones

Pero, además, el diputado que resulte reelegido continuará recibiendo su sueldo incluso después de las elecciones «y hasta la fecha de constitución del nuevo Parlamento». En otras palabras: en ese ínterin cobrará cantidades que le correspondían en virtud de un cargo ejercido en una legislatura ya finalizada, cargo que no se renueva con la mera celebración de los comicios sino en la sesión constitutiva de la nueva Cámara (amén de otras formalidades). ¿Cómo es esto posible? Pues porque ellos mismos –el Reglamento es una normativa que el Legislativo se da a sí mismo– decidieron que el diputado electo tenga las mismas prerrogativas y derechos que el diputado en sentido estricto. De modo que el parlamentario en dedicación exclusiva que encadene tres legislaturas, por ejemplo, no dejará de recibir en ningún momento su retribución mensual con independencia de que la Cámara esté o no disuelta, de que forme o no parte de la Diputación Permanente, de que sea o no un mero cargo electo y, en definitiva, de que esté o no desempeñando de manera efectiva una labor pública.

Y quienes no sigan en el singular hemiciclo canario recibirán en su cuenta corriente esa nueva cesantía o indemnización equivalente a una mensualidad.

A la izquierda, el presidente Ángel Víctor Torres, ayer, en su escaño; sobre estas líneas, el portavoz de NC, Luis Campos, habla desde su asiento; en la siguiente página, y de izquierda a derecha, el líder del PP en las Islas, Manuel Domínguez, Casimiro Curbelo y Vidina Espino. |

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