Pleno del Parlamento autonómico | El turismo pasa a primer plano en el último debate de la legislatura

Rodríguez rescata ‘in extremis’ el debate sobre la limitación del turismo en Canarias

El vicepresidente recupera la controversia sobre la «capacidad de carga» en los estertores de la legislatura y tras saberse que Castilla no seguirá en la consejería

Román Rodríguez habla por teléfono momentos antes del pleno de este martes en el Parlamento de Canarias.

Román Rodríguez habla por teléfono momentos antes del pleno de este martes en el Parlamento de Canarias. / Efe

Román Rodríguez recuperó en la segunda mitad de la actual legislatura el debate sobre los límites del crecimiento poblacional. Y este martes, durante el último pleno ordinario del Parlamento de Canarias antes de las elecciones de mayo, el vicepresidente del Gobierno regional rescató otra de las controversias clásicas en el Archipiélago: la de la limitación del turismo. El keynesiano responsable de la Hacienda pública autonómica –él mismo explicó que las tesis del economista inglés han sido una referencia fundamental para el Ejecutivo– hizo hincapié en que «contar turistas no puede ser nuestra única política». Lo hizo en respuesta a una pregunta de la bancada de Nueva Canarias (NC), es decir, de su partido, sobre «las claves para que el turismo sea el motor de la economía canaria». Y lo hizo solo un puñado de días después de que Yaiza Castilla, su compañera en el Consejo de Gobierno y responsable entre otras del área de Turismo, anunciara que no continuará en el cargo en la próxima legislatura. Así que de no ser precisamente por eso, por el hecho de que ambos han sido parte del equipo que ha gestionado la Comunidad Autónoma en los últimos cuatro años y porque la propia Castilla ha repetido hasta la saciedad que el futuro de la primera industria regional exige anteponer la calidad de los visitantes a la cantidad de visitantes, la pregunta de NC habría parecido más propia de una oposición que trata de evidenciar errores en la gestión turística que de uno de los grupos que sostienen el pacto de las flores. De cualquier forma, «hay que corregir disfunciones», advirtió Rodríguez.

Lo cierto es que el debate sobre los límites de la población está unido de manera indisoluble al debate turístico. O más bien al debate económico, ya que detrás del notable crecimiento poblacional que ha experimentado el Archipiélago en las últimas décadas está un tejido productivo tan ávido de mano de obra, tan capaz de ocupar a muchas personas, como incapaz de generar la renta o la riqueza suficiente para sacar a Canarias del grupo de las regiones españolas más pobres. De modo que el número de residentes aumenta por el efecto llamada de una economía que ofrece muchas posibilidades de empleo. Y aumenta a mucho mayor ritmo que la riqueza o renta que esos empleos, en su mayoría en el sector servicios y por ende en el turismo –actividades de menor valor añadido que, por ejemplo, las industriales–, son capaces de generar. En definitiva, esto explica por qué la productividad sigue arruinándose año tras año. La diputada Vidina Espino, del grupo mixto, se lo recordó al vicepresidente y consejero de Hacienda en una posterior comparecencia sobre la gestión presupuestaria, a lo que Rodríguez respondió, para sorpresa de varios de los parlamentarios con formación económica, que eso de medir la productividad con la mera división del PIB entre el número de ocupados tal vez no sea lo más certero. «Es discutible», dijo. En términos exactos, la fórmula es el cociente entre el valor de la producción de bienes y servicios, el PIB, y los recursos utilizados para ello, y caben aquí tanto la cifra de ocupados como la más ortodoxa cantidad de horas trabajadas. Sea como sea, el progresivo deterioro de la ya de por sí histórica baja productividad resulta evidente. Con la variable que sea.

El líder de NC duda del cálculo de la productividad, que deja una mala foto del Archipiélago

Frente a esta realidad, Rodríguez y su partido, NC, apuestan a corto plazo por las limitaciones y no tanto –al menos así se desprende de su argumentario– por fórmulas para restaurar y aumentar la productividad, lo que en última instancia contribuiría a atemperar el ritmo de llegada de nuevos residentes sin necesidad de injerencias en el tejido productivo. Hasta ahora se habían esforzado en defender la necesidad de limitar el incremento de la población, una idea con la que han flirteado las otras fuerzas políticas del pacto pero que está vedada por las autoridades europeas, y este martes el vicepresidente se detuvo en los límites de la actividad turística. Román Rodríguez ahondó en que hace falta que el crecimiento de la primera industria del Archipiélago sea cualitativo, en línea con lo que Yaiza Castilla ha tratado de potenciar al frente de la Consejería de Turismo. Esto consiste, en palabras llanas, en que vengan menos visitantes y que los que vengan gasten más. Se trata de elevar la facturación del motor de la economía regional con menos población flotante y un menor consumo de recursos, porque, «siendo realistas» –puntualizó el número dos del Gobierno canario–, «estamos llamados a seguir siendo uno de los grandes destinos turísticos del planeta». «Contar turistas no puede ser nuestra única política», apuntó.

Sin embargo, en el esbozo de su modelo turístico, lo que en las Islas es tanto como decir modelo económico, Rodríguez se detuvo más en la necesidad de delimitar la «capacidad de carga» del Archipiélago –y aquí entran tanto la población como los visitantes– que en las acciones para la mejora del destino. Es verdad que mencionó la importancia de caminar hacia una región más sostenible y por tanto descarbonizada, pero hay que recuperar y/o modificar –agregó– instrumentos normativos como la ley del suelo o las directrices de ordenación del territorio. No en vano fue justamente con Rodríguez en la presidencia del Ejecutivo cuando se puso en práctica la moratoria turística, un claro ejemplo de limitación del turismo y la economía.

En un pleno en el que la ausencia de Ángel Víctor Torrespresente en la toma de posesión del cargo del ya ministro Héctor Gómez– le dio mayor protagonismo, el vicepresidente recordó que las poblaciones de Fuerteventura y Lanzarote se han más que duplicado en los últimos 25 años, con lo que ejemplificó esa pretendida necesidad de compatibilizar turismo y «capacidad de carga». Hay que «cuidar el modelo de crecimiento» para que esa tendencia poblacional al alza se suavice, resumió.

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